Conocido es el hecho, y miles de
personas lo han observado. El alacrán prefiere dárse la muerte a morir quemado, de
modo que para hacer que se suicide, basta con encerrarle en un círculo de
fuego, alcohol encendido, brasas de carbón, etc. Una señora inglesa, residente
en Cuba, tuvo la curiosidad de provocar de esa manera el suicidio de un alacrán
para tomar esta fotografía.
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