De todo hay en el mar, desde
Emperadores y Obispos hasta soldados de marina; y para armar un regimiento hay
Sables, Trompetas y Tambores. Viejas hay que muerden y parecen no tener
dientes; y hay Doncellas con más dientes que un Perro. Las viejas se entuertan
con un Parche; las doncellas, si dan motivo, se castigan con Chucho, y si no
con Manatí. Si son buenas, se les regala una Manta y un Peto para vestirse; y
aunque mejor les correspondiera una Aguja, se guardará esta para coser los
labios de los Bocones.
En la mar hay Escribanos; y así como los de
tierra no sueltan la pluma de la mano, aquellos la llevan siempre en la boca.
También hay Jabón para fregar.
Hay Esmeraldas para la frente de Isabelita,
Chapines para los pies de Catalineta, Cocuyos no tan lindos como sus lindos
ojos, Mariposas tan volubles como ella.
Hay Voraces que tragan Sapos y Lagartos. Hay
Cabras y hay también Barbudos que tal vez serán los machos-cabríos. Habiendo
Toro, no es de extrañar que haya Vaca. Hay Gatas que andan tras de los
Murciélagos, hay Zorros, hay Boca-dulce, no tan dulce para los Conejos.
Que haya peces no se duda: uno es Pez-Rey,
otro Pez-Sierra, otro Pez de Espada, otro Pez-Luna. Unos son Dorados, otros
Plateados: hay uno Rubio, y vuela. Casi todos son Bonitos, sin exceptuar los
Jorobados. Ninguno tiene voz, sino es el Ronco. Hay Pez de Pluma, lo que induce
a creer que también hay aves; y en efecto encontramos en el mar Loros y
Guacamayos.
Mulatas no encontrarás aunque las busques con
Candil; pero hay Morenas, si son de tu gusto. Lechón tampoco hallarás para una
ponina; pero podrás llevar un Cochino, que es más gordo, y te costará la fiesta
dos reales.
Hay Erizos y Puerco-espines que prestan sus púas
a los Zapateros; y no faltan lancetas para los Barberos, ni Lijas para servir
de lima a los Dentudos, ni Vaquetas para los Condenados, ni Casabe para los
Escolares.
No te espantes si te digo que hay Diablos: no
habiendo diablas estás seguro. Pero te advierto que hay Viudas; y alguna hay
Uñosa, que se Pega: si tomas mi consejo, tente a Raya con ella.
Por último, has de saber que los Pescadores,
puesto que allí los hay, tienen Tapaculos para los Cagones. Aunque la noticia
no es muy limpia, no deja de ser científica, y nada tiene de inmoral. Como
obligatoria en este lugar, me parece que termina bien el artículo. Finís coronal opas.
P.
“Peces cubanos”
(fragmento), Floresta Cubana 1856, Vol. 1, p. 313-14.
No hay comentarios:
Publicar un comentario