martes, 17 de abril de 2012

Todo humo



  Guillermo Cabrera Infante
  
  Ortiz dijo una vez: “El puro es la búsqueda del arte”, y Lezama Lima, un poeta barroco del siglo XX, parece que está de acuerdo a la inversa: su arte es la búsqueda de un buen puro. Empieza por las cajas de tabaco: “Las alegorías de las tabaqueras poseían la imaginación de la época de María Cristina: una enorme rueda homérica se apoyaba sobre un trono, donde un rey parecía estar a punto de pararse y descorrer las cortinas. La corona se tambaleaba”. Esto está extraído de su monumental Paradiso, la única que podemos llamar novela que escribió el poeta. Aquí hay otro juego de prestidigitación con un puro como varita mágica: “El centinela en la garita, al encender otro cigarro, parecía hacer contacto con el pez fuera del agua, estableciendo un momentáneo arco voltaico, tendido entre el cigarro del centinela y la cola astillada del pez, las máscaras de los cuerpos ectoplasmáticos mostraban extrañas abolladuras, cicatrices, lamparones inflamados…, una inmensa piel sin ojos, pero ornada de mamas tan numerosas como las estrellas”.
 Lezama el poeta transformado en Lezama novelista está hablando (¡por supuesto!) del mar y los cigarros. Alude incluso a la “vitola inmensurable del centinela”. Más tarde, escribe acerca de “dos cajas de puros con grabados alusivos a las delicias de los fumadores”. Se atreve a describir extensamente el contenido del cromo. “Uno de los grabados mostraba en su parte superior una banderola que decía: La Granja. En la parte inferior del grabado decía otra inscripción: Tabaco superior de Vueltabajo. Más abajo una dirección: Calle de la Amargura, 6, Habana”. Paradiso es un libro increíble –todo humo, todo zumbido. Antes de que uno de los personajes (gran fumador de puros) muera, tras haberse ido en taxi con un amigo guitarrista, este último le canta esta canción, consolación devota del deseo:
 Naipes en la arenera
 fija la noche entera
 la eternidad… y a fumar.

 “¿Ortiz o Lezama?”, Puro humo, Madrid, Alfaguara, 2000, pp. 243-44. 

No hay comentarios: