domingo, 14 de julio de 2024

De Cernuda a Lezama II

 

 Calle Tres Cruces, 11 

 Coyoacán

 México, D. F. 

 4 de diciembre 1953


 Querido Lezama: 

 Hace tiempo que quería escribirle y darle las gracias por el envío de Analecta del reloj, su libro tan inusitado en cualquier tierra de habla española, admirable y diabólicamente hermético. Pero no es usted autor de lectura, no digo ya fácil, ni siquiera difícil, sino recóndita, y exige tanto empeño y concentración como su trabajo ahincado y reconcentrado merece.

 En estos días he hablado de usted y de su poesía con Octavio Paz, que está ahora de regreso en México, y los dos sentimos muy vivo interés por sus escritos.

 Ya le escribí a Pepe Rodríguez, hace tiempo, sobre la admiración y la extrañeza que sentí al leer su estudio acerca de Góngora cuando se publicó en "Orígenes". 

 No crea, al oírme estas palabras de extrañeza, hermético, recóndito, en prejuicio alguno. Trato de reconocer una cualidad suya o reacción de lector mía, nada más, sin que ello represente opinión favorable o desfavorable. No sé si decirle que prefiero los dos estudios sobre Garcilaso y sobre Góngora. Me extraña que no haya usted dedicado a Quevedo un ensayo más amplio, porque creo que es usted de estirpe netamente quevedesca, tan arriscado del intelecto y verbo como don Francisco.

 Como es usted tan buen lector, no sé si a sus manos habrá llegado algún libro de un escritor paisano mío, pero desconocido o poco menos fuera de Sevilla: José María Izquierdo. Se lo pregunto porque me encuentro en usted con el verbo artizar, que José María Izquierdo había acuñado y que en nadie se repitió, que yo sepa.

 Perdone estas líneas insuficientes para el interés, el gusto y la admiración con que he leído su libro. Pero no son estos momentos buenos para mí, y hasta escribir una carta es cosa penosa.

                               

                   Saludos afectuosos de su amigo

  

                                     Luis Cernuda


 Recopilación de textos sobre José Lezama Lima (ed. Pedro Simón), Casa de las Américas, La Habana, 1970, p. 309. 


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