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lunes, 10 de agosto de 2015

Francisco Javier Solá





 ¡Justicia al mérito!

 ¡Honor á la verdad!

 A los representantes de la prensa en Cuba



 Hoy que la prensa de Cuba, radiante de gloria, llena de júbilo, entusiasta y orgullosa, se ocupa del talento colosal, de las maravillas del genio naciente del niño Solá, esperanza de sus padres, honra y orgullo de su patria, vaso inmaculado donde Dios depositó un secreto que se perpetuará hasta mas allá de la muerte, nada mas justo que demos tambien nuestro humilde voto en medio de ese murmullo general que se levanta, porque creemos tener para ello un derecho sagrado, aun mas, un deber, por ser el órgano representante de la sociedad de Manzanillo, cuna de ese fenómeno aritmético.- Siendo hoy el niño Solá la admiración de todos y escribiéndose continuamente sobre él, publicándose en algunos periódicos como una especie de breve opúsculo de la historia de su vida, al ver que cuanto se ha escrito sobre su educación, todo es inexacto, ya la triste necesidad por una parte, cuanto el deseo de publicar un opúsculo exacto de su vida, en los cortos años que cuenta de ella, por otro lado, nos obligan ambas circunstancias á que sin pretensiones de ninguna naturaleza, sino la de poner en evidencia la verdad, nos resolvamos á escribir las siguientes líneas, contando para la realización de nuestra empresa con datos que nos ha facilitado una persona competentemente autorizada y con el voto unánime de esta villa que resentida, alza un grito de dolor y pide una justa vindicación. ¡Benditos sean los prodigios de la Divina Providencia! ¡Benditos ese instante sublime, ese momento solemne en que nació un genio para el mundo, ese dia grande que reservaba una pájina brillante para la historia de Cuba, cándida vírgen adormida en las aguas del golfo americano!


 Nosotros, no nos lanzamos á impugnar de un todo a nuestros apreciables cólegas, porque no reconocemos ni creemos que gravite sobre ellos toda la culpabilidad, y sí en la persona que ministrara datos tan falsos como inciertos y que no se atrevieron á publicar en LA ANTORCHA, cuando siempre hemos tenido dispuestas sus columnas para todo el quiera ocuparlas en asuntos de interés general. Nosotros conocemos el error, y no podemos callar; pues la triste necesidad unida al deber, nos coloca en el supremo sacrificio de alzar nuestra voz para el esclarecimiento de la verdad: ademas, el público, aunque calla, observa y censura, y no queremos que en ningun dia pueda hacernos cargos la sociedad de Manzanillo por haber guardado silencio en ese momento dado para nuestro periódico, y sobre todo que la idea del deber es inseparable del hombre. Ella nos alienta hoy en nuestra empresa, y la verdad nos ilumina.- Cuando se escribe de buena fé, cuando nuestros juicios no reconocen otras tendencias que el bien, creemos cumplir de una manera digna nuestra misión de periodistas.


 Empezaremos, pues, copiando las líneas que nos consagra el Moro Muza.-"LA ANTORCHA de Manzanillo. He aquí un camarada que me gusta por lo franco. ¿Pues no tiene el atrevimiento de decir que los apuntes biográficos del niño Solá, publicados en el Moro Muza, eran inexactos? ¿Y en qué se funda? En que dije yo que el niño Solá empezó sus estudios en 1861, de lo cual cree resultar un cargo para los padres de Solá, suponiéndose que habrían abandonado la educacion del niño si fuera verdad lo que yo decia. Y bien sepa La Antorcha, que el padre de Solá no ha dejado en abandono á su hijo ni a mí tampoco, pues me ha favorecido con una carta en que me dice que los apuntes biográficos referidos eran exactos. Quiere La Antorcha que se rectifique lo que tiene por un error, diciéndose que el niño empezó á estudiar desde la edad de tres años en la escuela del difunto don Antonio Roman, y aceptaré la indicacion si merece crédito, aunque tengo para mí que, á los tres años, poco aprendería de aritmética el niño Xavier, si es que llegó á saber algo; pero de lo que estoy seguro es de que empezó sus estudios en 1861 en el colegio del Sr. Mena, que es donde puede decirse realmente que los empezó, y donde una acertada direccion ha contribuido al feliz desarrollo de sus prodigiosas facultades para el cálculo."




 Nosotros respetamos mucho la palabra del Sr. Villergas, pero tambien creemos que el Sr. Gerardo Solá, no podrá olvidar nunca al buen y constante amigo, al hombre probo, al profesor ilustrado Sr. D. Antonio Roman, que es á quien cabe la gloria de haber dado por vez primera el pan intelectual al niño Solá. A él fué confiada en sus primeros años la educacion de ese genio prematuro, precioso tesoro que nos quiso conceder la Divina Providencia. Si D. Antonio Roman pudiera levantarse de su tumba, no con pretensiones fátuas, con exijencios ridículas y extravagantes, ni con una vanidad loca y pueril, y sí con la satisfaccion que siente el hombre de bien, al ver una criatura privilegiada por Dios y destinada á hacerse superior á los demas hombres, desde luego haria una síncera manifestacion, con la modestia que le era característica, de los primeros dias de enseñanzas del niño Solá.- Pero ya entre él y los hombres ha colocado Dios una tumba: ya él descansa en su eterna soledad y á nosotros nos toca alzar la voz de la verdad para que desde sus sepulcro nos oiga y al mismo tiempo vea la sociedad de Manzanillo que le volvemos el prestigio de que es digno, dando al César lo que es del César.- El pueblo en masa se levanta y nos pide, como representantes de él, no olvidemos el deber sagrado que tenemos de esclarecer esas inexactitudes con que se ha escrito al ocuparse algunos periódicos de la Isla de la educacion del niño Solá, que apénas ha consagrado su primera impresion al mundo, cuando ya se ha conquistado un nombre, se ha adquirido una celebridad, y vé ceñida sus sienes de mirto santo y vividora rosa. ¡Si D. Antonio Roman viviera! cuanto gozaria ese hombre erudito, que cuando empezaba á desarrollarse ese genio calculista, que hoy nos asombra, ya veia brillar en el horizonte de su vida la corona de laurel que mas tarde ceñiría su frente, ya se aventuraba á leer en el horóscopo de su provenir, la pájina brillante que prometia á la historia de Cuba- Consagre el tierno discípulo un tributo digno de su genio á su antiguo profesor, y recemos nosotros una oracion sobre su tumba porque el tiene un derecho sagrado á ella, porque él fué útil á nuestra sociedad y los hombres de bien reciben despues de la muerte, la mas bella ofrenda á que pueden aspirar sobre la tierra.-Dígalo esa modesta lápida con que los discípulos del Sr. Roman han querido perpetuar su memoria, dádiva consagrada á la virtud y al saber y que honra á esa juventud que se levanta hoy entre nosotros, formada por él en su parte intelectual, y que empieza ya á reproducir nuestra sociedad con la hermosa savia de su moral y provechosa instruccion.- Pero volvamos á nuestro debate.

 Dice el Destello de Guanajay, que el genio del niño Solá, nació en el miserable desvan de una bodega.- Permítanos este cólega que le dediquemos algunas líneas:-Ese genio nació del vientre de una madre virtuosa, por inspiracion de Dios; no se ha nutrido en el miserable desvan de una bodega, y sí en el seno de una familia honrada, á la sombra de una buena y cariñosa madre, y al cuidado de un padre infatigable y solícito por el bien y la educacion de sus hijos.-La Sra. madre del niño Solá, dotada de bellas disposiciones, siempre ha acostumbrado y acostumbra reunir por la noche sus hijos, y hacerles repasar las lecciones que su profesor les señala.- Ejemplo santo de moral, espejo vivo en que se retratan los méritos de una madre virtuosa!- Ese genio, ademas, ha sido nutrido por el Sr. Roman, durante los cinco años de su primera enseñanza, sin que se sobre-entienda que creamos por esto que el Sr. Roman infundiese esa chispa eléctrica, ese genio asombroso en el tierno cerebro del niño Solá, como tal vez pudieran creerse otros.-El lo único que hizo fué empezar á reunir la naturaleza con el arte: la piedra preciosa la produce la naturaleza, pero el arte la pule.-La mata de rosas que no se poda, se secan sus ramas, palidecen sus flores y muere pronto: el genio nace con la criatura, pero no con ciencia infusa: el genio solo lo da Dios: un hombre á otro hombre no puede hacerle otra gracia que la de perfeccionar ese don, animado por la Divinidad, que preside nuestros actos.





 Dice tambien el Destello de Guanajay copiando un escrito de La Emulacion, periódico que se publica en la Habana.-"Francisco Javier Solá nació en Manzanillo el dia 15 de Agosto de 1851. Sus padres, D. Gerardo Solá y Mestre y Dña. Teresa Camps y Ballester, ocupaban como ocupan todavia, una posicion ménos que modesta en Manzanillo; y eso, unido al poco sueldo que como tonelero ganaba D. Gerardo, y á la circunstancia de tener ademas cuatro hijos, hizo que el joven Solá no aprovechase los primeros años de su vida, y que arribara á los nueve de edad sin saber absolutamente nada. Llegó en 1861 á Manzanillo el Sr. D. Manuel Mª Mena, y, dedicado siempre á la enseñanza desde que de Venezuela, su patria, viniera á Cuba, lo primero que hizo fué fundar el colegio de San Francisco de Paula. Anexo al instituto estaba la escuela gratuita de la poblacion, y entre los alumnos pobres admitidos el año siguiente á recibir el pan intelectual, quiso la suerte que se encontrara el jóven Solá. Ya hemos dicho que ignoraba todo; así fué que en el aprendizage de los primeros rudimentos, invirtió casi todo el tiempo transcurrido hasta entonces, y que hasta hace cinco meses no fué posible  descubrir al profesor Mena la rara facilidad que para el cálculo tenia su modesto discípulo."

 Triste y doloroso es decirlo, pero nos estraña en toda la estension de la palabra, que diga ese periódico que D. Gerardo Solá se ha egercitado siempre en el oficio de tonelero ocupando una posicion ménos que modesta. ¡Bendita sea la misericordia del Señor! D. Gerardo Solá ha ocupado una posicion algo regular hasta hace poco tiempo, que por un revés de la fortuna, ha sentido una reaccion desfavorable en los recursos de su vida , sin que por esto se crea que pueda sonrojar á un hombre el oficio de tonelero, pero la verdad debe ser ante todo.

 Dice tambien el mismo periódico: que ese niño arribó á la edad de nueve años, sin saber absolutamente nada.-¡Oh témpora!¡oh mores! No queremos ser cansados, y suplicamos la lectura de la hoja biografica que mas adelante publicaremos, para desmentir esa falsedad. 

 Dice tambien el mismo periódico que hasta hace cinco meses no fué posible descubrir al profeso Mena la rara faciliadad que para el cálculo tenia su modesto discípulo.-Esto tambien queda rebatido en nuestra hoja biografica con respecto á ese niño, y para evitar ser cansados, solo llamamos la atencion del público sobre lo que mas adelante manifestaremos.- Los términos en que se espresa La Emulacion, es un cargo injusto que se hace al M. I. Ayuntamiento, á la sociedad de Manzanillo y á los padres del niño: al Ayuntamiento, porque ya se habia ocupado en dos de sus sesiones de nuestro Manghiamele cubano; á la sociedad de Manzanillo, porque ya era conocedora del tesoro que depositaba en su seno; y á los padres del niño, porque atribuirle ese abandono, seria tirar una piedra sobre un vaso sagrado. 




 Seamos francos, digamos que todavia no estaba señalado el dia en que el niño Solá hiciese su noble ostentacion, abriese la primera pájina de su historia.-La flor cuya vida es tan limitada, que puede considerarse como de un dia, ántes de abrirse se oculta en su boton para brillar mas tarde, porque todo no puede ser obra de un momento.-El desarrollo completo del genio, es obra del tiempo y los estudios.- Todo en esta vida tiene una escala señalada.- La nave con viento en popa y mar bonanza, puede hacer una navegacion feliz; pero precipitada por los huracanes de la tempestad, puede sumerjirse tambien bajo las olas que se levantan y estrellarse contra las rocas.- Ya hoy vemos con sentimiento que se abusa de esa facultad prodigiosa del niño Solá, proponiéndole, no problemas, sino disparates aritméticos para su resolucion: lo quieren hacer infalible, y eso en el hombre no es dable.¡Búsquese con brevedad un hábil piloto para que conduzca esa nave á su seguro puerto, libertándola así del azote y borrascas de una tempestad violenta!- Pero insensiblemente nos hemos estendido mas de lo q. pensábamossin reflexionar que las columnas de nuestro periódico son muy limitadas, y aun nos falta colocar adjunta una hoja biografica de los primeros años del niño Solá, que aunque no escrita con esa belleza de lenguaje de que carecemos, á lo ménos será una exacta copia de la verdad.-Empecemos pues.

 El año de 1849 contrajeron matrimonio D. Gerardo Solá y Dª Teresa Camps y Ballester, el primero natural de Cataluña y la segunda de esta villa de Manzanillo, reuniendo algunas comodidades para sobrellevar su vida, aunque no una fortuna brillante. Se dedicó D. Gerardo Solá al comercio y estableció una tienda de pulperia en regular escala en la calle Real de este villa.- Tuvieron de legítimo matrimonio cuatro hijos, y entre ellos el niño Francisco Javier, que nació el de 15 de Agosto de 1851, siendo el segundo en edad, dia feliz en que brotaba un genio que mas tarde habia de llevar su nombre hasta la inmortalidad.- El año de 1854 entró á formar parte en el número de los alumnos del colegio de "La Purísima Concepcion", que bajo la direccion de Sr. D. Antonio Roman existia en este pueblo desde el año de 1836, verdad incontrarrestable que afirman los hechos y el voto unánime de personas respetables y antiguas de este vecindario.-En este colegio se enseñaba con esmero la Gramática Castellana, Aritmética inferior y mercantil, Geometría elemental, especulativa y práctica, Trigonometría elemental, plana y esférica y todo lo concerniente á las matemáticas, pues el Sr. Roman, aunque modesto, era un consultado matemático, habiendo servido como piloto de 1ª clase en la Real Armada Española.- Bajo los auspicios de tan inteligente profesor, empezó sus estudios el niño Solá cuando contaba tres años.- No se crea por esto que nos hacemos la visión de que en tan tierna edad pudiera revelar esta organización poderosa la facundia pasmosa de su genio calculista, porque afirmarlo así, seria cerrar los ojos á la luz de la razon, incurrir en la mayor de la estravagancias; pero se comprende que cupo al Sr. Roman la gloria de empezar á enseñarle en su infancia los primeros rudimentos de su educación.- En 1855 cuando apénas comenzaba á aprender la Gramática, Aritmética y Geografía de la Isla de Cuba, hizo notables adelantos y se distinguió entre los demas niños de su edad, notando el Sr. Roman en él, mucha disposición para los números y gran facilidad para retenerlos en la memoria, anuncio de un genio precoz, primeros destellos de esa aurora radiante de luz que mas tarde habia de iluminarnos con sus bellísimos reflejos. Al siguiente año ya Francisco Javier Solá trabaja en la pizarra con mas facilidad que su hermano mayor, que pertenecia al mismo colegio, sobresaliendo por su despejo para los primeros problemas de sumar y restar enteros.- En esta época el Sr. Roman predijo en ciertas reuniones familiares, que este niño llegaria á ser un gran hombre pues se iba desarrollando de un modo asombroso.- Sus prodigios en todo lo que estaba sujeto al cálculo, en una edad tan tierna, su exactitud y figacidad en resolver los problemas que se le presentaban, para poner á prueba su talento, eran el mas bello credencial de su imaginacion precoz.

 Continuó estudiando en el referido colegio el año de 1856, y sus adelantos fueron siempre rápidos como su imaginacion; y como quiera que se distinguiese entre sus condiscípulos, dispuso el Sr. Roman que se encargara de correjir las cuentas y problemas de los demas niños, sin dificultad alguna. ¿Y quien duda que ese genio sobresaliente era natural? ¿Quién duda que el Sr. Roman enseñase á todos sus discípulos por el mismo método? ¿Quién duda que su deseo era para todos el mismo? ¿Quién duda que el Sr. Roman, cumplia de una manera digna en su profesorado, buscando la igualdad para todos sus educandos? Esto no quiere decir otra cosa, sino que Dios derrama en ciertas criaturas ese don que las eleva sobre las demas, y estas reflexiones pésense, y tal vez se comprenderá el objeto que nos guia; mas claro, es para desvanecer en algunas personas la idea que tienen de que un hombre pueda infundir ese genio á otra criatura.



 En el año de 1857 siguió el niño Solá sus estudios con la misma aplicacion, notándose en él un deseo ardiente por perfeccionar sus conocimientos aritméticos, poder secreto que conduce al genio hasta su mas bello apogeo.

 Empieza el año de 1858.-Los padres del niño Solá sorprenden en él mas desarrolladas ya esas dotes relevantes; pero su modestia por una parte, atributo que les adquiere mas mérito cuanto [ilegible] de tal vez arriesgarse á una prueba demasiado aventurada sobre el talento de su niño, en tan corta edad, una y otra circunstancia les hacia guardar silencio, esperando á mas tarde y contentándose por entónces, con seguir cuidando constantemente la hermosa prenda de que Dios les habia hecho depositarios. En efecto, procura el Sr. Solá, (padre) ir penetrando poco á poco el talento de su hijo, proponiéndole problemas que resolvia con facilidad; pero notaba que nuestro célebre aritmético, no tenia esa misma gracia especial para los otros ramos de enseñanza, pues el hermano mayor, Eduardo, lo aventajaba en ellos.

 Siguen su curso las ruedas del tiempo y empieza el año de 1859.-Continúa el niño Solá en el colegio de "La Purísima Concepcion", dirigido por el Sr. Roman: adelanta de un modo asombroso siendo ya la admiracion del instituto: trabaja sobre la pizarra con mucho acierto, y cuando enferma el Director corrije él los problemas de sus condiscípulos, en las clases de sumar, restar, multiplicar y dividir enteros: sus mismos padres se admiran de tanta precocidad, pero sus escasos recursos no le permiten trazar como quisieran el hermoso provenir de su hijo: lo dedican con asiduidad en su casa al estudio, en las horas francas del colegio, y se alhagan para un dia realizar sus sueños dorados, porque como dice Quintana: El que cierre su pecho á la esperanza, hunde en el polvo la cobarde frente.

 De este modo llega el año de 1860, en cuya época el niño Francisco J. Solá, escribia regularmente, contaba bien, estudiaba Gramática castellana, Geografía, Religion, Moral y otros ramos con asíduo entusiasmo, dedicándose especialmente al cálculo.- Sus padres seguian con el mismo sistema y haciéndole dar de memoria por la noche, las lecciones que su maestro Roman le señalaba para el otro dia; y cuenta su madre, "que habiendo comprado una pieza de tela para hacerle unas camisas, estaba ella calculando á como le salia cada vara, por el número de ellas que tenia, y cuantas camisas le produciria: y dice, que el niño que la estaba oyendo, le contestó al momento con toda exactitud cuanto deseara saber, y ya esta facultad asombrosa fué para ella una indicacion de lo que mas tarde seria su hijo, pues le manifestó, la pieza importa tanto, tantas varas tiene, á tanto le cuesta cada una y tantas camisas produce."
 Sigamos el hilo de nuestra historia.-Principia el año de 1861 y el niño solá seguia en el mismo Colegio de la Concepcion, y con su siempre distinguida aplicacion.- En esta época enfermó de la vista el Sr. D. Antonio Roman, y así enfermo seguia enseñando á varios niños, y con predileccion á los de D. Gerardo Solá, con quien le ligaban los vínculos sagrados de una estrecha amistad hacia quince o diez y seis años, por cuya circunstancia educaba á aquellos niños sin retribucion alguna y aceptando únicamente los agasajos de una familia agradecida al bien. Viendo los padres del niño Solá, que su maestro estaba tan enfermo y le era tan penoso dar clases y cuidar de tantos discípulos, le propusieron al amigo y Director de la enseñanza de sus hijos, si le parecia bien que estos jóvenes pasasen al colegio que pagaba el vecindario, y donde podian entrar á estudiar los niños pobres, bajo la proteccion del M. I. Ayuntamiento de esta villa, que habia convenido con el Sr. D. Manuel Mª Mena en pagarle 1,296 pesos anuales, con la condicion de admitir cierto número de niños pobres, á recibir el pan intelectual.- D. Antonio Roman siempre noble y generoso dá su beneplácito á los padres del niño Solá, y le hace leer entre los misterios del porvenir, la pájina brillante que le guardaba la historia al célebre aritmético, que ya vé hoy llena de flores la copa de su juventud y su frente ceñida con el laurel de la gloria.- De suerte, que el año de 1861 fué admitido el niño Solá en clase de discípulo, pago por el Cabildo, en el colegio de D. Manuel Mª Mena, llevando ya seis años con seis meses de enseñanza, en el colegio del erudito D. Antonio Roman y teniendo nueve años de edad.- Esto es la verdad.- El discípulo que niega á su preceptor, niega su religion, niega su patria:- el padre que desconoce al hombre que ha empezado á formar el corazón de su hijo, á nutrir su inteligencia con la hermosa savia de su saber, no tiene ni fé, ni religion, ni pensamiento; niega la verdad, y por lo tanto niega á Dios.-El hombre en cuya [ilegible] no hay gratitud, lleva consigo el anatema de la sociedad. D. Gerardo Solá es un hombre de bien, honrado y laborioso; su Sra. esposa es una mujer llena de virtud; su hijo, el célebre aritmético, tiene esa independencia que acompaña al genio para hacer sus revelaciones puras, y padre, madre, é hijo afirmarán cuanto dejamos manifestado, porque la voz de la verdad se levanta radiante cual espíritu de Dios en el aire que respiramos, elemento necesario para nuestra vida.- Permítasenos ahora, que nos separemos por un momento del niño, para dedicar algunas líneas á su antiguo profesor.

 D. Antonio Roman, natural de Sevilla, nació el año de 1793: principió á estudiar en el colegio de San Telmo el año de 1801 y el año de 1808 fué destinado en clase de piloto al Navío de S. M. "San Leandro;" habiendo servido luego en la Fragata "Atocha," y de ahí se trasbordó al Navío de S. M. "El Montañés," y mas tarde al Navío "El Miño," y el 17 de Marzo de 1813 desembarcó en Veracruz con la escuadra que en aquella época se dirijiese al Golfo Mejicano.-Fué destinado despues á la Laguna de Chapala en el Reino de Nuéva Galicia, en 1.º de Octubre del mismo año y salió el 17 de Mayo de 1818 para el Apostadero de S. Blas de California, donde fué destinado, y tomó su licencia por inútil para el servcio, el 22 de Mayo de 1819.-Estando en el Navío "El Miño  se encontró en tres campañas que tuvieron lugar en Veracruz.-En la Laguna de Chapala recibió el honroso título de Ayudante de división de fuerzas sutiles.-Los dias 4, 6, 10, 13, 15, 22 y 25 de Abril del año 14, estando con una batería flotante junto á las islas enemigas y como á medio tiro de cañon de á seis, por las pocas fuerzas que tenia la escuadra, sufrió contínuos ataques del enemigo, siendo el Sr. Roman el único Oficial facultativo que mandaba, y se agregaba á esto estar encargado de la táctica de las fuerzas sutiles y de la fortificacion.-Pero basta ya de estos y otros servicios que le honran, y ocupémonos de él ahorca como hombre amante de las ciencias y decidido Mecenas de la juventud.


 El Sr. D. Antonio Roman durante su permanencia en Méjico, sacó 13 planos de él incluso Acapulco é Isla de Sto. Domingo.-En la Habana se dedicó a la enseñanza en un colegio cuyo nombre no recordamos, y el año de 1836 estableció en Manzanillo la escuela de que ya hemos hecho mérito, y ademas daba clases á varias señoritas en sus respectivas casas.-Para facilitar la enseñanza á sus discípulos, hizo infinidad de planos geométricos, y mas de 47 [ilegible] del modo de resolver problemas con un método abreviado á mas de un gran cuaderno de arqueo de buques, con el modo de cubicar los cuadrados y cuadrar los globos y toda clase de figuras geométricas. La persona que pudo dudar por un momento de cuanto decimos, no tiene mas que procurar el albacea testamentario del Sr. Roman, quien conserva todos estos preciosos datos; mas, un cuaderno con varios problemas parecidos, aunque no iguales, á los que resuelve el niño Solá hoy, problemas que el Sr. Roman proponia á sus educandos, estando puesta su resolucion en esos cuadernos con letra y puño de los mismos discípulos -Pero ¡ay! llenos de entusiasmo nos hemos olvidado de que solo ofrecimos un apunte biográfico del niño Solá, y nos hemos estendido hasta su antiguo profesor Sr. Roman; pero el público, harto condescendiente, nos disimulará este esceso hijo del corazon y del placer que nos causa hacer revelaciones del hombre de bien.

 Y bien, el año de 1861 entró el niño Solá á formar número entre los discípulos del Sr. Mena, que no dudamos haya podido secundar de una manera digna la obra que empezó el Sr. Roman: no diremos tampoco que sea desacertada la direccion del Sr. Mena en su instituto, pero con la misma franqueza que confesamos lo uno, confesamos lo otro. De deduccion en deduccion hemos desentrañado la verdad de las cosas: desprendiéndose de ellas, en primer lugar, que el Ayuntamiento se habia ocupado ya en dos de sus sesiones para acudir al Superior Gobierno, pidiendo como una especie de auxilio para la completa educacion del niño Solá; pero cuando esto se proyectaba hizo su feliz llegada á este villa el Excmo. Sr. Brigadier D. Rafael Primo de Rivera, anticipándose á realizar lo que aquella Ilustre Corporacion preparaba para mas tarde, y llevándose consigo al célebre aritmético para su presentacion en la Capital de la Isla; compréndese tambien que la sociedad de Manzanillo sabia apreciar el tesoro que guardaba en su seno; que ese abandono que se atribuye á los Sres. padres del niño, no es cierto, y que el Sr. Roman es el preceptor que empezó á nutrir con su inteligencia á Francisco Javier Solá.

 En prueba de que ya en Manzanillo se sabia apreciar el talento del niño Solá ántes de la visita del Excmo. Sr. Primo de Rivera, La Antorcha en su número del 9 de Octubre del año de 1862 dijo lo siguiente:

 "NIÑO QUE PROMETE.-Tenemos una verdadera satisfaccion en anunciar á las personas amantes del saber y de los adelantos de la juventud, que existe en esta villa un niño nombrado Francisco Javier Solá (habiéndose puesto por equivocacion Eduardo), el cual posee entre sus recomendables dotes escolares la habilidad de resolver con toda prontitu y acierto cuantos problemas se le pongan en las cuatro reglas principales de aritmética, dando inmediatamente el resultado de una cantidad cualquiera multiplicada por uno ó dos números, ó dividida por otros tantos, á voluntad del sujeto que lo examine. Reduce á pesos la suma de onzas españolas que se le designe, con la precision y seguridad que pueda observarse en un comodin ó tabla de reduccion monetaria, habiéndonos convencido de ello hace pocos dias en una reunion de varias personas donde se encontraba el niño.-Felicitamos á sus queridos padres por la dicha de tener un hijo de tan buena imaginacion y despejo, así como á su maestro el Sr. D. Manuel María Mena por la gloria de contar con un discípulo de tan ventajosas prendas, talento y aplicacion."

 Tambien ya habia sido presentado este niño por su padre en la casa de los Sres. Boeras y Ramon, del comercio de esta villa, para que estos caballeros pudiesen juzgar del prodigioso cálculo de nuestro Manghiamele cubano, recibiendo este como recompensa á su asombrosa facilidad para el cálculo algunas galas y muestras de cariño de tan amables y finos Sres.-Además la Sra. Condesa de Valentini propuso á los padres del niño Solá hacerse cargo de su educacion, oferta que no fué aceptada por ellos, y aquella Sra. se contentó con darle pruebas de deferencia, una gala y además la entrada y asiento grátis en las funciones de la co[mpañía] dramática que dirije.-Y en fin, entre los [condiscí]pulos que tuvo el niño Solá en el colegio del Sr. Roman figuran el aventajado D. Rafael Merchan y sus hermanos, los jóvenes hijos del difunto D. Francisco B. Bertot, D. Federico Martí Rodríguez, y otros muchos. Estso jóvenes viven y unirán su voz á la nuestra para afirmar la verdad.-Médicos que han adquirido una honrosa reputacion en dias de prueba para su difícil facultad, eruditos abogados, sobresalientes matemáticos, profesores inteligentes, ilustrados comerciantes, comprueban hoy que el Sr. Roman no pertenecia al número de esos maestros adocenados.

 Concluimos suplicando á nuestros apreciables colegas y compañeros de periodismo, la reproduccion de este escrito, ofreciéndole la recíproca en casos análogos. Creemos pues, haber llenado nuestro objeto, y aunque no con las galas del arte, con las bellezas de un lenguaje hermoso y florido, al ménos, con la sinceridad y buena fé del hombre que defiende la justa causa de la verdad, y que se levantan hoy cien y cien voces para sostenerla. No es una pasion la que nos inspira estas líneas: es la voz sonora de la moral que nos llama al deber, es un precepto de Dios puesto en la boca del hombre público para reproducirlo en el escenario de la vida.-Nosotros somos ese órgano representante de Manzanillo.-A nosotros nos toca alzar la voz. El pueblo, que es sensato, juzgará de la veracidad de nuestro escrito.-A su fallo nos sometemos.-Poco ó nada nos importa que nos hiera el sarcasmo del hombre ingrato y desconocido, el cual puede considerarse como la risa que burla de un cadáver; de todos modos seremos constantes en manifestar que D. Antonio Roman fué el primer maestro que empezó á desarrollar el genio del niño Solá, que sus preceptos fueron los primeros hablaron á esa inteligencia colosal, su savia la primera que vivificó esa flor naciente, en una palabra, que él fué el primer artista que desbrocó ese árbol. ¡Ay del insensato que pretenda apagar esa llama eterna! Pero Dios es grande, los pueblos son justos, y los hombres una vez patente, reconocen la verdad, sublime, solemne y sagrada como el mismo nombre de Eterno que la alienta en su corazón.


 La Antorcha, Tomo IV, Nº 55, Domingo, 10 de mayo de 1863.


 Agradezco a Carlos Escala Fernández el envío de este artículo biográfico, publicado en el periódico manzanillero La Antorcha, un verdadero aporte al conocimiento de la vida de Francisco Javier Solá y Camps. Carlos es Licenciado en Historia del Arte y Especialista en Archivística. Publicó el ensayo Teatro Manzanillo: un drama en tres actos (1856-2007), Colección Anazca, Editorial ORTO, 2009. La transcripción del texto respeta la ortografía y puntuación del original. 


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