Pedro Marqués de Armas
Al regresar a La Habana en 1924 después de un
periplo de tres años por Francia, Suiza y Alemania, Juan Portell Vilá traía
entre sus múltiples credenciales la de haberse formado en los nuevos métodos
terapéuticos aplicados a la educación de menores, entre ellos, el
psicoanálisis.
Uno de sus primeros trabajos en Cuba consistió
en una exhaustiva revisión de la psiquiatría insular que no excluía lo
publicado hasta ese momento sobre las doctrinas de Freud, Jung, y Adler.
De este modo, reparó en un artículo del
entonces estudiante de pedagogía Salvador Massip que, con el título “El
Psicoanálisis”, había aparecido en diciembre de 1911 en la emergente Revista
de Educación.
Aseguraba el psiquiatra que salvo esa
excepción y la traducción en 1923 para la Crónica Médica Quirúrgica de
“Las incertidumbres del psicoanálisis”, de Jean Laumonier, nadie se había
ocupado en Cuba de esta materia.
Portell no entraría a describir el texto del
Massip, ni otros muchos curiosos folletos de psiquiatría que señala en su
artículo; pero sí aprovechó para presentarse como el único seguidor del
psicoanálisis en la isla.
En efecto, a él se debe, en este ámbito, una producción textual
sin precedentes que vino aparejada a su labor para diversas
asociaciones psiquiátricas, su promoción de una Liga de Higiene
Mental y, en especial, su interés en la educación sexual de la infancia que
impulsaría bajo el auspicio de la Secretaría de Instrucción.
Aunque pudieran existir referencias previas en
la prensa, el artículo de Salvador Massip marca sin dudas el comienzo de la
literatura psicoanalítica en Cuba.
Lo sorprendente es que no se trata de una
reseña al uso, breve o de contenido superficial, sino de una detallada
recepción, sumamente actualizada para la época, que ocupa nada menos que diez páginas.
Su firma a apenas un año del siempre citado
“Sobre psicología y psicoterapia de ciertos estados angustiosos”, del médico
chileno Germán Greve Schlegel, reconocido -desde muy temprano e incluso por el propio
Freud- como el primero en transmitir los conceptos psicoanalíticos en
Latinoamérica, le confiere un valor particular.
Desde luego el texto de Massip terminó
olvidado, tal vez por lo temprano del mismo, aunque, más que nada por la falta
de una tradición más interesada que lo hubiera repescado.
El psicoanálisis solo asiste en Cuba a una
recepción continua a partir de 1925, tanto desde el entramado institucional de la medicina y la educación, como desde espacios societarios y a través de la prensa, sin que fuera entonces secundado con vigor por
las vanguardias artísticas, para asomar con algún ímpetu en la década de
1950.
Reseñemos, pues, así sea a más de un siglo de
distancia, y a partir de notas tomadas hace más de tres lustros, el artículo en
cuestión.
"El Psicoanálisis", Salvador
Massip. Revista de Educación, La Habana, 1911, vol. 1. Núm. 12, pp. 33-48.
El futuro geógrafo cubano revisa primero los
conceptos de conciencia e inconsciente, siguiendo para ello una larga línea que
incluye a Hartmann, Herbart, Lipps, Wundt, Ribot, Jastrow, Janet y Myers, entre
otros, para concluir en Freud. Dedica a sus diferencias y límites algunos
párrafos, incluyendo una acerba crítica a los postulados de Hartmann.
Expresa Massip que con Freud se accede al
“conocimiento más original y completo sobre los fenómenos del inconsciente…”.
No falta el relato sobre la relación con Breuer y los eventos que conducen a la
teoría del trauma infantil, el fracaso de la hipnosis para revertir síntomas y
el descubrimiento del método de la asociación libre.
De acuerdo
con Oskar Pfister, Massip señala el valor del psicoanálisis para la pedagogía y
lo importante que resultara, en este sentido, la relación epistolar entre
Pfister y Freud.
Recorre luego las principales nociones elaboradas por el profesor de Viena: la
tópica, la económica, las psiconeurosis, los sueños y su interpretación,
delimitando cada uno de estos aspectos. Destaca así los conceptos de
pre-consciente y represión, impulso sexual y regresión, y, apelando a abundantes
citas del propio Freud, se interna en los síntomas y su relación con la
angustia y la inhibición.
A propósito,
no faltan alusiones a los casos de Ana O. y Dora.
Particularmente
prolijo es el fragmento dedicado al sueño como expresión desplazada de deseos
reprimidos y al resto de mecanismos que intervienen en la elaboración onírica.
Apunta que la
“psicología moderna debe a Freud una nueva e ingeniosa teoría sobre el
inconsciente” y asimismo “la técnica con que explica sus manifestaciones, el
Psicoanálisis, un método de interpretación tan profundo como sencillo”.
El joven
Massip, que entonces tenía veinte años, concluye sobre el nuevo paradigma que el
psicoanálisis estaba introduciendo: “Pero la gloria legítima de Freud es haber
combatido la hipótesis de Wundt de que las regiones activas situadas más allá
de la conciencia no podrían ser estudiadas nunca por la psicología”.
El texto
alude además a Gustav Jung y Ernest Jones, señalando del primero algunas
deferencias que ya asomaban respecto a Freud, y del segundo, su lugar en el aún incipiente movimiento psicoanalítico.
El contexto
cubano
En 1909
Massip matriculó Derecho Público y Pedagogía en la Universidad de La Habana. Abandonó la primera para
inscribirse en Filosofía y Letras. En 1912, al año de publicado su inaugural
artículo sobre el psicoanálisis, se graduó de Doctor en Pedagogía, y en 1915,
en Filosofía y Letras.
La Revista
de Educación califica, sin dudas, de avant garde en
su época, al distanciarse en buena medida del rancio positivismo dominante.
Divulgó trabajos de y sobre William James, John Dewey y Frederick Nietzsche,
acogiendo los cambios que estaban operando sobre la educación y la psicología
en Francia y Suiza.
Sirvió de
plataforma a una nueva generación de pedagogos que pretendía ir más allá del
modelo experimental, como anuncia uno de los editoriales. En cierto modo, las
propuestas de una nueva Higiene Escolar calzaban con corrientes educativas en
principio más abiertas. De ahí las críticas a Wundt y la apuesta por Karl Marbe y Alfred Binet, entre otros.
Massip
publicó en sus páginas, además, los artículos “Educación en niños anormales",
"Los niños supernormales" y "Las clínicas psicológicas".
Pero quizás
el más notable sea el que dedicó a William James, conciso recorrido por su
existencia y su doctrina pragmática, a apenas un año de su fallecimiento,
inadvertido por la opinión pública cubana.
A propósito
de lo cual expone:
“El positivismo, introducido en Cuba en días
en que en todas partes se atacaba, arraigó sin embargo y sigue siendo la
doctrina imperante. Hoy mismo, cuando sus últimos restos evolucionan en el
neopositivismo de Mach, lo consideramos como la última palabra, como el
producto más acabado… Por eso había de ser para nosotros un hecho indiferente
la muerte de William James… ¿Será tarde para rendir homenaje a su memoria ante
los ojos indiferentes de estos dos millones de isleños?...”
Un poco que
estas palabras explican mejor la pertinencia, en aquel contexto, de su artículo
sobre Freud.
Rara avis en un país que no se
abrió nunca con debida fuerza a la cultura y pasión del psicoanálisis.
¿Se trata del geógrafo cubano Salvardor Massip y Valdés?
ResponderEliminar¿Está accesible el artículo "El psicoanálisis?
La foto no guarda mucho parecido con el joven Salvador Massip.
Armando H. Portela
ResponderEliminarHola, Armando. Sí, se trata del geógrafo cubano Salvador Massip. El artículo no es accesible desde Internet. La Revista de Educación está en la Biblioteca de Literatura y Lingüística en La Habana. Tomé notas e hice un buen resumen pero no pude hacer fotocopias en esa época. Entonces Massip tendría apenas 20 años. Así que procuré la foto más próxima, que encontré de una Bohemia de alrededor de 1914. Un saludo y gracias por su interés.
Hola, Pedro:
ResponderEliminarPerdone que haya demorado tanto la respuesta. No es por falta de interes.
Mire, soy geografo y he escrito recientemente sobre Salvador Massip y su papel excepcional para la Geografia de Cuba, pero no tenia idea de su incursion tan temprana y seria en la sicologia.
El articulo fue publicado en CubaGeografica (www.geoportalcuba.com), una revista semestral de la que soy editor y sale en formato PDF, Lo de Massip salio en el No.4 (enero-junio 2017). Si me da su correo electronico se lo mando directamente con mucho gusto.
Quiero hacer una breve mencion a esta faceta del joven Massip en el proximo numero (No.12) de CubaGeografica y haria referencia por supuesto a su articulo en Hotel Telegrafo.
Le estoy muy agradecido por su respuesta y por rescatar algo asi.
Si gusta, mi correo electronico, por donde me puede contactar con mas rapidez y seguridad es ahportela@yahoo.com
Un gran saludo y mil gracias
A. Portela
Hola, Portela. Sí, gracias. Envíame la revista a mi correo pmarmas2@yahoo.com que me importa mucho el trabajo de Massip. Ya tengo su correo, así que mañana con más tiempo podré escribirle y enviarle alguna otra información, gran saludo, Pedro
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