En la provincia de Yunnan se quiere mucho a los pavores reales. Son el símbolo de la felicidad. Los artistas chinos en sus danzas imitaron a los pavos reales de Yunnan, para decir a nuestro pueblo el ardiente deseo de 640 millones de ciudadanos chinos por nuestra felicidad y una vida libre y feliz.
La sencilla y vistosísima Danza de las Cintas Rojas en todo el vigor del Yangko, es popular en el Noreste de la China. Ella significa la alegría del pueblo por sus victorias.
"Cada triunfo del pueblo cubano, es una triunfo del pueblo chino", expresó el Sr. Chang Tung-chuan ante los artistas teatrales de nuestro país. Se infiere: las cintas rojas como torrentes de júbilo son un saludo para nuestra victoria.
Lo más rico y refinado del pueblo milenario de China se simbolizó antaño en el corazón de jade. El conjunto Artístico de China, es hoy la reecarnación simbólica de ese corazón dulce y maravilloso. Con voz cálida repite a nuestros espíritus que "Seiscientos cincuenta millones de chinos están con Cuba". Por ello, ha ido a todos los rincones de la Isla y en todas partes ha sido recibido con admiración entrañable. No olvidaremos sus palabras ni sus poemas, ni sus calidades artísticas. El nombre de la heroica y fraterna República Popular China, ha dejado su corazón de jade entre nosotros.
En las horas de tribulación y de amenaza; en el porvenir luminoso que nos espera, habrá de levantarse en las montañas y los llanos como un tibio viento de poesía y libertad.
También nosotros habremos de vencer al dragón que nos acecha y domaremos al tigre, devorador despiadado de los pueblos.
Luis Reyes: “La Ópera de Pekín” (fragmentos), INRA, agosto/60).
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