El Dr. Arístides Mestre, encargado accidentalmente de la Cátedra de Antropología, por encontrarse el Dr. Luis Montané en Europa, donde ha ido a los Congresos antropológicos de Mónaco y Turín en representación del Gobierno de Cuba, ha efectuado dos excursiones científicas en este mes de Mayo con los alumnos de Derecho matriculados en Antropología: una al Presidio y otra al Manicomio de Mazorra.
Esa clase de excursiones las llevó a cabo el Dr. Montané en el curso anterior, consecuente con el espíritu que domina en la enseñanza de la Antropología aplicada al Derecho.
Los conocimientos de la Antropología en su más amplio aspecto -comprendiendo la psicología, la psiquiatría, la medicina legal- son bien útiles para los alumnos de Derecho: esto es indiscutible a todas luces. Por otra parte, “los estudiantes de Derecho —escribe un ilustre médico— se asimilan fácilmente esos procedimientos y esos resultados; y el profesor Ferri los pone en condiciones de hacer la aplicación. Los alumnos son llevados a la cárcel, donde el profesor los inicia en el examen, les explica el arte difícil del interrogatorio; y les enseña qué investigaciones deben hacer para apreciar lo mejor posible el estado físico o moral de los criminales”.
Con ese propósito han estado los alumnos en los dos establecimientos públicos de la República. Los estudiantes de Antropología han podido, en su visita al Presidio, formarse juicio sobre si existen o no los caracteres típicos del criminal según la escuela de Lombroso. El Dr. Mestre analizó los antecedentes de varios criminales, investigando su estado mental y la relación de éste con los hechos delictuosos que hubieren cometido y por los que fueron condenados.
En la excursión a Mazorra comprobaron los alumnos los adelantos de la doctrina de la irresponsabilidad de los enajenados, los problemas de la responsabilidad parcial y total; el intervalo lúcido y los períodos de intermitencia; la simulación y la disimulación de la locura; el estado mental de los procesados, etc., etc.
Los Dres. F. Arango y J. Hortsmann, médicos internos del Hospital de Dementes, presentaron y explicaron numerosos casos interesantes, de acuerdo con un programa indicado a aquellos profesores por el Dr. Mestre.
La Revista consigna con gusto en sus columnas este progreso en la enseñanza de la Antropología de la Medicina Legal a los alumnos de Derecho; y lo hace con tanto más motivo cuanto que conoce la lentitud, todo el trabajo que ha costado el que se verificase en las principales universidades europeas, la vulgarización de la Medicina Legal en las Facultades de Derecho, las investigaciones de la ciencia antropológica aplicadas al Derecho, en su doble aspecto, penal y civil, lo que constituye, en una palabra, la Antropología jurídica propiamente dicha.
En este sentido, el esfuerzo del ilustre Dr. A. Lacassagne, de Lyon, merece recordarse con respeto y aplauso, tomarse si cabe como ejemplo por los que viven pendientes e interesados en ese género de elucubraciones que tienden a armonizar, cada vez más, la ciencia y la ley: la ley que debe recibir siempre el saludable influjo de la ciencia.
Fotografía de Santa Coloma (El Fígaro, 1906).
Revista de la Facultad de Ciencias y Letras, 1906, Vol. II, pp. 367-68.
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