jueves, 14 de abril de 2011

Al incendio del barrio de Jesús María extramuros, acaecido el día 25 de abril de 1802.










(fragmentos)



Viento y fuego por igual
Para empezar su porfía
Toman de Jesús María
Principio en la calle Real:
Con intrepidez mortal
Dan fin a Puerto-Escondido;
Y despreciando el gemido
De tanta gente angustiada
Desfiló por la Calzada
El incendio enfurecido.

Devorado el vecindario
De tan divino Sagrado
Pasó a los Sitios, soplado
Del infernal adversario:
En ellos cobró el salario
Del desconsuelo mayor;
Pero allí su activo ardor
Terminó, cuyo accidente
Fue aplaudido tristemente
En la esfera del dolor.

Volvamos a recorrer
El espectáculo horrendo
De lo que voy refiriendo
Y acaba de suceder:
¿Qué es lo que se deja ver?
Solo a la muerte que goza
Con potestad imperiosa
El blasón de la victoria,
Triunfando sobre la escoria
De ruina tan espantosa.

Allí se mira rendida
A una madre desgraciada
Que dió la vida abrasada
Con el hijo de su vida:
Más allá sin acogida
Al joven y a la doncella,
Sin que la voraz centella
Del fuego prestase audiencia
Ni aun a la incauta inocencia,
Pues más se cebaba en ella.

Corred la vista mortales
Por tan infausta tragedia,
Y mirad si se remedia
el móvil de tantos males:
¿Decid gratos y leales
Si se enmendará tal suerte?
No es posible, pues se advierte
Por tan rígido ademán
Existir sobre su plan
El imperio de la muerte.

Decid víctimas fatales
Del destrozo el más severo
¿Quién sois? ¿y qué impulso fiero
Os motivó tanto males?
Mas por lóbregas señales
Capaces de comprender,
Bien se viene a conocer
Que sois vestigios oscuros
De los barrios extramuros
A donde reinó el placer.

Ardió de Jesús María
Parte de la calle Real,
Bajando el fuego infernal
Al manglar que todo ardía:
Arruinó con tiranía
A Puerto-Escondido, y
Advierta el discreto aquí,
Que su escondida malicia
Por la divina justicia
Quedó descubierta allí.

Dejó con el mismo ardor
A Guadalupe abrasada,
Descalzando a su calzada
Del lujo y todo esplendor:
San Nicolás ¡qué dolor!
Fue reducido a ceniza;
Y si hacemos la pesquisa
Veremos con sencillez
Que el sacrilegio tal vez
Fue la materia precisa.

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