Mariano Cubí i Soler
Una de las cosas que más admiré en el Escorial fue que los
objetos y otras figuras representadas en muchos cuadros y pinturas al fresco,
se ven del tamaño natural, por diferentes que sean las distancias respecto a su
punto de vista. Sin un órgano de meditividad bien desarrollado, los autores de
esas preciosidades artísticas, no les habrían podido comunicar esa admirable
perspectiva.
Un pintor inglés, Mr.
Douglas, en quien se halla extraordinariamente desarrollado este órgano, según
Combe, ob. cit. i, 43, dijo una vez, que desde su primera infancia se deleitaba
en la perspectiva. Apenas podía andar cuando ya se divertía en medir distancias
con un bastón. Mas grandecito, extasiado, miraba la distancia entre las olas y
quedaba desconcertado al ver que se dilataba a medida que se aproximaban.
Brunel, director del
Túnel debajo del Támesis; Harshell, célebre astrónomo inglés; M. P. Gibson, que
sobresale, como pintor, en la perspectiva, tienen todos el órgano
desarrolladísimo.—
En el Colegio
Literario de S. Fernando, que en 1829 fundé en la Habana, primero que de su
clase poseyó la isla de Cuba, había un alumno llamado Torices, joven de diez y
seis años, que trazaba un círculo perfecto sin la ayuda de ningún instrumento,
e indicaba el centro con exactitud matemática. Su meditividad era colosal,
éralo también la configuración, a cuyo extraordinario desarrollo debió sus
rápidos y prodigiosos adelantos en el dibujo lineal y de perspectiva.
Lo mismo cuenta
Spurzheim de un miembro de la Sociedad Frenológica de Edimburgo, a quien
reconoció él la cabeza.—Bruyéres, hijastro de Spurzlieim, en su Phrénologie Pittoresque, p. 184, dice
«Glande Lorrin i Poussin poseyeron el talento de la perspectiva en grado muy
eminente, y sus retratos confirman la existencia de un órgano particular para
esta facultad.»
La frenología y sus glorias…, Barcelona, 1852, p. 464.
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