Regino Boti
Hay en el niquelado
de la peana del sillón
-espejo que embruja lo circundante-
dos ojos donde una luz blanca
-dos perlas irisadas- se ha posado;
y en su entrecejo sombrío
detona la eclosión
de una pupila apaisada
donde a cuadros alterna la esmeralda con el gualda
y es como la conciencia del salón
de la peana del sillón
-espejo que embruja lo circundante-
dos ojos donde una luz blanca
-dos perlas irisadas- se ha posado;
y en su entrecejo sombrío
detona la eclosión
de una pupila apaisada
donde a cuadros alterna la esmeralda con el gualda
y es como la conciencia del salón
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