miércoles, 28 de marzo de 2018

Volador de fondo




 En una estadística de mortalidad que alberga el Archivo Nacional de Cuba consta, al margen, esta curiosa historia. 
                       
 En marzo de 1857 falleció en Sagua la Grande un negro liberto cuya edad se cifraba en 116 años. Se llamaba Juan Antonio Saldaña y el suyo no era solo un récord de longevidad sino también de resistencia. 

 Trabajó como constructor de barcos en diversos astilleros, pero sin dejar por ello de practicar hasta su muerte un segundo oficio por el que era admirado y, a la vez, temido: el de servir de correo entre Trinidad y La Habana. 

 “Tal era la velocidad con que hacía sus viajes que en tres días iba de un punto al otro, de donde le vino el apodo de El Brujo”, reza el documento. 

 Circulaba la sospecha de que hacía aquel recorrido con artimañas de volador, es decir, convertido en pájaro. Al morir se tomaron precauciones como quemar sus pertenencias y enterrarlo en las afueras del cementerio. 

                                
                                   P. M. de A.




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