Dirán los
militares veteranos: ¿Y para qué queremos la Antropometría? ¿Acaso se puede emplear
para instruir soldados, para inculcarles la disciplina, para hacerles más
aguerridos?
Es verdad que
para nada de ello sirve, es cierto que no se consigue un beneficio inmediato y
directo; pero si se escudriñan los resultados que la Antropometría nos muestra,
se puede prestar un servicio a la Nomotesia en todas sus variadas
representaciones; desde la regla preceptiva a la sanción penal.
La
Antropometría, nacida ayer, raudo vuelo que todo conocimiento útil toma
apenas se descubre, y cuando se aplicó a los seres degenerados que procuran
domiciliarse en cárceles y presidios surgió en forma práctica lo que los
antropólogos de la escuela llamada italiana habían vislumbrado en el conjunto
fisonómico.
De ese estudio
hecho en seres anómalos, surge una revolución en el Derecho Penal. Hoy se puede
complementar el enriquecimiento de la ciencia con la observación de individuos quo
en completo y normal estado de desarrollo físico e intelectual so someten a la
Antropometría.
No creo que los
gastos presupuestables para esta innovación causen espanto; apenas si se necesita
ayudar un poco a los Jefes de Cuerpo y dar una orden recomendando la utilidad y
prescribiendo el envío de los documentos a la oficina central, que bien puede
ser la Cuarta Sección del Ministerio de la Guerra.
En Italia,
patria de la revolución en el concepto de la criminalidad, el ministro de la
Guerra se propuso demostrar que en su departamento se simpatizaba con las ideas
sustentadas por Garófalo, Ferri y Lombroso
y la Antropometría surgió reglamentada minuciosamente
y obteniendo como secuela 300.000 documentos de curioso análisis.
En España, país
calificado por Max Nordau de confederación, tales costumbres y dialectos, con
vistas a lenguas, encontró, sería útil aplicar la Antropometría a las quintas y
deduciríamos consecuencias precioses respecto a idoneidad para el servicio.
Si profundizásemos
un poco más en ese proyecto, que deseamos ver realizado, pudiéramos seleccionar
a sus habitantes por provincias o antiguos reinos, y estudiar el grado de conveniencia
de filiar en Institutos montados, o en los de a pie, a los individuos que
ingresaran en caja.
En la
Cárcel-Celular de Madrid se inauguró el gabinete antropométrico el 14 de Agosto
de 1895, bajo la dirección del doctor Simancas. Y aquí, y en Barcelona, que
ejercen la inspección uno de los vocales médicos de la Junta local de prisiones,
auxiliados por el facultativo del establecimiento penitenciario y un fotógrafo,
puede preguntárseles los numerosos beneficios que el citado gabinete ha
reportado en los dos años de vida.
Muchos
argumentos en su pro se leen en el libro Identification
anthropométrique. Instructions signalétiques, por Alfonso Bertillon; pero
sobre todos ellos está el beneficio que la sociedad consigue.
En España, la
única jefatura de policía que lo tiene establecido es la de Habana, merced a
las gestiones del abogado D. Federico Mora, que hizo sus prácticas con el
doctor Bertillon.
Y como toda
semilla germina, cuando Y como toda semilla germina, cuando es buena, siembro
la Antropometría militar. Veremos si fructifica.
R. Ruíz y Benítez de Lugo
El Correo Militar, 2 de octubre de 1897
Imagen: Blanco y negro, 1897.
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