domingo, 30 de agosto de 2020
El Arte Negro
viernes, 28 de agosto de 2020
jueves, 27 de agosto de 2020
martes, 25 de agosto de 2020
lunes, 24 de agosto de 2020
Literatura de color
Langston Hughes, Jean Toomer, Countee Cullen, son los tres más famosos poetas negros norteamericanos. El último de ellos es quizá quien de manera más honda ha acertado a expresar la condición sentimental de la "gente de color", especialmente en una famosa poesía donde el hermano negro, que también se siente americano, es enviado a comer a la cocina ("I, too, sing America —I am the dark brother —They send me to eat at the kitchen..."). Pero no son ésos los únicos poetas de color: pululan; ya en 1922 pudo publicarse un "Book of american negro poetry". Por lo demás, las aportaciones hechas a la cultura norteamericana por los intelectuales negros han sido ya registradas por V. F. Calverton en su "Anthology of american negro literature".
La literatura cubana, la antillana, por el contrario, no se avergüenza de estas notas —y estas motas— de color. Al contrario, tiende desde hace unos pocos años a reivindicarlas dándoles su justo y original valor; aun más: a elevarlas desde su primitivo asiento folklórico a un plano general, según venían propugnándolo los estudios e investigaciones de Fernando Ortiz. Poéticamente, las contribuciones más importantes incluidas en dicha antología son las del cubano Nicolás Guillen —autor de ese "Sóngoro Cosongo", tan justamente alabado— y el portorriqueño Luis Palés Matos. Pero las obras de dichos autores no hacen sino resumir y encarecer ciertas características comunes a todos los demás poetas del florilegio. En primer término, su intenso colorido, su viva plasticidad, su rítmica desaforada. Poesía recargada y llena de abalorios, como todo lo negro, con cierto aire de mascarada en lo exterior. En lo íntimo, una sensualidad candente y bullanguera es su denominador común. "Te voy a beber de un trago, —como una copa de ron;— te voy a echar en la copa —de un "son",— prieta, quemada en ti misma, —cintura de mi canción", empieza un poema de Nicolás Guillen.
martes, 18 de agosto de 2020
lunes, 17 de agosto de 2020
domingo, 16 de agosto de 2020
sábado, 15 de agosto de 2020
viernes, 14 de agosto de 2020
miércoles, 12 de agosto de 2020
martes, 11 de agosto de 2020
viernes, 7 de agosto de 2020
Ofelia
Arthur Rimbaud
I
Sobre la onda calma y negra que duermen las estrellas
como un gran lis flota la blanca Ofelia,
flota muy lentamente, mecida en sus largos velos...
—En los bosques lejanos se escuchan halalís.
Hace más de mil
años la triste Ofelia
pasa, fantasma blanco, sobre el largo río negro.
Hace más de mil años que su dulce locura
murmura su romance en la brisa nocturna.
El viento besa sus senos y despliega en corola
sus grandes velas por las aguas blandamente acunadas;
los sauces temblorosos lloran sobre su hombro,
en su vasta frente pensativa los juncos se inclinan.
Los nenúfares ajados suspiran en torno a ella:
ella a veces despierta, en un aliso dormido,
algún nido del que se escapa un minúsculo estremecimiento
de ala;
—un canto misterioso se desprende de los astros de oro.
II
¡Oh pálida Ofelia! іBella como la nieve! ¡Sí,
tú moriste, niña, por un río llevada!
—Es que los vientos que bajaban de los grandes montes
de
Noruega
te habían hablado al oído de la áspera libertad.
Es que un hálito, torciendo su inmensa cabellera,
a tu espíritu soñador llevaba extraños ruidos;
es que tu corazón escuchaba el canto de la Naturaleza
en las quejas del árbol y en los nocturnos suspiros.
Es que la voz de los mares dementes, estertor inmenso,
quebraba tu seno de niña, tan humano y tan dulce,
іes que una mañana de abril, un bello caballero pálido,
un triste loco, callado se sentó en tus rodillas!
іCielo! іAmor! ¡Libertad! іQué sueño, oh pobre Loca!
Te fundías en él como la nieve al fuego:
tus grandes visiones asfixiaban tu palabra
—y el terrible Infinito llenó de pavor tu ojo azul.
III
—Y dice el Poeta que en los rayos de las estrellas
vienes a buscar de noche las flores que cortas,
y que él ha visto sobre el agua, mecida en sus
largos velos,
a la blanca Ofelia flotando como un gran lis.
Ophélie
I
Sur l´onde calme et noire où dorment les étoiles
La blanche Ophélia flotte comme un grand lys,
Flotte très lentement, couchée en ses longs voiles.
On entend dans les bois lointains des hallalis.
Voici plus de mille ans que la triste Ophélie
Passe, fantôme blanc, sur le long fleuve noir;
Voici plus de mille ans que sa douce folie
Murmure sa romance a la brise du soir.
Le vent baise ses seins et déploie en corolle
Ses grands voiles bercés mollement par les eaux.
Les saules frissonnants pleurent sur son épaule.
Sur son gran front rêveur s´inclinent les roseaux.
Les nénuphars froissés soupirent autour d' elle.
Elle éveille parfois, dans un aune qui dort,
Quelque nid d´où s´échappe un petit frisson d'aile.
Un chant mystérieux tombe des astres d´or.
II
O pâle Ophélia, belle comme la neige,
Oui tu mourus, enfant, par un fleuve emporté:
C´est que les vents tombant des grands monts de Norvège
T´avaient parlé tout bas de l´âpre liberté!
C´ est qu´un souffle inconnu, fouettant ta chevelure,
A ton esprit rêveur portait d´etranges bruits;
Que ton coeur entendait la voix de la Nature
Dans les plaintes de l´arbre et les soupirs des nuits!
C´est que la voix des mers, comme un immense râle,
Brisait ton sein d´enfant trop humain et trop doux;
C´est qu´un matin d´avril un beau cavalier pâle,
Un pauvre fou, s´assit, muet, à tes genoux!
Ciel, Amour, Liberté: quel rêve, ô pauvre Folle!
Tu te fondais à lui comme une neige au feu;
Tes grandes visions étranglaient ta parole.
—Et l´Infini terrible effara ton oeil bleu.
III
Et le Poète dit qu´ aux rayons des étoiles
Tu viens chercher, la nuit, les fleurs que tu cueillis.
Et qu´il a vu sur l´eau, couchée en ses longs voiles,
La blanche Ophélia flotter, comme un grand lys!
Traducción de Virgilio Piñera, Poesía de Rimbaud, Editorial Arte y Literatura, La Habana, 1989.
jueves, 6 de agosto de 2020
Virgilio Piñera
Juan Carlos Flores
Animal de tiro o de parábola
cargaste todo el peso, en omóplatos lo propio
y lo
añadido:
polvo y polen y lo que no se ha reducido en círculos.
Extraño mercader,
tus paños el más exacto, alucinado mapa del país
y un espejo no apto para los cazadores de fantasmas.
Algo ejemplar: aún te vieron sonreír de orilla a orilla
con la malicia de un niño o un ratón ante la adversidad
entregarte al prohibido, devorante amor anfibio
como una dama impúdica, como querías
como que todo al final no es más que una gran broma,
un carcajearse escamado entre las sales.
Oscar Wilde tuvo su estancia gélida, el aislamiento
pudo
ser la tuya.
A la hora anunciada por los especialistas en posteridad
te convertiste en una isla, isla hundida
en qué profundo y olvidado mar oscuro.
Dispersas están las cosas que fueron prometidas,
así en la cita bíblica: debajo de la casa un tesoro,
un
alimento.
Nos decían que no, que no nos acercáramos
nos mandaban a leer a Pita, a Guillén, a cualquiera
de
los otros
nos decían que no y tuvimos que escoger, que adelantarnos
a estrella o muro empezar la partida, el naipe
de los
desorejados,
aunque tuviéramos que introducir toda la escala
en el dormido paladar de los prudentes.
Hombre, mujer o coágulo que anuda el paraíso:
Entre líneas andamos buscando, preguntándonos.
Juan Carlos Flores, “Virgilio Piñera”, Los pájaros escritos, Ediciones Unión, 1994, pp.64-65.
miércoles, 5 de agosto de 2020
¿Quién coño lee aquí a ese maricón?
Juan Goytisolo
Una primera entrevista con el Che, organizada por la Casa de las Américas, quedará en la nada: la persona encargada de acompañarte se extravía, llegáis al Ministerio de Industria resollando y el ordenanza os informa de que despacha con otros y justifica el plantón con vuestro lamentable retraso.
Te contentarás de momento con examinarle desde
la tribuna de invitados, durante las grandes festividades revolucionarias.
Fidel está en el poder; él, solamente acampa. A diferencia del primero, evita
con irónico distanciamiento cualquier tentación de servilismo y lisonja. Sus
subordinados le admiran y temen: le aureola un carisma evidente y parece
defenderse de él atrincherándose en un refugio erizado de pullas y bromas.
Cuando finalmente podrás verle será fuera de
Cuba, en Argel, adonde has ido invitado con un grupo de simpatizantes franceses
a las ceremonias conmemorativas del primer aniversario de la independencia. Che
Guevara está allí, de vuelta de un largo viaje a la URSS y Jean Daniel tiene la
idea de un magnífico scoop:
entrevistarle para L’Express sobre
esta nueva y sin duda instructiva experiencia. Telefoneas al embajador “Papito”
Serguera y os cita en la embajada la noche misma. Acudirás con puntualidad
escarmentada, pero os hará esperar a su vez en una sala de muebles modestos y
en cuya mesa central, de patas bajas, rodeada con un sofá y dos butacas,
destaca señera la edición barata de un libro: un volumen de obras teatrales
de Virgilio Piñera. Apenas el Che y Serguera aparecen, antes de saludaros y
acomodarse en el sofá, aquel repetirá tu ademán de coger el libro y, al punto,
el ejemplar del desdichado Virgilio volará por los aires al otro extremo del
salón, simultáneamente a la pregunta perentoria, ofuscada dirigida a los allí
reunidos
quién coño lee aquí a ese maricón?
¿Presentiste entonces lo que ocurriría, lo que
iba a ocurrir, lo que estaba ocurriendo a tus hermanos de vicio nefando, de
vilipendiado crimene pessimo y, junto
a ellos, a santeros, poetas, ñáñigos, lumpens, ociosos y buscavidas,
inadaptados e inadaptables a una lectura unicolor de la realidad, a la luz
disciplinada, implacable, glacial de la ideología?
En los reinos de taifa, Seix Barral, Barcelona, 1986, p. 174-75. Fotografía: Ida Kar.
martes, 4 de agosto de 2020
Diálogo con Virgilio Piñera
Luis Agüero
-¿Es cierto que la editorial italiana Feltrinelli, una de
las más importantes de toda Europa Occidental, ha comprado la opción de los
derechos internacionales de toda su obra?
-En vista de la ambigüedad de ese “¿es cierto?”, me parece
oportuno deslizar aquí la cláusula número dos del contrato que acabo de
suscribir con el editor Feltrinelli (de Milán) y que reza así:
Virgilio Piñera
concede al editor Feltrinelli los derechos mundiales exclusivos (excluyendo a
Cuba) de las siguientes obras: “Cuentos fríos, Pequeñas maniobras, La carne de René y Teatro completo, que después de este
momento se llamará “La obra” por período de veinte años.
-Su libro Cuentos fríos, publicado hace alrededor de diez
años por la editorial argentina Losada, va a ser el primero en aparecer. ¿Qué
reacción espera usted que provoque en el público europeo?
-Todo autor espera por parte del público una buena reacción…
y una “reacción en cadena”; y esto en cuanto a la (sic) formal de su pregunta y
a lo humorístico de mi respuesta. Hablando en serio diré que no tengo la menor
idea en lo que se refiere al éxito o fracaso de Cuentos fríos en lengua italiana. ¿Será un best-seller? ¿Lectores y críticos lo tirarán hastiados? De
cualquier modo, Cuentos fríos hace
tiempo que hizo sus pruebas de sangre y ha probado sus dieciséis cuarteles de
nobleza literaria. Si usted admite estos factores, estará entonces en
condiciones de pensar que mis cuentos podrían pisar la arena del circo europeo
para medirse con los leones.
-¿Considera que su obra ha ejercido alguna influencia en la
nueva generación de escritores cubanos?
-El escritor pasa las tres cuartas partes de su vida
proclamando que su obra deja sentir influencia (frase acuñada). A su vez, los
influidos pasan las tres cuartas partes de su vida negando dicha influencia.
¿Cómo ponerse de acuerdo? Por otra parte, me ha tocado en suerte ser un
escritor de “largas distancias”; ya ve usted, voy a ser traducido al italiano
(y muy probablemente a otros idiomas) pasados los cincuenta. Algunos
impacientes consideraban que me quedaría en la provincia, y ya me daban por
muerto y enterrado. Moraleja: las apariencias siempre son engañosas.
-Antes de finalizar el año, en los nuevos bolsilibros de Ediciones
Unión, aparecerá un tomo de cuentos suyos. ¿Recoge este volumen algún material
inédito?
-En efecto, lo que pudiera llamarse la segunda mitad del
libro recoge cuentos inéditos y otros publicados en revistas: Lunes de Revolución, Sur, Ficción,
Les Temps Modernes, L’Arc, Les Lettres françaises. La
primera parte recoge los Cuentos fríos,
y el título general del volumen será Cuentos,
un tomo aproximadamente de cuatrocientas páginas. Por cierto, que ante tal
profusión de cuentos siento unas ganas locas de reír, no hace mucho que alguien
se negaba a tomarme como cuentista, pues para él mi “fuerte” era el teatro.
Pues nada, mi amigo, cuentos y más cuentos.
-Usted ha cultivado
la poesía, el teatro, el cuento y la novela. ¿Cuál de estos géneros le interesa
más actualmente?
-De ser posible, me gustaría confeccionar mi plato supremo
con estos cuatro géneros literarios. Bueno, el lector se chuparía los dedos… En
la actualidad –y ayer y mañana-, me interesan enormemente todos y no le doy
preferencia a ninguno, con lo cual se la doy a todos. No es mi culpa si juego
“las cuatro bases”, y tampoco es mi culpa si otros juegan solo una y la juegan
mal. Son estos escritores fallidos los que estiman que el resto la juega tan
desdichadamente como ellos, sin percatarse que las pelotas de jonrón les pasan por
encima de sus huecas cabezas.
-¿Algo más, Piñera?
-Dar a usted las gracias por su amabilidad en entrevistarme. Darlas igualmente a los lectores de BOHEMIA. Y finalmente, dedicar mi modesto triunfo al pueblo de Cuba.
Bohemia, La Habana, 56 (35): 23, ago. 28, 1964. A 108 años de su nacimiento.