domingo, 15 de diciembre de 2019

Rompecabezas para Milanés




Virgilio Piñera

MILANÉS
PRÓLOGO

 Sala cubana de mediados del siglo XIX. Es la de la casa del poeta J. J. Milanés. Sentada en un sillón Rita Fuentes (la madre, mujer de unos cincuenta años); en otro Álvaro Milanés (el padre, unos sesenta años). En un sofá sus hermanos Federico (27 años), Carlota (18 años). En una silla José Jacinto (29 años). La escena tiene lugar de noche. Se oye (en off) el poema de Milanés “Lágrimas”. A medida que lo escuchan se va efectuando un cambio de miradas entre todos: Rita mira a Álvaro, echa el cuerpo hacia delante como si se dispusiera a interrogarlo, pero permanece callada; Álvaro baja la vista. Carlota mira a Federico, que a su vez mira a José Jacinto. Este está como ausente de todo.

 PIÑERA: Me encuentro en la casa del poeta y loco José Jacinto Milanés. Los hechos de su vida forman un rompecabezas que nadie ha logrado armar. Ustedes y yo vamos a hacer lo imposible por armarlo, pero les adelanto desde ya que no lo lograremos.

 Al final de la pieza veremos que todo ha parado en conjeturas. (pausa) Esa es la sala de la casa del poeta. Como pueden apreciar es un interior de familia burguesa, de una familia burguesa de Matanzas. (pausa) Esa que ven ahí es Rita Fuentes (se para), la madre de José Jacinto, y ese es el padre, Álvaro Milanés. (se para) Han tenido quince hijos, algunos muertos prematuramente. (pausa) de esos quince hijos nos interesan particularmente esos tres; Carlota (la señala, ella se para); Federico (lo señala, se para) y José Jacinto (lo señala, no se para), el poeta y loco. (pausa) Familia con dificultades económicas, aunque nunca rayanas con la miseria. Son víctimas de los tabús de la sociedad colonial, entre los que señalaremos el provinciano y el católico. Los progenitores de Milanés representan el sumo poder y la suma voluntad: dan por sentada la ciega obediencia de los hijos. Esta teocracia casera los hijos la resumen en la fórmula (Carlota, Federico y José Jacinto se paran frente a los padres, y dicen al unísono): la bendición, papá… (Apagón)

CUADRO 1

 En la misma sala: en el sillón Pastora Fuentes (tía de Milanés). En el otro Carlota. En una silla Federico. En el sofá Isabel Ximeno, Ramón Ximeno e Isa Ximeno. En una silla Domingo del Monte. En otra Plutarco González. En otra Dolores (Lola) Rodríguez Valera.

 Antes de descorrerse el telón aparecerá un cartel que dice: Los parientes y amigos de Milanés hablan de él.

 Voz (en off) Federico Milanés, ¿qué puede decirnos de su hermano José Jacinto Milanés?

 FEDERICO (se para): ¿Con que usted desea saber los pormenores de la triste historia que según amiga de mi familia “hasta ahora nadie ha sabido referir”? Esta amiga me escribió confiada en que yo, y solamente yo, soy el que puede contar con todos sus dolores detalles, los sucesos, que dando lugar a tantos comentarios, permanecen, con todo eso, ignorados en su exacta realidad (pausa).


MILANÉS

 J. J. Milanés loco

 J. J. Milanés loco creado por el loco Milanés

 J. J. Milanés poeta

 El set es un laberinto constituido por tres caminos en espiral, dispuestos de tal modo que los tres conduzcan al centro. La acción de los 3 Milanés se desarrolla en dichos caminos. En cambio, los demás personajes actuarán sobre un camino circular que abarca el laberinto y que se eleva sobre este un metro, de modo que esos personajes miran a los 3 Milanés desde arriba. La acción transcurre en el término de un día: mañana, tarde y noche. El día: salida del sol. Tarde: puesta del sol. Noche: final de ésta.

EL DÍA

 MILANÉS (al fondo de su laberinto; solo se ve su cara): ¡Ay, ay, ay, ay, ay!

 MILANÉS LOCO (al fondo de su laberinto; solo se ve su cara; declamando en tono de farsa):
  ¡Ay mísero de mí, infelice,
  Apurar, cielos pretendo,
  qué delito cometí
  contra vosotros naciendo…

 MILANÉS (da unos pasos, ahora se ve su cuerpo hasta la cintura): ¡Ay, infausta estrella, aborrecible sino!


 Fragmentos 2 y 3 de una pieza en ciernes sobre Milanés, sin título en el manuscrito original. Virgilio Piñera. Teatro inconcluso, Ediciones Unión, 1990, pp. 107 y 109.

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