Dr. Nogueira Rivero (…) Nosotros hablaremos de las relaciones
entre la Psiquiatría Infantil y el Código Penal. No vamos a establecer
diferencias entre este código y el código anterior de Defensa Social. Tampoco
vamos a mencionar el articulado en una forma esquemática. Nos vamos a dedicar a
interpretar, como ha hecho el compañero jurista, la esencia de esa relación, de
este Código Penal.
Pero sí vamos a relacionar nuestros casos, los casos que
vemos en el Departamento de Psiquiatría Infantil y del Adolescente del Hospital
Psiquiátrico de La Habana, donde desempeñamos nuestra labor; en esos casos, que
son los que a diarios venimos confrontando, pues, desde luego, tratar de ver
las cuestiones que se relacionan con el Código Penal, que, como todos ustedes
saben, se puso en vigor, sustituyendo al Código de Defensa Social, el primero
de noviembre del año, 1979.
Es de señalar, de entrada, que Código Penal nuestro, como el
Código de Familia, como todas las leyes de derecho civiles, forma parte de la
superestructura jurídica del Estado. Esa superestructura del Estado,
prácticamente se ha renovado en toda su amplitud, puesto que ella tiene que
modificarse al paso de la base de la estructura de lo que constituye: la
economía, pues ésta cambia. Nosotros teníamos una economía capitalista y esa
estructura cambió a una economía socialista. Y, por eso, es que esa estructura
y las leyes, como parte de ella, tienen que integrarse en este nuevo tipo de
situación o sistema socioeconómico socialista.
(…) Nosotros en nuestro sistema socialista no tenemos una
psicoterapia socialista, pero sí tenemos una moral socialista, que es la que
nos sirve de patrón para poder llegar al seno de la familia y entronizar esa
moral socialista. Este es un hecho que no nos puede pasar inadvertido a los
psiquiatras infantiles sobre todo, porque al depender de esa formación
–principalmente en este período de transición política-
Los casos de escándalo público es curioso, una de las cosas
que nosotros más vemos, además de esa gente que anda borracha por ahí formando
lío en todos los lugares, es, por ejemplo, el típico homosexual que provoca a
las personas. Y yo tengo una anécdota de un muchacho que nunca se me olvida.
Fue traído a la consulta. Era un muchacho como de 16 o 17 años, y tenía un
hermanito de 12, que se iniciaba en problemas de homosexualidad. Los padres
esperaban a ver cuál era mi dictamen sobre el mayor. Cuando entró en mayor;
-Ven acá -le dije-, ¿tú quieres curarte?
-No –me respondió-, no me interesa.
-¿Y por qué no te interesa? –le pregunté.
-Porque a mí me gusta ser homosexual –respondió.
-Tus padres sufren por tu situación –dígole al ver esta
actitud, para ver qué respuesta me daba.
-Bueno, mire doctor… -él me dijo.
-Fíjate, lo que quisiera es que tu cambiaras en tu forma, que
te dejaras de ese afeminamiento, que está “regando” por ahí toda esta situación
–yo le decía.
-Mire, si yo no lo hiciera así, yo no podría “levantar” a
nadie –me contestó. Y esa respuesta sí tiene significación prevista en el
Código.
La pederastia activa también es algo que se castiga. Si el
muchacho es menor de 16 años, es retrasado mental, es un individuo que se le
fuerza con violencia… El otro día el doctor Mignagaray Valdés nos hacía una
anécdota de un individuo que en un central con un cuchillo en la mano amenazaba
a cualquier sujeto pequeño y cometía pederastia activa con ese sujeto. Hasta
que lo cogieron.
A los mayores, quienes utilicen como elementos de su robo a
menores, se les agrava grandemente la sentencia.
También en nuestro medio, y eso lo contempla el Código, se
castiga no muy severamente, pero se castiga, con penas hasta de tres años, a
los individuos que tienden a asociarse en pandilla con fines de crear problemas
públicos.
Yo recuerdo a un chiquito que fue traído por amaneramiento, y cuando
fue la trabajadora social a la casa, allí había una sociedad que se llamaba “La
Cochambre”, que la madre de este chiquito tenía una hija que pertenecía a “La
Cochambre”. Bueno, ya ustedes saben lo que significa la palabra cochambre. Esa
gente eran homosexuales, no se bañaban, y uno de los artículos, porque tenían
20 artículos que tenían que firmar a esa sociedad, el último era no ser
comunistas.
(Fragmento, Mesa Redonda: La Psiquiatría y el Código Penal, República de Cuba, Ministerio de Salud Pública, Hospital Psiquiátrico de La Habana, 1981).
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