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miércoles, 6 de diciembre de 2017

Salvador Massip. Una temprana recepción del psicoanálisis en Cuba




 Pedro Marqués de Armas

 Al regresar a La Habana en 1924 después de un periplo de tres años por Francia, Suiza y Alemania, Juan Portell Vilá traía entre sus múltiples credenciales la de haberse formado en los nuevos métodos terapéuticos aplicados a la educación de menores, entre ellos, el psicoanálisis. 
 Uno de sus primeros trabajos en Cuba consistió en una exhaustiva revisión de la psiquiatría insular que no excluía lo publicado hasta ese momento sobre las doctrinas de Freud, Jung, y Adler.
 De este modo, reparó en un artículo del entonces estudiante de pedagogía Salvador Massip que, con el título “El Psicoanálisis”, había aparecido en diciembre de 1911 en la emergente Revista de Educación.
 Aseguraba el psiquiatra que salvo esa excepción y la traducción en 1923 para la Crónica Médica Quirúrgica de “Las incertidumbres del psicoanálisis”, de Jean Laumonier, nadie se había ocupado en Cuba de esta materia.
 Portell no entraría a describir el texto del Massip, ni otros muchos curiosos folletos de psiquiatría que señala en su artículo; pero sí aprovechó para presentarse como el único seguidor del psicoanálisis en la isla.
 En efecto, a él se debe, en este ámbito, una producción textual sin precedentes que vino aparejada a su labor para diversas asociaciones psiquiátricas, su promoción de una Liga de Higiene Mental y, en especial, su interés en la educación sexual de la infancia que impulsaría bajo el auspicio de la Secretaría de Instrucción.
 Aunque pudieran existir referencias previas en la prensa, el artículo de Salvador Massip marca sin dudas el comienzo de la literatura psicoanalítica en Cuba. 
 Lo sorprendente es que no se trata de una reseña al uso, breve o de contenido superficial, sino de una detallada recepción, sumamente actualizada para la época, que ocupa nada menos que diez páginas.
 Su firma a apenas un año del siempre citado “Sobre psicología y psicoterapia de ciertos estados angustiosos”, del médico chileno Germán Greve Schlegel, reconocido -desde muy temprano e incluso por el propio Freud- como el primero en transmitir los conceptos psicoanalíticos en Latinoamérica, le confiere un valor particular.  
 Desde luego el texto de Massip terminó olvidado, tal vez por lo temprano del mismo, aunque, más que nada por la falta de una tradición más interesada que lo hubiera repescado.
 El psicoanálisis solo asiste en Cuba a una recepción continua a partir de 1925, tanto desde el entramado institucional de la medicina y la educación, como desde espacios societarios y a través de la prensa, sin que fuera entonces secundado con vigor por las vanguardias artísticas, para asomar con algún ímpetu en la década de 1950.  
  Reseñemos, pues, así sea a más de un siglo de distancia, y a partir de notas tomadas hace más de tres lustros, el artículo en cuestión. 

 "El Psicoanálisis", Salvador Massip. Revista de Educación, La Habana, 1911, vol. 1. Núm. 12, pp. 33-48.


 

 El futuro geógrafo cubano revisa primero los conceptos de conciencia e inconsciente, siguiendo para ello una larga línea que incluye a Hartmann, Herbart, Lipps, Wundt, Ribot, Jastrow, Janet y Myers, entre otros, para concluir en Freud. Dedica a sus diferencias y límites algunos párrafos, incluyendo una acerba crítica a los postulados de Hartmann.
 Expresa Massip que con Freud se accede al “conocimiento más original y completo sobre los fenómenos del inconsciente…”. No falta el relato sobre la relación con Breuer y los eventos que conducen a la teoría del trauma infantil, el fracaso de la hipnosis para revertir síntomas y el descubrimiento del método de la asociación libre.
 De acuerdo con Oskar Pfister, Massip señala el valor del psicoanálisis para la pedagogía y lo importante que resultara, en este sentido, la relación epistolar entre Pfister y Freud.
 Recorre luego las principales nociones elaboradas por el profesor de Viena: la tópica, la económica, las psiconeurosis, los sueños y su interpretación, delimitando cada uno de estos aspectos. Destaca así los conceptos de pre-consciente y represión, impulso sexual y regresión, y, apelando a abundantes citas del propio Freud, se interna en los síntomas y su relación con la angustia y la inhibición.
 A propósito, no faltan alusiones a los casos de Ana O. y Dora.
 Particularmente prolijo es el fragmento dedicado al sueño como expresión desplazada de deseos reprimidos y al resto de mecanismos que intervienen en la elaboración onírica.
 Apunta que la “psicología moderna debe a Freud una nueva e ingeniosa teoría sobre el inconsciente” y asimismo “la técnica con que explica sus manifestaciones, el Psicoanálisis, un método de interpretación tan profundo como sencillo”.
 El joven Massip, que entonces tenía veinte años, concluye sobre el nuevo paradigma que el psicoanálisis estaba introduciendo: “Pero la gloria legítima de Freud es haber combatido la hipótesis de Wundt de que las regiones activas situadas más allá de la conciencia no podrían ser estudiadas nunca por la psicología”.
 El texto alude además a Gustav Jung y Ernest Jones, señalando del primero algunas deferencias que ya asomaban respecto a Freud, y del segundo, su lugar en el aún incipiente movimiento psicoanalítico. 

 El contexto cubano

 En 1909 Massip matriculó Derecho Público y Pedagogía en la Universidad de La Habana. Abandonó la primera para inscribirse en Filosofía y Letras. En 1912, al año de publicado su inaugural artículo sobre el psicoanálisis, se graduó de Doctor en Pedagogía, y en 1915, en Filosofía y Letras.
 La Revista de Educación califica, sin dudas, de avant garde en su época, al distanciarse en buena medida del rancio positivismo dominante. Divulgó trabajos de y sobre William James, John Dewey y Frederick Nietzsche, acogiendo los cambios que estaban operando sobre la educación y la psicología en Francia y Suiza.
 Sirvió de plataforma a una nueva generación de pedagogos que pretendía ir más allá del modelo experimental, como anuncia uno de los editoriales. En cierto modo, las propuestas de una nueva Higiene Escolar calzaban con corrientes educativas en principio más abiertas. De ahí las críticas a Wundt y la apuesta por Karl Marbe y Alfred Binet, entre otros.
 Massip publicó en sus páginas, además, los artículos “Educación en niños anormales", "Los niños supernormales" y "Las clínicas psicológicas".
 Pero quizás el más notable sea el que dedicó a William James, conciso recorrido por su existencia y su doctrina pragmática, a apenas un año de su fallecimiento, inadvertido por la opinión pública cubana.
 A propósito de lo cual expone:
 “El positivismo, introducido en Cuba en días en que en todas partes se atacaba, arraigó sin embargo y sigue siendo la doctrina imperante. Hoy mismo, cuando sus últimos restos evolucionan en el neopositivismo de Mach, lo consideramos como la última palabra, como el producto más acabado… Por eso había de ser para nosotros un hecho indiferente la muerte de William James… ¿Será tarde para rendir homenaje a su memoria ante los ojos indiferentes de estos dos millones de isleños?...”
 Un poco que estas palabras explican mejor la pertinencia, en aquel contexto, de su artículo sobre Freud.
 Rara avis en un país que no se abrió nunca con debida fuerza a la cultura y pasión del psicoanálisis. 


4 comentarios:

  1. ¿Se trata del geógrafo cubano Salvardor Massip y Valdés?
    ¿Está accesible el artículo "El psicoanálisis?
    La foto no guarda mucho parecido con el joven Salvador Massip.

    Armando H. Portela

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  2. Hola, Armando. Sí, se trata del geógrafo cubano Salvador Massip. El artículo no es accesible desde Internet. La Revista de Educación está en la Biblioteca de Literatura y Lingüística en La Habana. Tomé notas e hice un buen resumen pero no pude hacer fotocopias en esa época. Entonces Massip tendría apenas 20 años. Así que procuré la foto más próxima, que encontré de una Bohemia de alrededor de 1914. Un saludo y gracias por su interés.

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  3. Hola, Pedro:
    Perdone que haya demorado tanto la respuesta. No es por falta de interes.
    Mire, soy geografo y he escrito recientemente sobre Salvador Massip y su papel excepcional para la Geografia de Cuba, pero no tenia idea de su incursion tan temprana y seria en la sicologia.
    El articulo fue publicado en CubaGeografica (www.geoportalcuba.com), una revista semestral de la que soy editor y sale en formato PDF, Lo de Massip salio en el No.4 (enero-junio 2017). Si me da su correo electronico se lo mando directamente con mucho gusto.

    Quiero hacer una breve mencion a esta faceta del joven Massip en el proximo numero (No.12) de CubaGeografica y haria referencia por supuesto a su articulo en Hotel Telegrafo.
    Le estoy muy agradecido por su respuesta y por rescatar algo asi.
    Si gusta, mi correo electronico, por donde me puede contactar con mas rapidez y seguridad es ahportela@yahoo.com
    Un gran saludo y mil gracias
    A. Portela

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  4. Hola, Portela. Sí, gracias. Envíame la revista a mi correo pmarmas2@yahoo.com que me importa mucho el trabajo de Massip. Ya tengo su correo, así que mañana con más tiempo podré escribirle y enviarle alguna otra información, gran saludo, Pedro

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