La lechera, natural de La Habana, uranista.
Todos
los caracteres somáticos de este sujeto, son mujeriegos o afeminados, la
morbidez del cutis, las cejas finas, delicadas, la menor prominencia frontal,
etc. Pero, los rasgos más salientes de la fisonomía del hombre no han
desaparecido, la estructura mentoniana, por su prominencia, es hombruna y el
desarrollo mandibular nos denuncia por completo al hombre.
El
maxilar inferior raramente se presenta robusto en la mujer, aún en las
criminales es poco frecuente (Lombroso), y nunca es voluminoso; si la mandíbula
de nuestro uranista fuera inherente a una mujer, sería hipertrófica, por eso su
desarrollo, en nuestro fotograbado, nos revela el carácter distintivo del
hombre.
Israel Castellanos: A
través de la criminología. Atlas, La Habana. 1914. Casa Editorial Salas, Jesús del Monte 291.
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