¡Justicia
al mérito!
¡Honor
á la verdad!
A los
representantes de la prensa en Cuba
Hoy
que la prensa de Cuba, radiante de gloria, llena de júbilo, entusiasta y
orgullosa, se ocupa del talento colosal, de las maravillas del genio naciente
del niño Solá, esperanza de sus padres, honra y orgullo de su patria, vaso
inmaculado donde Dios depositó un secreto que se perpetuará hasta mas allá de
la muerte, nada mas justo que demos tambien nuestro humilde voto en medio de
ese murmullo general que se levanta, porque creemos tener para ello un derecho
sagrado, aun mas, un deber, por ser el órgano representante de la sociedad de
Manzanillo, cuna de ese fenómeno aritmético.- Siendo hoy el niño Solá la
admiración de todos y escribiéndose continuamente sobre él, publicándose en
algunos periódicos como una especie de breve opúsculo de la historia de su
vida, al ver que cuanto se ha escrito sobre su educación, todo es inexacto, ya
la triste necesidad por una parte, cuanto el deseo de publicar un opúsculo
exacto de su vida, en los cortos años que cuenta de ella, por otro lado, nos
obligan ambas circunstancias á que sin pretensiones de ninguna naturaleza, sino
la de poner en evidencia la verdad, nos resolvamos á escribir las siguientes
líneas, contando para la realización de nuestra empresa con datos que nos ha
facilitado una persona competentemente autorizada y con el voto unánime de esta
villa que resentida, alza un grito de dolor y pide una justa vindicación.
¡Benditos sean los prodigios de la Divina Providencia! ¡Benditos ese instante
sublime, ese momento solemne en que nació un genio para el mundo, ese dia
grande que reservaba una pájina brillante para la historia de Cuba, cándida
vírgen adormida en las aguas del golfo americano!
Nosotros,
no nos lanzamos á impugnar de un todo a nuestros apreciables cólegas, porque no
reconocemos ni creemos que gravite sobre ellos toda la culpabilidad, y sí en la
persona que ministrara datos tan falsos como inciertos y que no se atrevieron á
publicar en LA ANTORCHA, cuando siempre hemos tenido dispuestas sus columnas
para todo el quiera ocuparlas en asuntos de interés general. Nosotros conocemos
el error, y no podemos callar; pues la triste necesidad unida al deber, nos
coloca en el supremo sacrificio de alzar nuestra voz para el esclarecimiento de
la verdad: ademas, el público, aunque calla, observa y censura, y no queremos
que en ningun dia pueda hacernos cargos la sociedad de Manzanillo por haber
guardado silencio en ese momento dado para nuestro periódico, y sobre todo que
la idea del deber es inseparable del hombre. Ella nos alienta hoy en nuestra
empresa, y la verdad nos ilumina.- Cuando se escribe de buena fé, cuando
nuestros juicios no reconocen otras tendencias que el bien, creemos cumplir de
una manera digna nuestra misión de periodistas.
Empezaremos,
pues, copiando las líneas que nos consagra el Moro Muza.-"LA ANTORCHA de
Manzanillo. He aquí un camarada que me gusta por lo franco. ¿Pues no tiene el
atrevimiento de decir que los apuntes biográficos del niño Solá, publicados en
el Moro Muza, eran inexactos? ¿Y en qué se funda? En que dije yo que el niño
Solá empezó sus estudios en 1861, de lo cual cree resultar un cargo para los
padres de Solá, suponiéndose que habrían abandonado la educacion del niño si
fuera verdad lo que yo decia. Y bien sepa La Antorcha, que el padre de Solá no
ha dejado en abandono á su hijo ni a mí tampoco, pues me ha favorecido con una
carta en que me dice que los apuntes biográficos referidos eran exactos. Quiere
La Antorcha que se rectifique lo que tiene por un error, diciéndose que el niño
empezó á estudiar desde la edad de tres años en la escuela del difunto don
Antonio Roman, y aceptaré la indicacion si merece crédito, aunque tengo para mí
que, á los tres años, poco aprendería de aritmética el niño Xavier, si es que
llegó á saber algo; pero de lo que estoy seguro es de que empezó sus estudios
en 1861 en el colegio del Sr. Mena, que es donde puede decirse realmente que
los empezó, y donde una acertada direccion ha contribuido al feliz desarrollo
de sus prodigiosas facultades para el cálculo."
Nosotros
respetamos mucho la palabra del Sr. Villergas, pero tambien creemos que el Sr.
Gerardo Solá, no podrá olvidar nunca al buen y constante amigo, al hombre
probo, al profesor ilustrado Sr. D. Antonio Roman, que es á quien cabe la
gloria de haber dado por vez primera el pan intelectual al niño Solá. A él fué
confiada en sus primeros años la educacion de ese genio prematuro, precioso
tesoro que nos quiso conceder la Divina Providencia. Si D. Antonio Roman
pudiera levantarse de su tumba, no con pretensiones fátuas, con exijencios
ridículas y extravagantes, ni con una vanidad loca y pueril, y sí con la
satisfaccion que siente el hombre de bien, al ver una criatura privilegiada por
Dios y destinada á hacerse superior á los demas hombres, desde luego haria una
síncera manifestacion, con la modestia que le era característica, de los
primeros dias de enseñanzas del niño Solá.- Pero ya entre él y los hombres ha
colocado Dios una tumba: ya él descansa en su eterna soledad y á nosotros nos
toca alzar la voz de la verdad para que desde sus sepulcro nos oiga y al mismo
tiempo vea la sociedad de Manzanillo que le volvemos el prestigio de que es
digno, dando al César lo que es del César.- El pueblo en masa se levanta y nos
pide, como representantes de él, no olvidemos el deber sagrado que tenemos de
esclarecer esas inexactitudes con que se ha escrito al ocuparse algunos
periódicos de la Isla de la educacion del niño Solá, que apénas ha consagrado
su primera impresion al mundo, cuando ya se ha conquistado un nombre, se ha
adquirido una celebridad, y vé ceñida sus sienes de mirto santo y vividora
rosa. ¡Si D. Antonio Roman viviera! cuanto gozaria ese hombre erudito, que
cuando empezaba á desarrollarse ese genio calculista, que hoy nos asombra, ya
veia brillar en el horizonte de su vida la corona de laurel que mas tarde
ceñiría su frente, ya se aventuraba á leer en el horóscopo de su provenir, la
pájina brillante que prometia á la historia de Cuba- Consagre el tierno
discípulo un tributo digno de su genio á su antiguo profesor, y recemos
nosotros una oracion sobre su tumba porque el tiene un derecho sagrado á ella,
porque él fué útil á nuestra sociedad y los hombres de bien reciben despues de
la muerte, la mas bella ofrenda á que pueden aspirar sobre la tierra.-Dígalo
esa modesta lápida con que los discípulos del Sr. Roman han querido perpetuar
su memoria, dádiva consagrada á la virtud y al saber y que honra á esa juventud
que se levanta hoy entre nosotros, formada por él en su parte intelectual, y
que empieza ya á reproducir nuestra sociedad con la hermosa savia de su moral y
provechosa instruccion.- Pero volvamos á nuestro debate.
Dice
el Destello de Guanajay, que el genio del niño Solá, nació en el miserable
desvan de una bodega.- Permítanos este cólega que le dediquemos algunas
líneas:-Ese genio nació del vientre de una madre virtuosa, por inspiracion de
Dios; no se ha nutrido en el miserable desvan de una bodega, y sí en el seno de
una familia honrada, á la sombra de una buena y cariñosa madre, y al cuidado de
un padre infatigable y solícito por el bien y la educacion de sus hijos.-La
Sra. madre del niño Solá, dotada de bellas disposiciones, siempre ha
acostumbrado y acostumbra reunir por la noche sus hijos, y hacerles repasar las
lecciones que su profesor les señala.- Ejemplo santo de moral, espejo vivo en
que se retratan los méritos de una madre virtuosa!- Ese genio, ademas, ha sido
nutrido por el Sr. Roman, durante los cinco años de su primera enseñanza, sin
que se sobre-entienda que creamos por esto que el Sr. Roman infundiese esa
chispa eléctrica, ese genio asombroso en el tierno cerebro del niño Solá, como
tal vez pudieran creerse otros.-El lo único que hizo fué empezar á reunir la
naturaleza con el arte: la piedra preciosa la produce la naturaleza, pero el
arte la pule.-La mata de rosas que no se poda, se secan sus ramas, palidecen
sus flores y muere pronto: el genio nace con la criatura, pero no con ciencia
infusa: el genio solo lo da Dios: un hombre á otro hombre no puede hacerle otra
gracia que la de perfeccionar ese don, animado por la Divinidad, que preside
nuestros actos.
Dice
tambien el Destello de Guanajay copiando un escrito de La Emulacion, periódico
que se publica en la Habana.-"Francisco Javier Solá nació en Manzanillo el
dia 15 de Agosto de 1851. Sus padres, D. Gerardo Solá y Mestre y Dña. Teresa
Camps y Ballester, ocupaban como ocupan todavia, una posicion ménos que modesta
en Manzanillo; y eso, unido al poco sueldo que como tonelero ganaba D. Gerardo,
y á la circunstancia de tener ademas cuatro hijos, hizo que el joven Solá no
aprovechase los primeros años de su vida, y que arribara á los nueve de edad
sin saber absolutamente nada. Llegó en 1861 á Manzanillo el Sr. D. Manuel Mª
Mena, y, dedicado siempre á la enseñanza desde que de Venezuela, su patria,
viniera á Cuba, lo primero que hizo fué fundar el colegio de San Francisco de
Paula. Anexo al instituto estaba la escuela gratuita de la poblacion, y entre
los alumnos pobres admitidos el año siguiente á recibir el pan intelectual,
quiso la suerte que se encontrara el jóven Solá. Ya hemos dicho que ignoraba
todo; así fué que en el aprendizage de los primeros rudimentos, invirtió casi
todo el tiempo transcurrido hasta entonces, y que hasta hace cinco meses no fué
posible descubrir al profesor Mena la
rara facilidad que para el cálculo tenia su modesto discípulo."
Triste
y doloroso es decirlo, pero nos estraña en toda la estension de la palabra, que
diga ese periódico que D. Gerardo Solá se ha egercitado siempre en el oficio de
tonelero ocupando una posicion ménos que modesta. ¡Bendita sea la misericordia
del Señor! D. Gerardo Solá ha ocupado una posicion algo regular hasta hace poco
tiempo, que por un revés de la fortuna, ha sentido una reaccion desfavorable en
los recursos de su vida , sin que por esto se crea que pueda sonrojar á un
hombre el oficio de tonelero, pero la verdad debe ser ante todo.
Dice
tambien el mismo periódico: que ese niño arribó á la edad de nueve años, sin
saber absolutamente nada.-¡Oh témpora!¡oh mores! No queremos ser cansados, y
suplicamos la lectura de la hoja biografica que mas adelante publicaremos, para
desmentir esa falsedad.
Dice
tambien el mismo periódico que hasta hace cinco meses no fué posible descubrir
al profeso Mena la rara faciliadad que para el cálculo tenia su modesto
discípulo.-Esto tambien queda rebatido en nuestra hoja biografica con respecto
á ese niño, y para evitar ser cansados, solo llamamos la atencion del público
sobre lo que mas adelante manifestaremos.- Los términos en que se espresa La
Emulacion, es un cargo injusto que se hace al M. I. Ayuntamiento, á la sociedad
de Manzanillo y á los padres del niño: al Ayuntamiento, porque ya se habia
ocupado en dos de sus sesiones de nuestro Manghiamele cubano; á la sociedad de
Manzanillo, porque ya era conocedora del tesoro que depositaba en su seno; y á
los padres del niño, porque atribuirle ese abandono, seria tirar una piedra
sobre un vaso sagrado.
Seamos
francos, digamos que todavia no estaba señalado el dia en que el niño Solá
hiciese su noble ostentacion, abriese la primera pájina de su historia.-La flor
cuya vida es tan limitada, que puede considerarse como de un dia, ántes de
abrirse se oculta en su boton para brillar mas tarde, porque todo no puede ser
obra de un momento.-El desarrollo completo del genio, es obra del tiempo y los
estudios.- Todo en esta vida tiene una escala señalada.- La nave con viento en
popa y mar bonanza, puede hacer una navegacion feliz; pero precipitada por los
huracanes de la tempestad, puede sumerjirse tambien bajo las olas que se
levantan y estrellarse contra las rocas.- Ya hoy vemos con sentimiento que se
abusa de esa facultad prodigiosa del niño Solá, proponiéndole, no problemas,
sino disparates aritméticos para su resolucion: lo quieren hacer infalible, y
eso en el hombre no es dable.¡Búsquese con brevedad un hábil piloto para que
conduzca esa nave á su seguro puerto, libertándola así del azote y borrascas de
una tempestad violenta!- Pero insensiblemente nos hemos estendido mas de lo q.
pensábamossin reflexionar que las columnas de nuestro periódico son muy
limitadas, y aun nos falta colocar adjunta una hoja biografica de los primeros
años del niño Solá, que aunque no escrita con esa belleza de lenguaje de que
carecemos, á lo ménos será una exacta copia de la verdad.-Empecemos pues.
El
año de 1849 contrajeron matrimonio D. Gerardo Solá y Dª Teresa Camps y
Ballester, el primero natural de Cataluña y la segunda de esta villa de
Manzanillo, reuniendo algunas comodidades para sobrellevar su vida, aunque no
una fortuna brillante. Se dedicó D. Gerardo Solá al comercio y estableció una
tienda de pulperia en regular escala en la calle Real de este villa.- Tuvieron
de legítimo matrimonio cuatro hijos, y entre ellos el niño Francisco Javier,
que nació el de 15 de Agosto de 1851, siendo el segundo en edad, dia feliz en
que brotaba un genio que mas tarde habia de llevar su nombre hasta la
inmortalidad.- El año de 1854 entró á formar parte en el número de los alumnos
del colegio de "La Purísima Concepcion", que bajo la direccion de Sr.
D. Antonio Roman existia en este pueblo desde el año de 1836, verdad
incontrarrestable que afirman los hechos y el voto unánime de personas
respetables y antiguas de este vecindario.-En este colegio se enseñaba con
esmero la Gramática Castellana, Aritmética inferior y mercantil, Geometría
elemental, especulativa y práctica, Trigonometría elemental, plana y esférica y
todo lo concerniente á las matemáticas, pues el Sr. Roman, aunque modesto, era
un consultado matemático, habiendo servido como piloto de 1ª clase en la Real
Armada Española.- Bajo los auspicios de tan inteligente profesor, empezó sus
estudios el niño Solá cuando contaba tres años.- No se crea por esto que nos
hacemos la visión de que en tan tierna edad pudiera revelar esta organización poderosa
la facundia pasmosa de su genio calculista, porque afirmarlo así, seria cerrar
los ojos á la luz de la razon, incurrir en la mayor de la estravagancias; pero
se comprende que cupo al Sr. Roman la gloria de empezar á enseñarle en su
infancia los primeros rudimentos de su educación.- En 1855 cuando apénas
comenzaba á aprender la Gramática, Aritmética y Geografía de la Isla de Cuba,
hizo notables adelantos y se distinguió entre los demas niños de su edad,
notando el Sr. Roman en él, mucha disposición para los números y gran facilidad
para retenerlos en la memoria, anuncio de un genio precoz, primeros destellos
de esa aurora radiante de luz que mas tarde habia de iluminarnos con sus
bellísimos reflejos. Al siguiente año ya Francisco Javier Solá trabaja en la
pizarra con mas facilidad que su hermano mayor, que pertenecia al mismo
colegio, sobresaliendo por su despejo para los primeros problemas de sumar y
restar enteros.- En esta época el Sr. Roman predijo en ciertas reuniones
familiares, que este niño llegaria á ser un gran hombre pues se iba
desarrollando de un modo asombroso.- Sus prodigios en todo lo que estaba sujeto
al cálculo, en una edad tan tierna, su exactitud y figacidad en resolver los
problemas que se le presentaban, para poner á prueba su talento, eran el mas
bello credencial de su imaginacion precoz.
Continuó
estudiando en el referido colegio el año de 1856, y sus adelantos fueron
siempre rápidos como su imaginacion; y como quiera que se distinguiese entre
sus condiscípulos, dispuso el Sr. Roman que se encargara de correjir las
cuentas y problemas de los demas niños, sin dificultad alguna. ¿Y quien duda
que ese genio sobresaliente era natural? ¿Quién duda que el Sr. Roman enseñase
á todos sus discípulos por el mismo método? ¿Quién duda que su deseo era para
todos el mismo? ¿Quién duda que el Sr. Roman, cumplia de una manera digna en su
profesorado, buscando la igualdad para todos sus educandos? Esto no quiere
decir otra cosa, sino que Dios derrama en ciertas criaturas ese don que las
eleva sobre las demas, y estas reflexiones pésense, y tal vez se comprenderá el
objeto que nos guia; mas claro, es para desvanecer en algunas personas la idea
que tienen de que un hombre pueda infundir ese genio á otra criatura.
En el
año de 1857 siguió el niño Solá sus estudios con la misma aplicacion, notándose
en él un deseo ardiente por perfeccionar sus conocimientos aritméticos, poder
secreto que conduce al genio hasta su mas bello apogeo.
Empieza
el año de 1858.-Los padres del niño Solá sorprenden en él mas desarrolladas ya
esas dotes relevantes; pero su modestia por una parte, atributo que les
adquiere mas mérito cuanto [ilegible] de tal vez arriesgarse á una prueba
demasiado aventurada sobre el talento de su niño, en tan corta edad, una y otra
circunstancia les hacia guardar silencio, esperando á mas tarde y contentándose
por entónces, con seguir cuidando constantemente la hermosa prenda de que Dios
les habia hecho depositarios. En efecto, procura el Sr. Solá, (padre) ir
penetrando poco á poco el talento de su hijo, proponiéndole problemas que
resolvia con facilidad; pero notaba que nuestro célebre aritmético, no tenia
esa misma gracia especial para los otros ramos de enseñanza, pues el hermano
mayor, Eduardo, lo aventajaba en ellos.
Siguen
su curso las ruedas del tiempo y empieza el año de 1859.-Continúa el niño Solá
en el colegio de "La Purísima Concepcion", dirigido por el Sr. Roman:
adelanta de un modo asombroso siendo ya la admiracion del instituto: trabaja
sobre la pizarra con mucho acierto, y cuando enferma el Director corrije él los
problemas de sus condiscípulos, en las clases de sumar, restar, multiplicar y
dividir enteros: sus mismos padres se admiran de tanta precocidad, pero sus
escasos recursos no le permiten trazar como quisieran el hermoso provenir de su
hijo: lo dedican con asiduidad en su casa al estudio, en las horas francas del
colegio, y se alhagan para un dia realizar sus sueños dorados, porque como dice
Quintana: El que cierre su pecho á la esperanza, hunde en el polvo la cobarde
frente.
De este
modo llega el año de 1860, en cuya época el niño Francisco J. Solá, escribia
regularmente, contaba bien, estudiaba Gramática
castellana, Geografía, Religion, Moral y otros ramos con asíduo entusiasmo,
dedicándose especialmente al cálculo.- Sus padres seguian con el mismo sistema
y haciéndole dar de memoria por la noche, las lecciones que su maestro Roman le
señalaba para el otro dia; y cuenta su madre, "que habiendo comprado una
pieza de tela para hacerle unas camisas, estaba ella calculando á como le salia
cada vara, por el número de ellas que tenia, y cuantas camisas le produciria: y
dice, que el niño que la estaba oyendo, le contestó al momento con toda
exactitud cuanto deseara saber, y ya esta facultad asombrosa fué para ella una
indicacion de lo que mas tarde seria su hijo, pues le manifestó, la pieza
importa tanto, tantas varas tiene, á tanto le cuesta cada una y tantas camisas
produce."
Sigamos
el hilo de nuestra historia.-Principia el año de 1861 y el niño solá seguia en
el mismo Colegio de la Concepcion, y con su siempre distinguida aplicacion.- En
esta época enfermó de la vista el Sr. D. Antonio Roman, y así enfermo seguia
enseñando á varios niños, y con predileccion á los de D. Gerardo Solá, con
quien le ligaban los vínculos sagrados de una estrecha amistad hacia quince o
diez y seis años, por cuya circunstancia educaba á aquellos niños sin
retribucion alguna y aceptando únicamente los agasajos de una familia
agradecida al bien. Viendo los padres del niño Solá, que su maestro estaba tan
enfermo y le era tan penoso dar clases y cuidar de tantos discípulos, le
propusieron al amigo y Director de la enseñanza de sus hijos, si le parecia
bien que estos jóvenes pasasen al colegio que pagaba el vecindario, y donde
podian entrar á estudiar los niños pobres, bajo la proteccion del M. I.
Ayuntamiento de esta villa, que habia convenido con el Sr. D. Manuel Mª Mena en
pagarle 1,296 pesos anuales, con la condicion de admitir cierto número de niños
pobres, á recibir el pan intelectual.- D. Antonio Roman siempre noble y
generoso dá su beneplácito á los padres del niño Solá, y le hace leer entre los
misterios del porvenir, la pájina brillante que le guardaba la historia al
célebre aritmético, que ya vé hoy llena de flores la copa de su juventud y su
frente ceñida con el laurel de la gloria.- De suerte, que el año de 1861 fué
admitido el niño Solá en clase de discípulo, pago por el Cabildo, en el colegio
de D. Manuel Mª Mena, llevando ya seis años con seis meses de enseñanza, en el
colegio del erudito D. Antonio Roman y teniendo nueve años de edad.- Esto es la
verdad.- El discípulo que niega á su preceptor, niega su religion, niega su
patria:- el padre que desconoce al hombre que ha empezado á formar el corazón
de su hijo, á nutrir su inteligencia con la hermosa savia de su saber, no tiene
ni fé, ni religion, ni pensamiento; niega la verdad, y por lo tanto niega á
Dios.-El hombre en cuya [ilegible] no hay gratitud, lleva consigo el anatema de
la sociedad. D. Gerardo Solá es un hombre de bien, honrado y laborioso; su Sra.
esposa es una mujer llena de virtud; su hijo, el célebre aritmético, tiene esa
independencia que acompaña al genio para hacer sus revelaciones puras, y padre,
madre, é hijo afirmarán cuanto dejamos manifestado, porque la voz de la verdad
se levanta radiante cual espíritu de Dios en el aire que respiramos, elemento
necesario para nuestra vida.- Permítasenos ahora, que nos separemos por un
momento del niño, para dedicar algunas líneas á su antiguo profesor.
D.
Antonio Roman, natural de Sevilla, nació el año de 1793: principió á estudiar
en el colegio de San Telmo el año de 1801 y el año de 1808 fué destinado en
clase de piloto al Navío de S. M. "San Leandro;" habiendo servido
luego en la Fragata "Atocha," y de ahí se trasbordó al Navío de S. M.
"El Montañés," y mas tarde al Navío "El Miño," y el 17 de
Marzo de 1813 desembarcó en Veracruz con la escuadra que en aquella época se
dirijiese al Golfo Mejicano.-Fué destinado despues á la Laguna de Chapala en el
Reino de Nuéva Galicia, en 1.º de Octubre del mismo año y salió el 17 de Mayo
de 1818 para el Apostadero de S. Blas de California, donde fué destinado, y
tomó su licencia por inútil para el servcio, el 22 de Mayo de 1819.-Estando en
el Navío "El Miño se encontró en
tres campañas que tuvieron lugar en Veracruz.-En la Laguna de Chapala recibió
el honroso título de Ayudante de división de fuerzas sutiles.-Los dias 4, 6,
10, 13, 15, 22 y 25 de Abril del año 14, estando con una batería flotante junto
á las islas enemigas y como á medio tiro de cañon de á seis, por las pocas
fuerzas que tenia la escuadra, sufrió contínuos ataques del enemigo, siendo el
Sr. Roman el único Oficial facultativo que mandaba, y se agregaba á esto estar
encargado de la táctica de las fuerzas sutiles y de la fortificacion.-Pero
basta ya de estos y otros servicios que le honran, y ocupémonos de él ahorca
como hombre amante de las ciencias y decidido Mecenas de la juventud.
El
Sr. D. Antonio Roman durante su permanencia en Méjico, sacó 13 planos de él
incluso Acapulco é Isla de Sto. Domingo.-En la Habana se dedicó a la enseñanza
en un colegio cuyo nombre no recordamos, y el año de 1836 estableció en
Manzanillo la escuela de que ya hemos hecho mérito, y ademas daba clases á
varias señoritas en sus respectivas casas.-Para facilitar la enseñanza á sus
discípulos, hizo infinidad de planos geométricos, y mas de 47 [ilegible] del
modo de resolver problemas con un método abreviado á mas de un gran cuaderno de
arqueo de buques, con el modo de cubicar los cuadrados y cuadrar los globos y
toda clase de figuras geométricas. La persona que pudo dudar por un momento de
cuanto decimos, no tiene mas que procurar el albacea testamentario del Sr.
Roman, quien conserva todos estos preciosos datos; mas, un cuaderno con varios
problemas parecidos, aunque no iguales, á los que resuelve el niño Solá hoy,
problemas que el Sr. Roman proponia á sus educandos, estando puesta su
resolucion en esos cuadernos con letra y puño de los mismos discípulos -Pero
¡ay! llenos de entusiasmo nos hemos olvidado de que solo ofrecimos un apunte
biográfico del niño Solá, y nos hemos estendido hasta su antiguo profesor Sr.
Roman; pero el público, harto condescendiente, nos disimulará este esceso hijo
del corazon y del placer que nos causa hacer revelaciones del hombre de bien.
Y
bien, el año de 1861 entró el niño Solá á formar número entre los discípulos
del Sr. Mena, que no dudamos haya podido secundar de una manera digna la obra
que empezó el Sr. Roman: no diremos tampoco que sea desacertada la direccion
del Sr. Mena en su instituto, pero con la misma franqueza que confesamos lo
uno, confesamos lo otro. De deduccion en deduccion hemos desentrañado la verdad
de las cosas: desprendiéndose de ellas, en primer lugar, que el Ayuntamiento se
habia ocupado ya en dos de sus sesiones para acudir al Superior Gobierno,
pidiendo como una especie de auxilio para la completa educacion del niño Solá;
pero cuando esto se proyectaba hizo su feliz llegada á este villa el Excmo. Sr.
Brigadier D. Rafael Primo de Rivera, anticipándose á realizar lo que aquella Ilustre
Corporacion preparaba para mas tarde, y llevándose consigo al célebre
aritmético para su presentacion en la Capital de la Isla; compréndese tambien
que la sociedad de Manzanillo sabia apreciar el tesoro que guardaba en su seno;
que ese abandono que se atribuye á los Sres. padres del niño, no es cierto, y
que el Sr. Roman es el preceptor que empezó á nutrir con su inteligencia á
Francisco Javier Solá.
En
prueba de que ya en Manzanillo se sabia apreciar el talento del niño Solá ántes
de la visita del Excmo. Sr. Primo de Rivera, La Antorcha en su número del 9 de
Octubre del año de 1862 dijo lo siguiente:
"NIÑO
QUE PROMETE.-Tenemos una verdadera satisfaccion en anunciar á las personas
amantes del saber y de los adelantos de la juventud, que existe en esta villa
un niño nombrado Francisco Javier Solá (habiéndose puesto por equivocacion
Eduardo), el cual posee entre sus recomendables dotes escolares la habilidad de
resolver con toda prontitu y acierto cuantos problemas se le pongan en las
cuatro reglas principales de aritmética, dando inmediatamente el resultado de
una cantidad cualquiera multiplicada por uno ó dos números, ó dividida por
otros tantos, á voluntad del sujeto que lo examine. Reduce á pesos la suma de
onzas españolas que se le designe, con la precision y seguridad que pueda
observarse en un comodin ó tabla de reduccion monetaria, habiéndonos convencido
de ello hace pocos dias en una reunion de varias personas donde se encontraba
el niño.-Felicitamos á sus queridos padres por la dicha de tener un hijo de tan
buena imaginacion y despejo, así como á su maestro el Sr. D. Manuel María Mena
por la gloria de contar con un discípulo de tan ventajosas prendas, talento y
aplicacion."
Tambien
ya habia sido presentado este niño por su padre en la casa de los Sres. Boeras
y Ramon, del comercio de esta villa, para que estos caballeros pudiesen juzgar
del prodigioso cálculo de nuestro Manghiamele cubano, recibiendo este como
recompensa á su asombrosa facilidad para el cálculo algunas galas y muestras de
cariño de tan amables y finos Sres.-Además la Sra. Condesa de Valentini propuso
á los padres del niño Solá hacerse cargo de su educacion, oferta que no fué
aceptada por ellos, y aquella Sra. se contentó con darle pruebas de deferencia,
una gala y además la entrada y asiento grátis en las funciones de la co[mpañía]
dramática que dirije.-Y en fin, entre los [condiscí]pulos que tuvo el niño Solá
en el colegio del Sr. Roman figuran el aventajado D. Rafael Merchan y sus
hermanos, los jóvenes hijos del difunto D. Francisco B. Bertot, D. Federico
Martí Rodríguez, y otros muchos. Estso jóvenes viven y unirán su voz á la
nuestra para afirmar la verdad.-Médicos que han adquirido una honrosa
reputacion en dias de prueba para su difícil facultad, eruditos abogados,
sobresalientes matemáticos, profesores inteligentes, ilustrados comerciantes,
comprueban hoy que el Sr. Roman no pertenecia al número de esos maestros
adocenados.
Concluimos
suplicando á nuestros apreciables colegas y compañeros de periodismo, la
reproduccion de este escrito, ofreciéndole la recíproca en casos análogos.
Creemos pues, haber llenado nuestro objeto, y aunque no con las galas del arte,
con las bellezas de un lenguaje hermoso y florido, al ménos, con la sinceridad
y buena fé del hombre que defiende la justa causa de la verdad, y que se
levantan hoy cien y cien voces para sostenerla. No es una pasion la que nos
inspira estas líneas: es la voz sonora de la moral que nos llama al deber, es
un precepto de Dios puesto en la boca del hombre público para reproducirlo en
el escenario de la vida.-Nosotros somos ese órgano representante de
Manzanillo.-A nosotros nos toca alzar la voz. El pueblo, que es sensato,
juzgará de la veracidad de nuestro escrito.-A su fallo nos sometemos.-Poco ó
nada nos importa que nos hiera el sarcasmo del hombre ingrato y desconocido, el
cual puede considerarse como la risa que burla de un cadáver; de todos modos
seremos constantes en manifestar que D. Antonio Roman fué el primer maestro que
empezó á desarrollar el genio del niño Solá, que sus preceptos fueron los
primeros hablaron á esa inteligencia colosal, su savia la primera que vivificó
esa flor naciente, en una palabra, que él fué el primer artista que desbrocó
ese árbol. ¡Ay del insensato que pretenda apagar esa llama eterna! Pero Dios es
grande, los pueblos son justos, y los hombres una vez patente, reconocen la
verdad, sublime, solemne y sagrada como el mismo nombre de Eterno que la
alienta en su corazón.
La
Antorcha, Tomo IV, Nº 55, Domingo, 10 de mayo de 1863.
Agradezco
a Carlos Escala Fernández el envío de este artículo biográfico, publicado en el
periódico manzanillero La Antorcha, un verdadero aporte al conocimiento de la vida de Francisco Javier Solá y Camps.
Carlos es Licenciado en Historia del Arte y Especialista en Archivística. Publicó el ensayo Teatro Manzanillo: un drama en tres actos (1856-2007),
Colección Anazca, Editorial ORTO, 2009. La transcripción del texto respeta la
ortografía y puntuación del original.
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