¡Si
vieras, Delio, que divinamente
Entró el joven Filandro en el estrado!
¡Qué marcial! ¡Qué rendido! ¡Qué elocuente!
Entró el joven Filandro en el estrado!
¡Qué marcial! ¡Qué rendido! ¡Qué elocuente!
¡Si
oyeras con qué acento delicado
Frunciendo
la bocaza desmedida
A Cintia saludó lleno de agrado!
A Cintia saludó lleno de agrado!
Sin
duda imaginé que enternecida
Derramaba su voz con eficacia
Los postreros alientos de su vida:
Derramaba su voz con eficacia
Los postreros alientos de su vida:
En
armónicas voces con tal gracia
Tan tierno se explicó como pudiera
Decirlo en verso el músico de Tracia:
Tan tierno se explicó como pudiera
Decirlo en verso el músico de Tracia:
En
centellas de amor viviente hoguera,
Furioso desató después su labia,
Cual si demonio o torbellino fuera:
Furioso desató después su labia,
Cual si demonio o torbellino fuera:
¡Qué
de agudezas ensartó su rabia!
¡Qué encendidos suspiros repetía
Tratando a Cintia de discreta y sabia!
¡Qué encendidos suspiros repetía
Tratando a Cintia de discreta y sabia!
Mil
reflexiones de filosofía
Abortó su cerebro turbulento
Revolviendo oratoria y teología.
Abortó su cerebro turbulento
Revolviendo oratoria y teología.
Que
era el placer, decía, su nutrimento,
Y que nunca vivir pudiera tanto
Demócrito, a no ser su humor contento.
Y que nunca vivir pudiera tanto
Demócrito, a no ser su humor contento.
Dijo,
que Homero dormitó en un canto,
Y que a Virgilio le dictó una musa
Beata, cubierta con humilde manto.
Y que a Virgilio le dictó una musa
Beata, cubierta con humilde manto.
De
aquí, creyéndose con ciencia infusa,
En las ancas se sube del Pegaso,
Y la sangre vomita de Medusa.
La Flérida aplaudió de Garcilaso,
Y a Horacio, solo por su Gilcerea,
Un laurel le tributa del parnaso.
En las ancas se sube del Pegaso,
Y la sangre vomita de Medusa.
La Flérida aplaudió de Garcilaso,
Y a Horacio, solo por su Gilcerea,
Un laurel le tributa del parnaso.
Ardiendo
en fiebre su voraz idea
Trató de la milicia y del aprecio
Que adquiere el hombre que en su honor se emplea.
Trató de la milicia y del aprecio
Que adquiere el hombre que en su honor se emplea.
¡Con
qué marcial valor, con qué desprecio
Se presenta al peligro! ¡Cómo hablaba
De Polibio, de César y Vegecio!
Se presenta al peligro! ¡Cómo hablaba
De Polibio, de César y Vegecio!
Todo
en sangre teñido se juzgaba,
Y con tanto furor pintó la escena,
Que entre heridos y muertos se paseaba:
Y con tanto furor pintó la escena,
Que entre heridos y muertos se paseaba:
A
veces indicó con faz serena
Que era aun más que el Maxedon temido,
Y experto militar más que Turena.
Que era aun más que el Maxedon temido,
Y experto militar más que Turena.
Con
tan pedante idioma presumido
Cree Filandro que Cintia a sus razones
De amor tuviera el pecho derretido.
Cree Filandro que Cintia a sus razones
De amor tuviera el pecho derretido.
¿Y
habrá, Delio, quién sufra estos simplones,
Sin que tantas les demos pesadumbres,
Cuantas son sus ridículas acciones?
Sin que tantas les demos pesadumbres,
Cuantas son sus ridículas acciones?
En
un tiempo atacaron las costumbres
Un Persio, un Juvenal y Despró en Francia (1),
Hablando la verdad sin servidumbres:
¿Y
no habrá quien arrostre con constanciaUn Persio, un Juvenal y Despró en Francia (1),
Hablando la verdad sin servidumbres:
Sosteniendo la guerra a estos galanes
Boqui-lobos sin juicio, y sin sustancia?
Mas
volviendo a Filandro, con qué afán
Variaba cual Proteo de postura,
Con mil raros odiosos ademanes:
Variaba cual Proteo de postura,
Con mil raros odiosos ademanes:
¡Noble
héroe de Tetuán! ¡Bella figura!
Imagen de Narciso en la campaña,
Y Marte en los estrados de hermosura!
¿A
quién no diera risa ver la extrañaImagen de Narciso en la campaña,
Y Marte en los estrados de hermosura!
Expresión de su rostro afeminado,
Y el aliño en su porte como engaña?
Casaca
hasta el tobillo, cuello alzado,
Malagueña patilla, gran corbata,
Y en la oreja un pendiente atumbagado:
Malagueña patilla, gran corbata,
Y en la oreja un pendiente atumbagado:
Un
jubón por chaleco, donde ata
De botones millares de millones,
Mas no sé si de estaño o si de plata:
De botones millares de millones,
Mas no sé si de estaño o si de plata:
Reluciente
el zapato sin talones,
Atrevido de punta, y levantado
Como cola de sierpes o escorpiones:
Atrevido de punta, y levantado
Como cola de sierpes o escorpiones:
El
cabello llevaba perfumado
De aromas, y las calzas tan tirantes
Como cuerdas de violín templado:
De aromas, y las calzas tan tirantes
Como cuerdas de violín templado:
Ya
tomaba la muestra, ya los guantes,
O ya erguida estirando la garganta,
Imitaba a los trágicos farsantes:
O ya erguida estirando la garganta,
Imitaba a los trágicos farsantes:
De
repente del sitio se levanta,
Y templando orgulloso una vihuela,
Cual dulce Cisne con su voz encanta:
Y templando orgulloso una vihuela,
Cual dulce Cisne con su voz encanta:
Mas
dejando la irónica Loguela,
Fue preciso en obsequio de la vida
Fingir que a Cintia le dolía una muela:
Fue preciso en obsequio de la vida
Fingir que a Cintia le dolía una muela:
Pero
¡oh que cara fue la trama urdida!
Si en citar lenitivos se desboca
Cual fiero potro que rompió la brida:
Si en citar lenitivos se desboca
Cual fiero potro que rompió la brida:
¡O
quién allí le diera un tapa-boca!
Cuando ofrece en modelos desiguales
Por cada diente una marina roca.
Cuando ofrece en modelos desiguales
Por cada diente una marina roca.
Ni
el Can trifance, ni las infernales
Crueles Furias, ni el Báratro aposento
Exhalarán alientos tan mortales.
Volvió después con grave sentimiento
A expresar más rendido sus amores,
Repitiéndole a Cintia su ardimiento;
Crueles Furias, ni el Báratro aposento
Exhalarán alientos tan mortales.
Volvió después con grave sentimiento
A expresar más rendido sus amores,
Repitiéndole a Cintia su ardimiento;
Comparó
sus mejillas con las flores;
A sus ojos llamaba dulce fuego,
Que eclipsaban del sol los resplandores.
A sus ojos llamaba dulce fuego,
Que eclipsaban del sol los resplandores.
Hubo
aquello de gemir; y luego
Después que se ausentó con aparato,
Vine, Delio, con gran desasosiego
A casa para enviarte ese retrato.
Después que se ausentó con aparato,
Vine, Delio, con gran desasosiego
A casa para enviarte ese retrato.
Atribuible a Manuel de Zequeira y Arango. Fue recogido en Colección de poesías arregladas por un aficionado a las musas, La Habana, 1833, Tomo-I, pp. 43-46.
(1)Podría ser Desproux, por Pierre-Louis Moreau-Desproux, militar y arquitecto francés guillotinado en 1794.
(1)Podría ser Desproux, por Pierre-Louis Moreau-Desproux, militar y arquitecto francés guillotinado en 1794.
No hay comentarios:
Publicar un comentario