viernes, 10 de mayo de 2024

Coventry Patmore


 Eliseo Diego 

 Si nos guiamos por la arrogancia de su cabeza de águila, no debió ser muy fácil llamar amigo a Coventry Patmore. Y sin embargo, sus versos están tramados con hebras de compasión y ternura.

 Su cada día transcurrió a la luz del gas que iluminó a Victoria, la Reina. O más bien su cada noche, pues el día es siempre cosa del sol, a quien no interesan mucho los reinados ni los inventos de los hombres.

 Divagaciones, a mi juicio, pertinentes en el caso de Patmore, ya que los mejores poemas que escribió brotan todos de su vida inmediata, cotidiana -de sus noches y sus días. Nada más inmediato, por ejemplo, que la muerte de la mujer de uno.

 Los versos titulados “Departure” (literalmente “La Partida”, si bien en español me pareció mejor “La despedida”), están dedicados a su primera mujer, Emilia Augusta, muerta el 5 de julio de 1862. Pasaron varios días solos antes del final, ya que a los niños los habían enviado a casa de unos amigos. Ni siquiera la más discreta imaginación se atrevería a perturbar la intimidad de aquellas últimas horas en fuga. Cruzaremos en silencio junto a la gran casa en penumbra, o corridas las cortinas, y al otro lado la trémula luz de gas agonizante. Donde pronto comenzarán a aparecer las palabras terribles de la despedida, que ojalá sirvan de consuelo a quien reciba un golpe parecido.

 De algún modo Patmore debió escandalizar a sus contemporáneos. Se hizo católico hacia el final de su vida. Trató algunos temas que sin duda estimarían de dudoso buen gusto, como su “Oda al cuerpo humano”. Y se valió de palabras y conceptos familiares, no estéticos, incluso para aproximarse a complejas abstracciones, dentro de estructuras rítmicas de su propio diseño.

 Fue amigo de Gerald Manley Hopkins, el joven jesuita que escribió para cincuenta años más allá de su tiempo. Comparte con Robert Bridges, también amigo de Hopkins, el don de haber leído aquellos manuscritos como desde la posteridad que ahora somos, y el mérito de haberlo preservado para nosotros.


 

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