Carta Alberto Lamar Schweyer
Mi querido List Arzubide:
He recibido ayer y anoche leído de una sola vez su libro encantador. Magnífico. Él me ha servido para tomar notas que agregar a la segunda edición de mi "Biología de la Democracia", en lo que me refiero a la cultura de América. En la primera edición, que usted conoce, me faltó ampliar las consideraciones sobre la poesía de vanguardia en América. No pude citarlo a usted ni a Maples Arce. Ni a Huidobro, ni a Hidalgo, ni a Girondo. En esta nueva edición lo haré. Quiero sostener que el estridentismo es una manifestación exclusivamente indoamericana, producto de nuestra refinada sensibilidad. Nada hay en ella europeo. ¿Apollinaire, Max Jacob? Esos son los que en Europa reflejaron nuestro sentido, como en otros tiempos Chateaubriand reflejó toda nuestra orientación romántica.
Hablaré de su libro a la primera oportunidad. También estoy en deuda con Maples a quien hoy escribo. No me olviden. Ya saben que yo soy también un estridentista en sociología. Ahí está mi libro último. Los que no saben leer lo han creído reaccionario. Es falso. Los reaccionarios son, en América, los que aún creen en la Democracia infeliz.
Un abrazo de
S. Lamar Schweyer.
Habana, Cuba.
Carta de Raúl Maestri
La Habana, octubre 31 de 1927.
Sr. Germán List Arzubide.
Jalapa, México.
Mi amable amigo y compañero:
No sabe usted que satisfacción y que orgullo más grandes he experimentado con el regalo de su libro y en consonancia cuanta es mi sinceridad al expresarle mi agradecimiento. Esta obra suya -tanque estridentista para arremeter a los rebaños académicos- ya me era conocida, y desde hace algún tiempo la tenía en esa lista que formamos cuantos para leer cosas "sabrosas" necesitamos hurtar a nuestra vida de actividades hirientemente burguesas unos cuantos momentos y no queremos exponernos para cuando nos decidamos a la osadía, a perder ni un minuto en selecciones.
Pero este envío suyo me ha servido de espolonazo, y así de una sentada he leído su libro -nuestro libro!- tan admirable por su audacia, por su juventud, por su irrespetuosidad, por su talento. Ah, mi amigo, esos Manifiestos Estridentistas me han dolido -usted sabrá entenderme- como puede doler un reto! ¡Qué hacemos nosotros aquí, tan cercanos a ustedes, sin emularlos en esa espléndida y fiera batida contra el espíritu viejo? No obstante puedo decirle, sin caer en ridiculeces patrióticas, que ya algo hemos hecho y hacemos: una docena de voluntades recias y unas cuantas avanzadas como esta de "América Libre", próxima a reiniciar su combate, irrumpen en la placidez aldeana de la vida cubana con la insolencia de una prostituta borracha. Minuto-guion he llamado en una tertulia fraterna al que hoy vive este país: así en lo estético como en lo económico y en lo político asistimos a un cambio de decoración. Y entretanto no colguemos los trapos de nuestra devoción, mándennos ustedes pertrechos tan eficaces como este libro suyo, para así gozar en serles deudores y amigos, como muy hondamente lo es suyo.
Raoul Maestri.
Ambas cartas -la de Lamar Schweyer sin espeficificar fecha- fueron publicadas en el volumen Opiniones sobre el libro El Movimiento Estridentista de List Arzubide (Xalapa, Veracruz, 1928). También la fotografía con la nota que encabeza esta entrada. Efectivamente, la nota había aparecido en el Suplemento Literario el 18 de septiembre de 1927, pero sin la foto, sino con la caricatura de Jean Charlot. Se trata, pues, de un montaje para la addenda en cuestión.
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