Carlos J. Finlay
Una excelente fotografía
ejecutada por el hábil fotógrafo del laboratorio de la Crónica, el Sr. Reinoso,
y que tengo el gusto de acompañar, representa fielmente los elementos agrupados
en tetradas, en cadenetas, en diplococos, etc., y también algunas de las placas
exagonales o en rosetas de que he hablado en una reciente comunicación sobre el
tetracoco. En algunos de los elementos se ve claramente la segmentación del
protoplasma, no siendo posible obtener la reproducción fotográfica de dicha
segmentación en todos los elementos porque esto requiere un enfocamiento
especial para cada elemento individual.
Dada la relación etiológica que considero haber demostrado
entre el tetracoco versátil y la fiebre amarilla resulta que en el caso actual
el diagnóstico bacteriológico ha podido verificarse a las 29 horas de la
invasión. Verdad es que aquí se trataba de una infección de gran intensidad y
se necesitarán otros experimentos para comprobar si también en los casos leves
la presencia del tetracoco en la sangre del dedo puede demostrarse tan al
principio de la enfermedad.
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