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domingo, 1 de mayo de 2011

Un enfermo mental interesante





 Por el Dr. Agustín M. Abril
 Psiquiatra del Hospital Nacional de Dementes Mazorra


 Satisfaciendo un deseo grande de colaborar en La Crónica Médico-Quirúrgica, me ha parecido de más interés publicar un caso práctico que un trabajo de especialista. Es por eso que he tomado una hoja clínica de mi Servicio del Hospital de Dementes.
 E.A.B., natural de la Habana. Blanco. Soltero. De 33 años. Sin ocupación actualmente. Fue llevado en observación como presunto demente al Hospital “Calixto García”, por ser considerado loco al querer querellarse contra el caricaturista Abela, del Diario de la Marina.
 Ingresa en nuestro servicio el 7 de noviembre de 1931. En el momento de su ingreso está disgustado, inquieto, intranquilo, deseando salir de aquí. Muy “pegajoso” y minucioso en su conversación.

 Antecedentes.

 Padre vivo. Está actualmente ciego en España a consecuencia de una sífilis que adquirió antes de casarse, según dice el mismo paciente.
 Madre muerta de anemia perniciosa en 1927. Nos dice el enfermo que su madre nunca tuvo abortos.
 Son dos hermanos: el paciente y una hermana menor. Niega locos en la familia (sus familiares nos hacen saber que su bisabuelo materno murió loco en este mismo Hospital de Dementes). Un tío de su padre fue tartamudo como el paciente. No recuerda más tartamudos en la familia.
 El paciente nació a término de parto normal. Parece haber sido siempre normal desde el punto de vista físico. Su desarrollo no parece haber sido malo. Ha padecido de enfermedades banales sin haber estado realmente grave en ninguna época.
 Desde los 5 o 6 años tartamudea.
 Fue al colegio y ha continuado sus estudios hasta no faltarle más que un año para ser bachiller. Cursó dos años de medicina veterinaria.
 La posición de su familia siempre fue desahogada y si exceptuamos dos meses en que trabajó como mecanógrafo, nunca más trabajó a pesar de haber buscado empleos. Vivía de lo que le daba su madre cuando ella vivía, y después de lo que le daba su abuelo. Nuestro paciente parece haberse conformado siempre con poco. Nunca ha tenido novia y si ha tenido relaciones con mujeres, han sido móviles y fugaces.
 Esta era en síntesis, la situación de nuestro enfermo cuando tenía 30 años. Murió entonces su abuela materna y su abuelo repartió la herencia, de la que le correspondieron 10,000 pesos. En aquel entonces vivía muy disgustado con su gagera:  Mario Menocal, nuestro ex - Presidente, era gago y lo estigmatizaban por esa imperfección, y como él tenía esa misma deficiencia, también era motivo de burla. Por eso decidió marcharse de Cuba para la Argentina donde adquirió una finca para sembrar cereales, pero fracasó antes del año por una gran serie de dificultades. A la sazón era Irigoyen Presidente de la Argentina, y era gago, por lo que también era burlado. El paciente sufrió mucho con las burlas que le hacían en la Argentina. En España –nos dice- sucede igual, pues el pueblo chotea a don Jaime, segundo hijo del  ex - Rey  Alfonso XIII, que es gago. Esa cualidad de chotear a los gagos, ha sido trasmitida por los españoles a sus descendientes.   Digamos desde ahora que el paciente atribuye el haber ido a un país cuyo presidente fuera gago a una simple casualidad.
 Viéndose fracasado en su empeño de agricultor en Argentina donde estuvo un año, empezó a estudiar con afán libros de medicina, pero sin seguir un verdadero método universitario: estudiaba Patología General, Terapeútica, Anatomía, Cirugía, etc. Fue entonces a Uruguay, de donde pasó a Río de Janeiro; allí estuvo muy poco tiempo, y decidido más que nunca a estudiar la medicina llegó a Francia, de donde pasó a Bruselas, en cuya ciudad sólo estuvo un mes, obteniendo un diploma que el paciente nos muestra y que le permitía ejercer la medicina en las Colonias Belgas.
Pasó enseguida a New York, “pues viviendo en los Estados Unidos estaría más cerca de Cuba, donde su abuelo que ya era viejo y que al morir dejaría una herencia, que le sería fácilmente arrebatada si se encontraba lejos”. Cerca de Jacksonville empezó a adquirir a plazos un terreno excelente “que le prometió el negocio más  formidable de su vida”. Araba solo con la ayuda de un judío (el paciente es protestante) que lo quería perjudicar y engañar. Allí pasó muchos trabajos y privaciones, y “aunque buen negocio”, estaba muy solo. Raramente veía algunas americanas que le calmaban momentáneamente sus deseos sexuales, pero nada serio. No quería casarse.
 Escribió a unas tías (hermanas de su padre) pertenecientes a una orden religiosa, para que le enviasen un buen trabajador de campo, pues era lo único que él necesitaba dado sus “conocimientos de siembras, etc.” Sus tías le contestaron que su deber era estar al lado de su padre ciego y viejo que estaba en España y que éste, siendo abogado nunca había tenido tierras. Sus tías también le comunicaron que su hermana era una histérica y que hacía en la Habana una vida licenciosa. Entonces nuestro enfermo abandonó su negocio y vino a Cuba a librar a su hermana de la vida que decían sus tías estaba haciendo.
 Llegó a Cuba en Abril de 1931, pero su hermana estaba en los Estados Unidos, de donde vino al poco tiempo. Sólo tenía mil pesos cuando llegó a Cuba y se les han ido agotando hasta llegar a no tener nada.
 En Septiembre de 1931 tuvo el incidente con Abela, por el que fue conducido al Hospital Calixto García, de donde nos viene.

  Examen clínico

 El enfermo acaba de narrarnos sus antecedentes sin ninguna contradicción y con gran exactitud. Es un gran tartamudo.
Las asociaciones parecen hacerse normalmente.
 La memoria, tanto de evocación como de fijación, es excelente. Verdadera hipermnesia. Muy meticuloso.
 Bien orientado en el tiempo y en el espacio.
 Niega y no podemos descubrir fenómenos sensoriales; no cree en la telepatía, ni se cree objeto de perjuicios a distancia. No cree en el espiritismo ni en la brujería. Niega fenómenos sensoriales visuales y auditivos y si se cree objeto de un envenenamiento es por los fenómenos que él experimenta, no porque el gusto ni el olor de los alimentos se lo indiquen.
 Un primer hecho nos llama la atención: este paciente estigmatiza a su padre que se casó con una sífilis sin tratar y que le ha producido a él (su hijo) la sintomatología que presenta. Siente desprecio por su padre.
 De su madre nos dice que en el fondo de su alma siempre la amó, a pesar de que cuando joven (20 años tenía) le echara en cara alguna falta cometida con algún amante. Narra cómo su madre se escapó con su padre.
 Su afectividad nos parece un poco pervertida. El renegará siempre de su país, que es Cuba, por las cosas que le han sucedido.
 Últimamente, y hacia el mes de Agosto de 1931, el paciente empezó a notar que estaba siendo objeto de burla de parte de un caricaturista llamado Abela. Efectivamente, el paciente notaba que el llamado “Bobo de Abela”, que sale todos los días en caricatura en una sección del periódico Información, “La Voz de la Conciencia”, tenía un gran parecido con él (efectivamente, el paciente tiene algún parecido con el “Bobo de Abela”). Para convencerse el paciente se dejaba algunos días el bigote y otros se lo afeitaba; pues bien, en los días que él se dejaba el bigote, el “Bobo de Abela” salía publicado con bigotes. Una vez en la calle Neptuno observó que dos jóvenes se burlaban de él diciendo entre ellos “la gaga”. Ni siquiera se burlaban de él diciéndole el “gago”, sino “la gaga”, y todo era debido a que Abela lo hacía pasar por afeminado. El “Bobo de Abela” es gago, según se puede ver en las preguntas y respuestas que le son atribuidas y que salen publicadas.
 Nuestro paciente vivía, pues, disgustado, y todo llegó a su colmo el día 5 de septiembre de 1931, fecha en que el “bobo” salió caricaturizado queriendo que los tiburones “lo cogieran”. Usaban la palabra “coger”; ahora bien, en la América del Sur –nos dice el enfermo- coger a una persona es sinónimo de poseerla sexualmente. Así, pues, Abela quería demostrar que el paciente era un invertido. El “bobo” había aparecido el 5 de septiembre con las nalgas vueltas hacia el mar.
 Fue entonces a ver al Director del Diario de la Marina, para batirse a sable con Abela, pero era un sábado y el asunto quedó pospuesto para el lunes siguiente.
 El lunes siguiente fue a los bajos del Diario de la Marina para esperar a Abela con ánimo de “darle, por lo menos, una mano de golpes”, pero estando esperándolo allí, vino un policía y lo llevó a la Estación “acusado de haber querido matar a Abela”.
 Fue tenido como loco e ingresó en el “Hospital Calixto García” como arriba hemos señalado.
 El enfermo nos dice que era incierto que él quisiera matar a Abela y que era incierto que él llevase armas.
 En el “Calixto García” –dice el enfermo- el trato fue horrible pues le daban cloroformo y éter con los alimentos. El no sentía el olor ni el sabor de estos medicamentos “pero como su gagera aumentaba y Chervin dice que el cloroformo aumenta la verdadera gagera y hace desaparecer las gageras simuladas”, siendo por este procedimiento que se desenmascaran los falsos gagos, nuestro enfermo pensó, al ver su gagera aumentar, que era objeto de un envenenamiento por parte del personal del “Hospital Calixto García”.
 Si él era objeto del envenenamiento era porque le dijeron en aquel mismo hospital que él era rival de Castellanos y porque él era candidato a la Presidencia de la República. El paciente no piensa que eso sea posible, pero de no ser por esa causa no se explica las persecuciones de que es objeto. El ningún mal ha hecho.
 A pesar de todo nos encarga digamos al doctor Rodríguez Machado que él no piensa ni remotamente ser Presidente de la República, pero que si llega a serlo le ofrecerá la Secretaría de Sanidad.
 Nuestro enfermo está muy disgustado aquí en Mazorra, pues está convencido que dentro de la fitina que le dan todos los días, los enfermeros le echan cloroformo. No es que lo guste o lo huela, sino es que su gagera aumenta; además, se siente hiposistólico. Desea marcharse.
 Quiere antes de partir sufrir un examen para que veamos que él no es un impostor y que él tiene nociones de medicina. Desea practicar en el Hospital Municipal.
 Quiere marcharse de Cuba, reniega de su país.
 Antes de su conflicto con Abela, el paciente se había dirigido al Colegio Médico de la Habana pidiendo examen. El doctor Alfredo Recio, comprendiendo que se trataba de un anormal, “le otorgó” examen cuyo resultado conserva en su poder.

 Examen físico

 Tipo asténico. Regularmente constituido. Gagera con tic espasmódico. Examen neurológico negativo desde todos los puntos de vista.
 Reacción de Wasserman: Negativa (en la sangre).
 Orina y Heces fecales: Normales. Líquido Céfalo Raquídeo: Wasserman, Negativo. Benjuí, Normal. Lange, Normal. Albúmina 0.42 g. Pandy, XX.

 El 19 de noviembre de 1931, pasa a la Sala de entéricos por disentería amebiana.
 El 30 de noviembre de 1931, regresa a nuestro Servicio curado de su disentería. El estado mental es el mismo: ansioso, queriendo hablar con nosotros, desconfiado, examinando escrupulosamente todos los alimentos, exigiendo las latas de leche cerradas; huele todos los alimentos y a veces los desecha.
Nos insiste en que digamos al doctor Comallonga que será nombrado Secretario de Agricultura, caso de que él sea Presidente de la República. No cree haber tenido una disentería sino cree haber sido víctima de una intoxicación de la que cree ir mejor.
 Presenta fenómenos hipocondríacos vagos.

 Fragmentos de cartas que este enfermo nos ha dirigido o que ha dirigido a su familia.

 Distinguido Dr. Abril:

 ...porque según me explicó mi abuelo a quien deseo Ud. visite, mi padre padecía de una sífilis abandonada que no tuvo tratamiento específico mercurial de fondo (ni siquiera con el yoduro como complemento terapéutico) con manifestaciones dérmicas de exantema, granulaciones y hasta gomas, pero mi madre se escapó con él desoyendo los consejos de su padre (mi abuelo) que es médico...
 ...no sólo yo presento la tara degenerativa neurótica orgánica y no debe considerarse en mí como una psicosis, sino como una tara degenerativa de la Neuro-Sífilis. En otros casos que no son el mío, según el doctor Gutzmann, de Berlín (Alemania), en sus obras traducidas al español (enciclopedia Médica de Mohr y Stahelin) que Ud. Puede consultar...
 M… Por odio y envidia de otros, omitiendo mi modestia, estoy aquí sin tener síntomas de enajenación mental...
 ...lejos de mejorarme cada día que transcurre es peor para mi salud, agotándome las fuerzas orgánicas y sintiendo un odio que no perdonaré nunca porque con sólo querer los familiares, a la semana pudieran sacarme de aquí. En el “Hospital Calixto García”, en los 60 días que estuve, los enemigos políticos, dándole dinero a los sirvientes, éstos me echaban solución de cloroformo en la sopa, envenenándome, sufriendo desvanecimientos y predispuesto a morir de un síncope al corazón por asistolia y aumentando mi tartamudez
 ...habiendo sido electo el día primero de Noviembre en las elecciones para Presidente de la República por el Partido Liberal por el cariño de mis amigos que se portan mejor conmigo que toda mi familia intrigante, con un concepto maligno y ofuscado de mí, que nunca perdonaré en mi vida...
 Reivindica tu ingrata conducta de hermana (por concepto de tus hipócritas tías) y ven a verme todos los días o tres veces a la semana y tráeme los periódicos donde el mes pasado se publicó mi nombre; éste es tu deber de hermana para con un hermano que no está loco como se dice por mis enemigos políticos que quieren desprestigiarme...
 E...

 Consideraciones

 Actualmente las ideas delirantes de grandeza tienen tendencia a predominar sobre las ideas de persecución.
 Si este enfermo no realizara el delirio de grandeza que realiza, y teniendo sólo en cuenta su delirio de persecución que presenta y que es a base interpretativa (no hemos comprobado alucinaciones), habría que hacer el diagnóstico diferencial con la paranoia, es decir, con el delirio de interpretación puro; pero jamás un paranoico aceptaría una idea tan ingenua como es la de ser Presidente de la República, antes bien, de esta clase de enfermos se ha dicho que sólo un exceso de lógica o de paralógica les permiten defender sus convicciones que a veces contagian y convencen a otros pacientes no locos y acaso sugestionables.
 Las ideas de grandeza del tipo que presenta nuestro enfermo podrán hacernos pensar en la Parálisis General, pero la integridad del fondo mental de nuestro enfermo no corresponde a un demente paralítico. Este paciente no es un demente, además, sus reacciones humorales todas son negativas. Retengamos sólo la hiperalbuminosis del líquido céfalo-raquídeo.
 Nuestro paciente no presenta alucinaciones auditivas ni olfativas, ni gustativas y si el se siente envenenado con cloroformo es porque su gagera aumenta, no porque sienta el gusto o el olor a este medicamento. Sin embargo, cuando le hemos entregado ciertos alimentos que le han sido enviados por sus familiares, los huele y los examina con gran cuidado. No hemos podido comprobar en este paciente alucinaciones, pero nos tememos que las haga algún día no remoto.
 Es indiscutible que cuando nuestro enfermo partió de Cuba para Argentina, no era ya un hombre normal, si es que alguna vez lo fue. Ya entonces interpretaba en perjuicio suyo las consideraciones que sobre él hacían sus prójimos. Podríamos decir que se fue huyendo. Algún psicoanalista podría encontrar en la base de esto un complejo de inferioridad; nosotros lo creemos posible.
 Pero cuando consideramos en una visión amplia la evolución y las características generales de nuestro caso, cuando nos fijamos en su delirio de persecución a base interpretativa primero y después en las ideas de grandeza, explicativas de la persecución, no podemos menos que superponer -al menos en parte- este caso, al comienzo de algunos casos descritos por Magnan y que realzaron después formas de psicosis alucinatorias.
 Por el momento nosotros hemos puesto en nuestro historial como diagnóstico “Delirio de persecución a base interpretativa con ideas de grandeza”. Es el diagnóstico de síndrome mental que presenta el paciente.
 Dada la herencia sifilítica de nuestro enfermo y teniendo en cuenta la hiperabuminosis del líquido céfalo-raquídeo nos proponemos practicar un tratamiento antisifilítico de prueba a pesar de que las reacciones específicas son negativas. Sin embargo, no creemos que se trate de una Psicopatía Sifilítica.
 El pronóstico de nuestro paciente creemos que es malo, caso de que el tratamiento antisifilítico no de resultado, como es probable. En este caso practicaremos un tratamiento por los shoks nucleinato de sosa.
 Desde el punto de vista médico legal este paciente debe ser considerado como altamente peligroso, al menos, en el momento actual.


 Mazorra, 20 de enero de 1932.


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