domingo, 15 de enero de 2012

El Fígaro. Semanario de Sports y de Literatura. Órgano del Base-Ball





 A Nuestros Lectores

 Hace algún tiempo que se venía notando en esta capital la falta de un periódico consagrado a defender los intereses del sport en general y muy especialmente los del juego de Base Ball, que tantos aficionados cuenta entre nosotros; falta que se hacía tanto más de notar cuanto que es incuestionable que el entusiasmo por este higiénico ejercicio, lejos de apagarse, se aviva cada vez más y adquiere un poderoso ascendiente en todas las clases de nuestra sociedad. Baste si no a demostrarlo el hecho de que apenas se anunció el incentivo de un “Champione Verand” aprestáronse a la lucha numerosos Clubs, cuyos jugadores, entusiastas todos, han despertado con sus notables jugadas tanto interés y han atraído tantos espectadores, que, más que match de aficionados, parecíamos presentar el reñido encuentro de nuestros esforzados campeones de primera línea.
 A satisfacer esa necesidad obedece la fundación de este semanario. Bien sabemos que otros, con más títulos y talento que nosotros, hubieran podido llenar este vacío; precisamente a suplir lo que ellos no quieren o no pueden hacer es a lo que vamos al estadio de la prensa, si desposados de pretensiones literarias, animados de noble propósito. Verdad es que la idea de fundar una publicación periódica, sin título literario alguno que ostentar, sin más fin que defender los intereses del sport en esta isla, y ser, en una palabra, su órgano más caracterizado, es empresa ardua y encargo superior a nuestras débiles fuerzas; halágamos, sin embargo, la lisonjera esperanza de que nuestro modesto escenario será simpáticamente acogido por lo que, de veras, se interesen por el desarrollo y progreso de tan beneficioso juego y muy especialmente por los Clubs de Base Ball que existen constituidos en esta capital, a lo que ofrecemos, desde luego, nuestras columnas, para los escritos que deseen publicar, siempre que los inspire un espíritu de recta justicia y obedezcan a la más estricta imparcialidad.
 Y en verdad, que un semanario dedicado a difundir y propagar el entusiasmo por el divertido juego norteamericano, ha de merecer bien el público. Por fortuna, nuestra juventud de hoy, iluminada por la clara luz de la razón, abandona ya esos rincones tenebrosos donde se anida el vicio y acude a prestar concurso a la obra de la cultura de su patria; por eso no solo se apresta valerosa a esas contiendas de la inteligencia en que se lucha por encontrar solución práctica a los graves problemas que hoy agitan la opinión, si que también acude allí donde puede desarrollar sus fuerzas materiales, porque sabe que es la gimnasia venero riquísimo de salud y que es ésta la base para dedicarse con fruto, a los trabajos intelectuales, realizando de este modo el antiguo y sabio precepto: Mens sana in corpore sano. Y bajo este punto de vista nada como el Base Ball.
 
 El Fígaro, Año 1, no. 1, La Habana, 23 de julio de 1885. (Primera plana). 
 

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