sábado, 28 de mayo de 2011

Marianne Moore, primer lanzamiento




A un ave de rapiña


Me convienes, pues me puedes hacer reír
y no te ciega la paja
  que los vientos mandan –en remolino- desde el almiar.


Sabes pensar, lo que piensas lo dices
con mucho del orgullo de Sansón y de su desolado
    remedio, por lo que nadie se atreve a mandarte a callar.


El orgullo te sienta bien, pájaro colosal que tanto
                                         [te pavoneas.
Ningún corral te hace parecer absurdo;
   tus garras de bronce son firmes ante la derrota.


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