martes, 10 de mayo de 2011

Noticias científicas y variedades




    José Antonio Saco


   
    Caso extraordinario de pubertad

    Entre los casos extraordinarios de temprana pubertad, ninguno que sepamos, excede al de una negrita nacida en la Habana, el 6 de julio de 1821, y cuya menstruación aunque interrumpida en los primeros meses, adquirió un orden regular desde que tuvo un año. Este fenómeno mereció desde sus principios la atención de varios facultativos de aquella ciudad; y si nuestra memoria no nos engaña, el primero que le dio publicidad fue el habanero Dr. Don Ángel Cowley en una Memoria que leyó en la Sociedad Patriótica de la Habana.
En los Archivos anatómicos y fisiológicos de Mechel pertenecientes al año de 1827, se refiere otro caso extraordinario de una niña que antes de los nueve meses derramó algunas gotas de sangre; a los once tuvo una evacuación más abundante, acompañada del desenvolvimiento de los pechos y de otros signos que caracterizan la pubertad: a los catorce experimentó la tercera menstruación, y a los diez y ocho la cuarta, continuando desde entonces las demás en sus periodos ordinarios. Cuando esta niña nació, era de un tamaño regular; pero antes del mes empezó a crecer con tanta rapidez que a los nueve ya tenía el cuerpo de un muchacho de año y medio. Aunque todo el desarrollo físico de esta niña fue precoz, sus facultades intelectuales no excedían a las de los muchachos de su edad; ni tampoco se han observado en ella deseos carnales.

 
   Longevidad

   El 11 de enero de 1816 falleció en el hospital de San Juan de Dios, de la Habana, el negro libre José Meireles, natural de ella, a la edad de 115 años. El día 14 de febrero de 1820 falleció en la feligresía del Santo Cristo, de la Habana, Doña Merencia González del Castillo, a la edad de 101 años. Nació en tiempo de Felipe V el 29 de enero de 1719; gozó de una salud casi constante, y conservó todas sus fuerzas físicas y morales, dirigiendo su casa y su familia hasta los últimos días de su vida.


  Prole numerosa de una cubana

  El 9 de marzo de 1793 falleció en la ciudad de San Felipe y Santiago, en la isla de Cuba, Jacinta María Barroso a la edad de 90 años. El marqués de aquel título, mandó hacer el padrón de la familia que ella tenía, y se le contaron 14 hijos, 129 nietos, 194 bisnietos y 6 tataranietos, cuyo total es de 344. Se debe advertir que no todos sus hijos estaban casados cuando se hizo el padrón, y que ella a pesar de sus muchos partos, vivió muy sana, y con tan buena vista que todavía cosía y bordaba sin espejuelos. El padrón se formó 6 años antes de la muerte de la referida Jacinta, de manera que a la época en que esta acaeció bien pudo estar aumentada su familia.


    Mensajero Semanal desde el 9 de agosto de 1829 al 29 de enero de 1831.



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