viernes, 27 de diciembre de 2013

Vino rumano



 Yo estaba invitado a casa de Cintio y Fina para la comida de Navidad-26 de julio que tendríamos al mediodía, y de allí nos iríamos al discurso.

 Antes del almuerzo celebramos la eucaristía en la mesa de comer con un poco de pan y vino. Cintio creía que era la primera vez que se celebraba una misa de esa clase en Cuba. Les dije que me parecía que estaba bien el traslado de la Navidad al 26 de julio, aunque muchos católicos lo veían como una profanación. La iglesia primitiva celebraba el nacimiento de Cristo el 6 de enero (como aún se celebra en Oriente) y después trasladó esta fiesta al 25 de diciembre porque en esa fecha celebraban los romanos el nacimiento del Sol. Hay también quién opina actualmente –les dije- que Jesús nació más bien en agosto… y esto es casi el 26 de julio. ¿No era mejor celebrar el nacimiento de Jesús el día del nacimiento de la Revolución que el del Sol? “Y este es el nacimiento del Sol en Cuba”, dijo Cintio. Recordó que también era la fecha de la cosecha en Cuba: ese día se clausuraba oficialmente la gran zafra. Cintio leyó su poema Los peregrinos de Emaús, en el que los peregrinos descubren que la cena íntima, el pan compartido con los amigos, no bastaba. No era falso el pan pero no era completo. Hacía falta salir afuera, encontrar al extraño, compartir, con él, el misterio de los otros:

Teníamos que ver al extranjero, 
no conocer su nombre, conversar 
con el sospechoso hermano, quizás el enemigo.   
Andar con él, quizás no llegar nunca. 

 La liturgia de la Palabra la acortamos, dije, porque hoy en la Plaza vamos a tener una larga liturgia de la Palabra que también será parte de esta misa del 26 de julio.

 Al ofrecer el pan y el vino en el ofertorio dije que presentábamos a Dios el pan repartido de Cuba, y el vino igualmente fraternal (pues ese vino rumano que le habían dado a Cintio era el mismo que yo había visto en la cama de la casa campesina en la Granja del Pueblo) y con ello ofrecíamos todos los frutos de la tierra y del trabajo del hombre: el azúcar, el ron, los cítricos; el esfuerzo en la larga zafra, y en las fábricas y talleres, en tractores o con los F-1, en escuelas, policlínicos; en fin, presentábamos a Dios, para ser consagrada, la Hostia de la solidaridad humana y de la Revolución. Recordemos a los muertos: Abel, José Antonio, Frank País, Camilio, el Che; todos los demás mártires de la Revolución. Estaba sentada a la mesa con nosotros la sirvienta. No se le llamaba sirvienta sino “compañera” y Fina me la había presentado diciendo: “La compañera que nos ayuda en la cocina”.  Era una de esas sirvientas antiguas que han quedado en algunas casas por cariño a la familia, y comía en la mesa con ellos (…)

 El almuerzo incluía el lechón tradicional navideño (una cantidad muy pequeña, casi simbólica, pero que había sido dada a todos los hogares de Cuba), arroz y frijoles. Turrón español –el mismo que yo también había visto en la Granja del Pueblo. Una botella de ron, y el vino rumano.  
                             1970


 Ernesto Cardenal, "El 26 de Julio", En Cuba, 1974, pp. 341-42.

Vanidades




  Ha habido escasez de huevos, como consecuencia del aumento de consumo. Pues bien, cientos de miles de polluelas están ya próximas a empezar a producir, y a partir de mediados del mes de diciembre se acabó la escasez de huevos definitivamente (APLAUSOS).
 Pero hay algo más. Antes, para las navidades se importaban pavos; y para estas navidades las granjas del pueblo traerán al mercado 50 000 pavos de raza (APLAUSOS). Este año, y el año que viene, vamos a quintuplicar para las navidades la producción de pavo, por primera vez en Cuba; por primera vez hay producción en granjas de patos, que van a estar también para las navidades; producción de gallinas de guinea en granja, por primera vez, para estas navidades...
 Y para navidades vamos a tener manzanas, uvas... (APLAUSOS). ¡De Checoslovaquia vamos a traer uvas y manzanas! (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: “¡Fidel, Fidel!”) Y juguetes, vamos a tener juguetes de Japón, de la Unión Soviética y de la República Popular China (EXCLAMACIONES DE JUBILO). Vamos a tener juguetes, todos los que necesitemos, para las navidades.
 Y eso no es nada. Ustedes ya habrán oído decir algunas “bolas” sobre el aguinaldo, que se va a quitar. No hagan caso. Lo que vamos es a cambiar esa palabra de aguinaldo y vamos a estudiar una legislación para establecer una especie de plus de fin de año que sea para todos los trabajadores (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: “¡Fidel, Fidel!”). Vamos a estudiarlo bien. Antes llegaba a algunos sectores, otras veces, no llegaba a otros. Y vamos a estudiar una cosa justa, de manera que todos se beneficien. Vamos a discutirlo con los trabajadores, vamos a discutirlo con todos los sectores de industrias para buscar una fórmula justa, que no sea como antes, que beneficiaba a una parte mucho y a otra no la beneficiaba nada, sino que beneficie a todos.
 Para eso estamos preocupados en producir alimentos, todos los que podamos. Hay algo que no va a abundar mucho este año, pero para el próximo ya veremos, y es el lechón. Comemos pollo este año, o comemos pavo; los pavos no van a alcanzar para todos, los pavos no van a alcanzar para todos, y sobre todo, el pavo este año se produce a un costo mayor del que lo vamos a producir el próximo año. Vamos a ver qué tenemos para las navidades —o comemos una buena rueda de sierra, o de pargo, o de cualquier cosa—, porque en la pesca sí está aumentando considerablemente la producción, y estamos manteniendo el abastecimiento de carne, a pesar de los grandes aumentos de consumo.
 Estamos esforzándonos por producir alimentos, para que no haya inflación, sino al contrario, que haya sobrante de alimentos para que se puedan mantener los precios (DEL PUBLICO LE DICEN: “¡Comemos manjúa!”). Pero para el año que viene ya vamos a tener decenas y decenas de miles de cerdos de raza en producción. Y ahí es donde tenemos que librar la batalla: en las grasas y en la producción de carne de cerdo. Hemos acumulado aquí pies de cría, suficientes, para un gran desarrollo de la producción de cerdo, solo que nos llevará más tiempo...

 8 DE NOVIEMBRE DE 1960



  
 En este X aniversario nuestra conmemoración se caracteriza por la sencillez. No hay desfile militar, a pesar de que habíamos considerado en el X aniversario una posible conmemoración con desfile militar. Pero en realidad ha sido este un año de duro trabajo, ha sido un año de grandes esfuerzos en todos los campos, de grandes ahorros en todos los sentidos, y en el que cada hombre y cada mujer de nuestro país han tenido que jugar un rol importante. Y como más esencial para nosotros era el trabajo y el cumplimiento de los objetivos señalados, decidimos —en la seguridad de que interpretábamos el interés de nuestro pueblo— no gastar un galón de combustible en desfile militar este X aniversario, ni perder un solo minuto de trabajo (APLAUSOS).
 Por lo demás, comienza un año también de mucho esfuerzo, ¡comienza un año de dieciocho meses! (APLAUSOS) Porque este año tenemos que hacer la zafra de 1969 y parte de la zafra de 1970 (APLAUSOS). Tenemos que hacer, pues, dos zafras.
 Y el próximo año, el próximo año tradicional, es decir: el próximo mes de diciembre, y con toda seguridad el próximo 2 de enero, posiblemente no podamos reunirnos en esta Plaza, porque un gran número de ciudadanos de este país estaremos cortando caña (APLAUSOS). Entonces el próximo Año Nuevo será posiblemente el 1ro de julio, las próximas Navidades serán más o menos entre el 1ro y el 26 de julio (APLAUSOS).
 No es que nos propongamos cambiar las tradiciones, no es que renunciemos definitivamente a las épocas clásicas a las cuales se han habituado nuestros reflejos. Volveremos a los fines de año normales, volveremos a las Navidades normales, pero de ello tendrán que encargarse las máquinas. ¡Las máquinas tendrán que venir en rescate de nuestras tradiciones!
…Y es necesario que nosotros este año adoptemos las medidas de autoahorro o limitemos a una cosa racional el consumo de azúcar. Hemos hablado con campesinos... (APLAUSOS). Si están de acuerdo, pues, miren: lo mejor sería incluso poner este año un límite racional que es todavía más que lo que necesita; digamos una cantidad mayor en el interior, una menor en las ciudades, pero que es el consumo real, mayor incluso que el consumo real, y ahorremos esas 200 000 toneladas de azúcar.
 … Si ustedes están de acuerdo con seis libras, por ejemplo, en la capital (APLAUSOS), ¿seis libras per cápita mensuales alcanzan? (EXCLAMACIONES Y APLAUSOS.) A ver: ¿Alcanzan seis libras aquí? (EXCLAMACIONES Y APLAUSOS.) ¿Ustedes están de acuerdo en que les alcanza? (EXCLAMACIONES Y APLAUSOS.) Pudiéramos poner una cantidad un poco mayor en el interior —en Las Villas, Camagüey y Oriente—, y ahorraríamos más de 10 millones en divisas, en un año en que podamos empezar ya a obtener los frutos del desarrollo de la economía. Si ustedes están de acuerdo, desde mañana mismo esta medida se está aplicando (EXCLAMACIONES Y APLAUSOS PROLONGADOS).
 
 2 DE ENERO DE 1969

jueves, 26 de diciembre de 2013

Navidades cubanas de 1961


 


INRA, diciembre de 1961

Navidades cubanas de 1960




                                                                                        INRA, diciembre de 1960

lunes, 23 de diciembre de 2013

Venta de pavos










 Agradezco a Francisco Morán el envío de éste y de otros materiales de la revista Cuba y América, y por otros muchos. Taller de Hojalateria e Instalación, "La Constancia". 


domingo, 22 de diciembre de 2013

Poemas de Almelio Calderón






Las casas de Alemania son como las casas
que dibujaba en mi cuaderno escolar.

En esta tarde amarillenta,
mientras leo El Frío de Berhnard
mi cuerpo se desarraiga. 

Negra es la nieve en los poemas de Celan.  
La muerte no tiene color.



Antes era un homeless. Dormía en la calle, cerca de una Iglesia.
No puedo asentir que me influya la opinión del mundo.
Su mala prosa me provoca náuseas.
Sigo expuesto a la intemperie.
           

Boscaje
rico en caza

Hombre
en extinción



Palabras sobre jardín
crecerán malas hierbas


1.

Ruinas humanas.
Prisioneros del movimiento de la noche.
Buscamos ¿qué verdad?

2.

¿Hablamos con los muertos?
¿Esas sombras dicen algo?
¿Dijeron alguna vez algo
las formas del olvido?

3.

La muerte se adueña del vuelo de los pájaros.
Es un túnel en la inmensidad.
No es siquiera el reflejo del hombre.

4.

El aliento es lo que queda.



Copa de plata a "Oriente", de Paco Rodríguez


viernes, 20 de diciembre de 2013

Un soneto de Tristán de Jesús Medina



 

Laguna dormida
 

Soñaba la laguna que escondido
un cielo en sus entrañas poseía;
y aún figuróse loca de alegría
ser de estrellas nacientes dulce nido.

Por leve guija su cristal herido,
se despertó con trémula agonía,
y en círculos sin fin se deshacía,
por abrazos pidiendo el bien perdido.

De su guirnalda deshojó las flores,
contra sí propia revolverse quiso,
y sólo cieno hallaron sus furores.

Volverse al sueño en paz la fue preciso,
cual a mi pecho cuando busca amores
para abrazar de nuevo el Paraíso.




Un soneto de Manuel de Zequeira y Arango





La aparición del cometa
 

No envidio la pluma de Cervantes,
Ni del Argivo la sonora trompa,
Ni el lauro de Colón por más que rompa
Nuevos caminos a los navegantes.

No codicio los pinceles de Timantes,
Aunque el tiempo sus tintes no corrompa,
Ni de Alejandro la triunfante pompa,
Ni el distinguido empleo de los almirantes.

No apetezco ver los muros de la China,
Ni conocer a Napoleón me inquieta
Por más que suene en la inmortal bocina.

Otra cosa anhela mi pasión discreta,
Y es que siempre me viera mi Corina
Con la atención que el vulgo ve al cometa.



jueves, 19 de diciembre de 2013

Un soneto de Eliseo Giberga




Eliseo Giberga

Los bueyes

De Tejas vino aquel; este de Honduras;       
y hoy, en otra región, bajo otro dueño,       
juntos rumian tejano y hondureño       
insensibles al cambio, otras verduras.       
 

Ora sueltos sin yugo en las llanuras,       
ya uncidos del arado al santo leño,       
ya en lenta digestión, o en largo sueño,

nunca amarga un recuerdo sus harturas.       
 

El establo es su patria. Donde quiera       
que are el buey, ni otra tuvo, ni más quiere

que buen pasto y sufrida compañera.       
 

Más que el hombre feliz, no ha conocido       
el amor que en el hombre nunca muere;       
el amor de la tierra en que ha nacido.



Un soneto de Francisco Javier Blanchie




Al pie de la cubana
 

Alto el empeine, contorneado y breve,       
ya lánguida se mueva, o ya de prisa,       
el pie de la cubana apenas pisa       
bien luzca en rica alfombra o grama leve.

       
Desnudo, al alma de placer conmueve,        
ya lo bese el arroyo, ya la brisa,       
y si calza de blanco o seda lisa,       
dudo si es de ámbar, si de espuma o nieve.

       
¡Hermoso pie! El alma al contemplarlo       
cien encantos y cien trémula advierte...       
¡Siente una agitación tan dulce y sana!...

        
Yo diera mi existencia por besarlo,       
porque es muy dulce recibir la muerte,       
ebrio de amor, al pie de la cubana.




martes, 17 de diciembre de 2013

Luis Aguilar Poveda





La Marquesa recuerda...


Lentamente, la hastiada marquesa envejecida    
abre el cofre de ébano de las cartas antiguas,      
y al mirarlas recuerda mil pasiones exiguas      
que en lejanos minutos le encendieron la vida.      

Suspirando, lee cartas de los hombres que un día  
por su causa alojáronse una bala en la frente;      
y no ocultan sus ojos el orgullo que siente      
viendo el trágico libro de su historia sombría.      

Dice: «¡Oh, aquel monarca, que en romántico exceso      
me daba su reinado, tan sólo por un beso...!»       
«¡Oh, aquel conde Learnes, que murió en la querella!»      

Cierra el cofre que guarda lo que llama su gloria,      
y, cruelmente orgullosa, repasa en su memoria,      
uno a uno, los hombres que murieron por ella.







Un soneto de Jerónimo Sanz




Belleza fría
 

Eres hermosa, Laura, eres modelo       
de las madonas del pintor de Urbino       
con tu cuello nevado, alabastrino       
y con tus ojos del color del cielo.       
 

De un nuevo Praxiteles el anhelo        
colmaría tu rostro peregrino,       
y tu conjunto sin igual, divino,       
por suyo lo reclama el patrio suelo.       
 

Pero admiro tu cándida belleza       
como admiro una estatua, una pintura,   
inanimada, fría, sin ternura.       
 

Y perdona te diga en mi tristeza,       
que tu hermosura pertenece solo       
al tropical Edén, tu pecho al polo.