Para mí, Ernst era la sensibilidad
personificada, tenía un encanto y una agudeza irresistibles; un conocimiento
del mundo, su color, sus estratificaciones desde sus orígenes, varias culturas
que expresaba tan vívidamente en sus fotografías...
Desapareció rápidamente como
un cometa dejando tras de sí una larga estela de comprensión humana y llena de
sutileza.
Me parece oírle soltando una
carcajada y riéndose de mí si pudiera leer esto.
Henri Cartier-Bresson
15 sept. 86
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