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martes, 10 de julio de 2018

Confesiones de Oliverio Girondo



 — ¿Cuál es su concepto de la vida?

 — El carecer de conceptos preconcebidos sobre ella y el  de vivirla en su absurdidad admirable y en su armonía misteriosa.

 — ¿Cuál es su concepto de la poesía?

 — Mirar con nuestros propios ojos actuales el espectáculo cotidiano. Ver lo que hay de emocionante, de patético, de  inédito, de grotesco en unos guantes, en un farol, y que farol o guantes, si lo deseamos, transporten nuestra arbitrariedad con el confort de una trasatlántico.

 — ¿Cuáles son sus ideas en cuanto a la forma poética?

 — Creo que cada cual ha de buscar una que se adapte a la conformación de su estómago, de sus piernas, de su nariz.

 — ¿Y el metro?

 — ¡Adminículo de tendero!

 — ¿Y la rima?

 — ¡Tambor indígena! Trampolín que solo sirve, la mayoría de las veces, para saltar de un verso al otro, dando una pirueta en el vacío.

 — ¿En qué consiste para Vd. la felicidad?

 — En buscarla, perderla, encontrarla, volverla a buscar y pasar junto a ella, de vez en cuando, haciéndome el distraído.

 — ¿Cuál es su mayor aspiración?

 — ¡Entretenerme! Que el vuelo de una mosca ponga en movimiento todo mi mecanismo de sentir y de pensar.

 — ¿Y el poeta que más admira?

 — El último que haya leído o alguno de los que ya no leo.

 — ¿Y la obra que prefiere?

 — El Diccionario.

 — ¿Y su mayor afición?

 — Mirar el humo.

 — ¿Y su aversión mayor?

 — La filarmónica del vecino.

 — Confiésenos, por último, lo que Vd. piensa de su obra.

 — En un aviso que publiqué al anunciar Veinte poemas para ser leídos en el tranvía imaginé lo que otros pensarían sobre ella. Decía así:

 El público: Yo no lo he leído; pero según dicen los diarios….

 La crítica: No está mal, pero sería mejor si fuera todo lo contrario.

 Un aristarco: Es definitivamente malo, y sería tan malo si fuera todo lo contrario.

 Una señora: Yo prefiero La Traviata de Massenet.

 Una niña: ¡Lástima que no pueda decir que lo he leído!

 Un literato: las ilustraciones están bien: pero los poemas…

 Un dibujante: A mí el texto no me parece mal. De las ilustraciones es preferible que no hablemos.

 Un amigo: ¡Sí! Es preferible que no hablemos.

 Yo: Personalmente tengo la misma opinión de mi amigo.

  
 Social, Vol X. núm.1, enero de 1925, p. 18. Este texto apareció antes en Proa, Año I, Núm 4, 1924. 


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