Cintio Vitier
Flora, te voy a acompañar hasta tu última morada.
Tú tenías grandes pies y un tacón jorobado. *
Esta aguda captación
de un aspecto amargo y mágico de lo cubano, se me asocia de modo involuntario,
y sin el menor propósito de establecer “fuentes”, con la “Ballade des damas du
temps jadis” de François Villon:
Dictes moy où, n `en
quel pays,
est Flora la belle
Rommaine…
La royne Blanche
comme lis
qui chantoit à voix de seraine,
Berte au gran pié…,
y con unos versos del
extraño poeta desequilibrado Antonio Alemán, Seboruco, que fue personaje popular en Matanzas a principios del
siglo. Recuerdo haber oído a Piñera decir estos versos de Seboruco, como descubriendo en ellos una secreta, oscura intuición:
El sol alumbra de
día,
la luna alumbra de
noche.
Cuatro ruedas tiene
un coche
con mucha melancolía.
Lo cubano en la poesía [ed. 1970], p. 483.
No hay comentarios:
Publicar un comentario