Comerciante suizo, nacido
en Winterthur a finales del siglo XVIII. Llegó a Cuba procedente de New Orleans
hacia 1819. Se instaló primero en La Habana, donde estableció la firma Stouder
y Cia, que contaba con casas de comercio y almacenes, y que extendería a
Matanzas donde se radicó pocos años más tarde.
En 1824 se casó en Santa
Ana (Cidra) con una inglesa natural de Kinkle, condado de Lester, llamada Sara
King. Lo próspero del negocio le permitió comprar un espléndido cafetal en las
afueras de la ciudad y compartir otras propiedades rurales.
Fue uno de los anfitriones
del hijo del Mariscal Ney en su visita a la isla en 1831, a quien alojó en su
casa de la calle Manzano, acompañándolo en paseos por la ciudad –valla de gallos
incluida– y excursiones por la bahía y los campos matanceros.
Su muerte repentina después
de un escándalo que afectaría a su reputación como negociante, se adjudicó a un
suicidio por envenenamiento con ácido cianhídrico y extracto de opio.
En carta que dejó a su
amigo Simón de Ximeno escribió: "Muero de una muerte violenta y
voluntaria. Qué aflicción para uno, que nunca pensó afectar a nadie más que a
uno mismo". Y a uno de sus socios comerciales, le dice: "arrastro la
existencia de un convicto que van a sacar para el patíbulo. Debo morir. Y las
maldiciones que me siguen susurran ya en mis oídos con los acentos más hórridos
y penetrantes".
La muerte de comerciante
ocurrió en julio de 1831. Sus socios habían disuelto la firma el 15 de febrero. Su nombre completo: Henry Stouder Eberhard.
Casi toda la información ha
sido tomada de Cuba en 1830: Diario de viaje de un hijo del
Mariscal Ney (Ediciones Universal, Miami, 1973), cuya introducción,
notas y bibliografía son de Jorge J. Beato Núñez.
Imagen: Carruaje en la noche, Rodríguez Morey.
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