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lunes, 26 de julio de 2021

Esas pandillitas de niños “fistos”

 


  Sabemos los desprendimientos naturales que tiene que tener la Revolución.  Ya dijimos de los ratones que van a dar el gran salto al agua, creyendo que el océano es más seguro que la nave de la Revolución en medio de la tempestad, porque esa es conducta de ratones:  los que se tiran al agua para ahogarse por miedo de que la nave se hunda.  Ya sabemos de los desprendimientos: de los que se cansan de ser patriotas, de los que se ablandan, de los que se dejan penetrar y perforar por las campañas reaccionarias. Ya lo sabemos.  Ya sabemos los planes y las maniobras que se gestan para lanzar núcleos sociales contra nosotros, es decir, para poner a un sector del país, algo así como lo que ya están haciendo con las pandillitas... (EXCLAMACIONES). No, no. Esas pandillitas de niños “fistos” (EXCLAMACIONES) que vienen a dejar caer una mancha sobre una revolución, que fue hecha por hombres jóvenes principalmente, una revolución que tiene tantos niños héroes y mártires que escribieron páginas de increíble valor. Y ahora la quieren manchar grupitos de pepillos que realizan fechorías en Cadillacs, como para parangonarse con esos niños de las Patrullas Juveniles que, a pesar de su juventud, a pesar de su vida, de que no han podido ir a escuelas muchos de ellos, son modelo de disciplina, modelo de educación. 

 Esas pandillitas que en Cadillacs realizan fechorías, no son más que un ejemplo de lo que tratarán de hacer; lo que hoy tratan de hacer con esos jóvenes descarriados, es lo que van a tratar de hacer con sus padres.  Hoy lanzan a las pandillitas de menores, y después lanzarán a las pandillitas de mayores.  Hoy lanzan a las pandillitas de menores contra la humilde obrera de un Ten Cents o de una tienda, contra la muchacha modesta que va a montar una guagua, o contra las niñas que van a salir de una escuela, y mañana lanzarán a los mayores contra los obreros, contra los campesinos y contra los sectores humildes del pueblo (EXCLAMACIONES), porque se ve a las claras —¡se ve a las claras!— que quieren promover la lucha social, se ve a las claras que quieren lanzar unos sectores contra otros, se ve a las claras que quieren agrupar a todos esos que andan con la siquitrilla destruida por una u otra medida revolucionaria, para lanzarlos contra los obreros y contra los campesinos y contra los sectores humildes del país.

 Se ve a las claras que quieren organizar a los elementos desafectos a la Revolución, contra los elementos que más firmemente defienden a la Revolución; se ve a las claras el propósito de agrupar fuerzas, y hoy están gastando el mayor número de cartuchos posibles en un intento de reblandecer la moral, porque cualquiera que leyera esos libelos, cualquiera que siga las plumas mercenarias que en estos tiempos cómodos en que no hay represión se toman el lujo de escribir las peores insolencias contra la Revolución, ve a las claras que persiguen el propósito de hacer creer que esto anda mal.

 Las calenturas que padecen por allá en determinados clubs, que tienen hasta nombres extranjeros y donde se practican costumbres extranjerizantes —desde el “high ball” hasta la canasta y el “picnic” (RISAS), y una serie de nombres que nosotros los revolucionarios no sabríamos pronunciar porque son nombres extranjeros y extranjerizantes—, son producto de caballerías más o caballerías menos, edificios más y edificios menos, bienes recuperados más y bienes menos, privilegios y sinecuras más y menos. Y esas calenturas que ellos están sufriendo allá creen que son las calenturas de la Ciénaga de Zapata, y los muy ingenuos no se dan cuenta de que mientras ellos padecen allá, en aquellos clubs de nombres extraños, calenturas contrarrevolucionarias, los guajiros de la Ciénaga de Zapata —que han visto cruzar aquellas ciénagas por carreteras, que han visto extenderse allá las cooperativas que hoy implican el doble o el triple de ingresos, las tiendas del pueblo, las escuelas y todas esas medidas allí, en el lugar que cito por ejemplo, pero que no es más que ejemplo de lo que está ocurriendo en todo el país—... Los muy ingenuos, que sufren calenturas contrarrevolucionarias en los “clubs”, se olvidan de las calenturas revolucionarias que están viviendo hoy los campesinos y los obreros cubanos (APLAUSOS). 

  (Fragmento) Discurso de Fidel Castro en la apertura del X Congreso de la CTC, el 18 de noviembre de 1959. Fotografía de Luc Chessex: De fistos nada (1970). 

 

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