René Ariza
Qué trampa tan bien hecha nos han hecho
que somos el ratón y la carnada
la pared y la punta de la espada
el embudo y su cono más estrecho
¡Qué modo de torcernos tan derecho:
a un mismo tiempo crimen y coartada,
Se escucha en la atmósfera enlutada
un ronronear de gato satisfecho.
Y un grito que penetra por el pecho
y un dolor de pared ensangrentada;
y un veneno que a gota destilada
baja a la ancha miel, de otros provecho.
¡Qué trampa tan bien hecha y adornada
con nuestro propio estilo contrahecho!
Prisión de El Morro (1976)
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