Rosendo Apolcaterra
Los acontecimientos revolucionarios que han
sucedido en estos últimos días en Cuba, son pocos, pero tienen la significación
palpable que el pueblo persiste en derribar la tiranía machadista. Una noble y
heroica juventud se juega la vida en las calles de la Habana con un estoicismo
que no tiene paralelo con ningún gesto revolucionario que ha pasado en Cuba. Y
Machado, “el destripador Antillano” se ensaña en esa noble juventud.
L
os esbirros que comanda Machado, han asesinado en estos días a dos niños. Uno
de ellos fue Puig Jordán. Como ya informé en pasada crónica y lo recordará el
lector, este niño era uno de los que iban en el auto que se volcó y que se dijo
que iban a agredir a Arsenio Ortiz. Este muchacho murió a causa de las heridas
que recibió. Puig Jordán, en compañía de otros jóvenes iban en un auto siguiendo
el en que viajaba Ortiz junto con cuatro o cinco asesinos más. El ex-policía de
obras públicas Francisco Cepero, que después que salió de policía siguió
delatando y persiguiendo, como viera la máquina donde iban los jóvenes se lo
comunicó al chacal de Oriente; así fue que al acercársele la máquina, los
asesinos empezaron a disparar, teniendo los jóvenes la desgracia que cuando
fueron a esquivar los balazos se les volcó el auto y estando debajo recibieron
algunos disparos a quemarropa, pues la máquina los aprisionó cuando les cavó
encima. Y Puig Jordán, que fue uno de los heridos graves, murió hace unos días.
El ex policía Francisco Cepero, pagó con su vida su delación. Le tendieron una emboscada
donde tuvo la desgracia de caer; y una mañana apareció casi degollado y con un
tiro en la cabeza, en uno de los barrios de la Habana.
Otro de los niños es González Rubiera, que tenía
17 años, igual que Puig Jordán, A este joven por creerlo cómplice de los
atentados que contra los sicarios del Machado se han efectuado, lo detuvieron y
al poco rato lo llevaron maniatado en un auto para un barrio de la Habana y
allí le dieron once balazos. A los pocos días, por sospechas, también asesinaron
al joven Pío Álvarez de 25 años y el I3 o 14 de enero los esbirros también asesinaron
en la barriada del Cerro al joven Mariano González Gutiérrez. Según hicieron constar
los miembros policíacos, este infortunado joven estaba en compañía de otros
blindando un camión.
El caso del joven González Gutiérrez, ha tenido
por consecuencia que el Encargado de Negocios de España en Cuba, Rafael Forns, visitara
a Ferrara, Secretario de Estado y uno de los sostenedores más recalcitrantes de
la tiranía machadista con su secuela de crímenes. No sabemos lo que tratarían
tan "dignos señores”; pero nosotros que hemos seguido la obra de los
cónsules españoles en Cuba, en cuanto a estos hechos repugnantes y odiosos que
han llevado a cabo las distintas tiranías por las que ha pasado Cuba, no
solamente en la persona de los españoles, sino en la de jamaiquinos, haitianos,
colombianos, chinos, etcétera, sabemos, que Rafael Forns "arreglará” todo.
Y no queremos creer que Forns, haga como algunos cónsules españoles que
callaron el crimen “por una colonia de caña”. Esos cónsules que comerciaron más
de una vez con el crimen no fueron solamente los españoles, fueron también los
de otras nacionalidades.
Más de docenas de crímenes conocemos en la
persona de trabajadores de distintas nacionalidades que es un bochorno para el
pueblo de Cuba. Sobre todo en las colonias de cañas y en los centrales azucareros,
más de un crimen se ha perpetrado por la guardia rural y jurada que han sido feroces
ensañamientos. En Cuba, cada plantón de caña tiene una tragedia, un crimen;
donde siempre fue un trabajador que protestó de las injusticias que sufriera por
un trabajo esclavo. Así es, que si el Encargado de Negocios en Cuba, Rafael
Forns, quiere averiguar algunos crímenes efectuados en la persona de sus
compatriotas, yo se lo puedo notificar. Y si es que quiere empezar ya, como
inmediato le podemos indicar el del «españolito» en Santiago de Cuba y el de Bruzón
en la Habana ; el primero muerto a tiros por A. Ortiz y el segundo mandado echar
a los tiburones por Machado, junto a la prisión de La Cabaña. En este crimen
horripílame, el ruso Yalob, acompañó en la misma suerte a Bruzón.
Se nos había olvidado un crimen que vamos a
relatar cómo se efectuó. Se nos olvidó porque revisando estas crónicas donde
creíamos que hubiese salido, con gran sorpresa nuestra, notamos esta omisión.
Lo sentimos muy de veras, ya que la responsabilidad que nos atañe de ir
denunciando todos estos crímenes a la faz del mundo, es para no dejar un solo
hecho en olvido.
¡Para los crímenes que ha efectuado la tiranía
de Machado, necesita el pueblo de Cuba marcar un día del año que sea de luto
nacional! ¡Ese día puede ser, cuando el repugnante Presidente deje libre al
pueblo de sus feroces instintos!
He aquí el crimen al que nos referimos: Los
hermanos Floro y Guillermo Pérez Díaz de Santiago de Cuba, vinieron a la Habana.
Esto sucedió el año pasado. Uno de los hermanos, Floro, en Santiago de Cuba
donde era estudiante de aquel Instituto Provincial, sostuvo más de una protesta
contra el machadato y contra los crímenes de Arsenio Ortiz que verificó en el
propio Santiago de Cuba siendo supervisor militar en esa ciudad. Junto con su
hermano, tuvo un día la desgraciada ocurrencia de venir donde serían asesinados.
Ambos hermanos se hospedaron en una casa de huéspedes y parece que un alma ruin
los delató al Comandante Trujillo, Superior de la Policía de Gobernación y uno de
los asesinos más distinguidos que sirven a Machado. Pronto los desdichados
jóvenes cayeron en manos de Trujillo. Como a la una de la madrugada, acompañado
de otros individuos de tan baja estofa como el mismo Comandante, asaltaron la
habitación donde dormían los hermanos. Allí recogieron todo lo que pertenecía a
los jóvenes, pues no querían dejar huellas de tan bárbaro asesinato, inclusive,
entre Trujillo y sus secuaces les robaron prendas y dinero a los jóvenes, pues
ellos traían como cuatrocientos pesos de Santiago de Cuba.
Aquella misma madrugada el Comandante Trujillo
le avisó a Arsenio Ortiz, que había detenido a dos individuos que eran presos
de importancia. El chacal de Oriente visitó a los dos hermanos y dirigiéndose a
Floro, le dijo:
¿Usted no se acuerda que tenemos un duelo
pactado? La bestia humana chasqueaba la lengua. Paladeaba a las víctimas que el
"condescendiente” Trujillo le entregaba. Al siguiente día en un barrio de
la Habana, aparecieron asesinados, y para que el crimen tuviera toda la forma
de la inquisición implantada en Cuba por Machado, los cadáveres tenían horribles
mutilaciones por las torturas que sufrieron antes de morir.
Tenemos que manifestar a nuestros lectores, que
hoy día 26 de enero de 1925, cuando trazo las presentes líneas, se nota en el
ambiente de la nación una relativa tranquilidad, pero sabemos que eso es una
pequeña tregua; presentimos sensacionales acontecimientos para muy en breve.
En estos últimos días también se ha hablado
mucho de una intervención americana. No sabemos si es Machado al que le interesa
o es a los políticos pseudo revolucionarios que están en los Estados Unidos. Ahora,
lo que si yo sé decir, es, que si en Cuba hubiese una intervención por parte
del gobierno americano, en estos momentos en que un pueblo se juega la vida por
su libertad, sin que Machado y sus secuaces fueran recluidos en prisiones y que
purgaran tantos crímenes y latrocinios hechos, la dinamita y la "perdigonada"
en las calles de la Habana sembrarían la desolación y la muerte. Nosotros sabemos
que ahora no se puede hacer una "intervención” como aquella cuando vino Mr.
Magoon en 1906; aquel borrachín que en contubernio con los "generalotes”
cubanos se robó los millones que pertenecían al erario público. Cuando este
americano borracho y ladrón vino a “dirigir” los destinos del pueblo de Cuba
mandado por el gobierno americano, los cubanos vivían fanatizados por la política,
y, además, no se notaba en ellos o no habían aprendido la cierta conciencia revolucionaria
que tienen hoy.
La
revista blanca, no. 237, 1ro de abril de 1933, pp. 657-58.
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