Guillermo Cabrera Infante
Los obreros haitianos y jamaicanos enviaron una delegación a hablar con el hacendado. Decidieron terminar la huelga si recibían el aumento. Todo pareció ir de lo mejor y el hacendado propuso hacer una foto del grupo para conmemorar el acuerdo. Los delegados haitianos y jamaiquinos se colocaron en fila enfrente de la máquina, cubierta con una tela negra. El hacendado salió del grupo para dar una orden a su mayoral. El mayoral destapó la máquina y tranquilamente fusiló con la ametralladora al grupo de delegados. No hubo más quejas de los cortadores de caña en esa zafra y en muchas más por venir.
La historia puede ser real o falsa. Pero los tiempos la hicieron creíble.
Los obreros haitianos y jamaicanos enviaron una delegación a hablar con el hacendado. Decidieron terminar la huelga si recibían el aumento. Todo pareció ir de lo mejor y el hacendado propuso hacer una foto del grupo para conmemorar el acuerdo. Los delegados haitianos y jamaiquinos se colocaron en fila enfrente de la máquina, cubierta con una tela negra. El hacendado salió del grupo para dar una orden a su mayoral. El mayoral destapó la máquina y tranquilamente fusiló con la ametralladora al grupo de delegados. No hubo más quejas de los cortadores de caña en esa zafra y en muchas más por venir.
La historia puede ser real o falsa. Pero los tiempos la hicieron creíble.
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