martes, 3 de octubre de 2017

Sobre poesía



  José Lezama Lima

 Existe una función creadora en el hombre, trascendental-orgánica, como existe en el organismo la función que crea la sangre. La poiética y la hematopoiética tienen idéntica finalidad. Instante en que lo inorgánico se transforma en respirante, es decir, en que aparece el espacio asimilado, pues la respiración es el espacio asimilado que se devuelve. En una superficie de metal, ágata o piedra, el aire es refractado, devuelto; el vegetal lo incorpora, pero sin posibilidad ele diálogo. El hombre solamente asimila el espacio y lo devuelve con un logos, con un sentido, es el verbo. El verbo era Dios y Dios era el verbo, los dos espacios, el exterior y el interior, el visible y el invisible se comunican, o mejor, están ya en la unidad. La frase de Heráclito, en el sueño el alma tiene ojos ele lince, y la ele Bloy, la mejor música es la respiración de los santos, coinciden por igual la vigilia y el sueño, la agudeza y lo vegetativo, el oleaje y el mirador. En el sueño, tal como aparece en las teogonías, el alma unida al aliento universal se refugia entre las dos cejas, el O H M, por eso los antiguos afirmaban que si en el sueño golpeáramos esa región con un martillo de plata, el hombre muere. De tal manera que el verbo aparece como la imagen de lo estelar. Voz, verbo e imagen, trilogía que sólo acompaña al hombre. En la respiración del hombre se conjuga por instantes el verbo, la voz, la imagen con lo telúrico de las entrañas. El espacio más secreto del hombre se transfigura con la llegada de lo estelar.
 En el mundo griego se reemplaza esa imagen de lo estelar por la terateia y la identidad.
 Sobre el fondo de la identidad se verifican las incesantes metamorfosis, es decir, porque A es igual a A, este ciervo es aquel árbol, esta capa es el escudo de Aquiles.
  Ejemplos de terateia: el fondo de Prometeo, en las rocas del Cáucaso recibe la visita de Io, de la familia de las inaqueas, perseguida por los tábanos por haberse negado a entregarse a Júpiter.
 En la Hécuba, de Eurípides, más ejemplos de terateia, un muerto, un morador de las sombras, nos dice de pronto: Si vosotros, que tan espantados miráis, deseáis conocerme, sabe el que yo soy el alma de Polidoro, hijo del rey de Príamo, que ahora vengo de las hondas cavernas del infierno, llenas de espanto y tinieblas, a ver otra vez esta lumbre del cielo.
 Al surgir el mundo católico la poesía adquiere pesadumbre y gravitación.
 Una frase de San Pablo: Charitas omnia credit, la caridad todo lo cree. Eterno juego de la balanza entre la gracia y la caridad, entre el demiurgo y el hombre.
 Otra frase de Pascal: La fe es la sustancia de lo inexistente. Supera y profundiza el mundo griego, lo inexistente, se sustantiviza. Surge la máxima absurdidad en el hombre, es la máxima sustantividad, la resurrección.
 La totalidad de la creencia, de la fe, es la infinita posibilidad, es decir, la resurrección.
 El potens aparece entre los etruscos, el si es posible. A esto se añade el latino Hoc age, hazlo.  El potens por la imagen hace posible la sobrenaturaleza, el virgo potens.
  Se escinde el mundo antiguo. La poesía griega fundamentada en la terateia y en la metamorfosis, y la nueva poesía fundamentada en la gracia, la caridad y la sobrenaturaleza.
 Definición del potens: lo imposible moviéndose en la infinitud engendra un potens que es la imagen posible.
 Cuando me acercaba a mi madurez, vi cómo lo cuantitativo, lecturas diversas, experiencias, esperas y apresuramientos, se iba trocando en cualitativo. Es el momento, según Descartes, en que la ceniza se convierte en cristal.
  Frase del Abate Vogler: Hacer de tres no un cuarto sonido sino un astro. 
 Ese sentimiento está también en el pueblo. Véase la copla:

Tres palabras suenan,
al fin de tres sueños,
y las tres desvelan.
La primera es tu nombre,
la segunda el nombre de ella.
Te daré más que me pidas,
si me dices la tercera.

 El Uno, la diada, el terciario, el fervor del ascendit, los invade y recorre.
 Desde la tetractis (Dios, la justicia apolínea, el juramento, la pirámide, la invocación) hasta el septenario, el ritmo (din don din don din don din) se establece una pausa, lo que nuestros clásicos llamaban un retiramiento, que es el que llena la poiesis, la poesía.
 Caminos de la poesía:
a) La ocupatio de los estoicos. El agua que se prolonga tapa todas las grietas.
b) Las vivencias oblicuas. El conmutador que se enciende y engendra una cascada en el Ontario.
e) El súbito. Vogel (pájaro), Vogel baner (jaula para pájaros), Vogelon (el acto sexual)...
d) Lo hipertélico. Destruye al crear. Acto que va más allá de su finalidad.
e) El icneumon. La rata del faraón que se come los huevos del cocodrilo, si no las márgenes del Nilo serían inhabitables.
f) Es creíble porque es increíble: el hijo de Dios murió.
g) Es cierto porque es imposible: y después de muerto resucitó.
h) La resurrección: se siembra en un cuerpo material, pero se renace en un cuerpo espiritual.
Superación de la frase de Heidegger: el hombre es un ser para la muerte. ¿Y el poeta? Es el ser que crea la nueva causalidad de la resurrección.

 Poesía, poema y poeta

 Épocas de gran poesía sin poetas. Desde Augusto hasta el siglo XIII, en que aparece el Dante, no hay en Europa grandes poetas. Sin embargo, es el período merovingio (Carlomagno) y de la construcción de las grandes catedrales.
 Poema: un espacio resistente entre la progresión de la metáfora y el cubrefuego de la imagen.
 Poeta: el que toca ese espacio resistente, como posibiliter.
 Poesía: las esencias expresadas por las eras imaginarias.
 "Como la verdadera naturaleza se ha perdido, todo puede ser naturaleza".
 Pascal. Poner la imagen sustituyendo a la naturaleza. Eliminación de todo dualismo, de la causalidad, de las diecisiete categorías kantianas   y de lo condicionado kantiano.
 Los experimentis sortes. Hay que experimentar un poco al azar. Aquella terateia, maravilla y excepción, para los griegos; lo maravilloso natural, la Fata Morgana de los surrealistas, están en la revolución. El poeta se sacraliza en las eras imaginarias, cuya raíz es la revolución.
 La poesía, el ser causal para la resurrección, vence a la muerte.


 Ponencia presentada al Congreso Cultural de La Habana, en enero de 1968. 
  
 Fotografía de Iván Cañas (1976).
  
 El Caimán Barbudo, marzo de 1962; Maldoror, 3º trimestre, 1968, pp. 16-18; Imagen y posibilidad, Letras Cubanas, 1981, p. 126. 

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