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miércoles, 4 de septiembre de 2024

Cartero Cheval


 André Breton

 

 Nosotros los pájaros que encantas siempre desde lo alto 

    de esos belvederes

Y que cada noche no formamos más que una rama florecida 

    de tus hombros a los brazos de tu carretilla bienamada

Que nos desprendemos más vivos que centellas de tu muñeca

Somos los suspiros de la estatua de cristal 

    que se incorpora cuando el hombre duerme

Y brechas brillantes se abren en su lecho

Brechas por las que pueden percibirse ciervos 

    de cuernos de coral en un claro del bosque

Y mujeres desnudas en lo profundo de una mina

Recuerdas te levantabas entonces descendías del tren

Sin una mirada para la locomotora presa de inmensas 

    raíces barométricas

Que se queja en la selva virgen con todas sus 

    calderas doloridas

Sus chimeneas con humo de jacintos 

    y movida por serpientes azules

Te precedíamos entonces nosotros las plantas 

    sujetas a metamorfosis

Que cada noche hacíamos signos que el hombre 

    puede sorprender

Mientras su casa se desploma y se sorprende 

    ante los engranajes singulares

Que busca su lecho con el corredor y la escalera

La escalera se ramifica indefinidamente

Conduce a una puerta de haces de heno se abre 

    de pronto sobre una plaza pública

Hecha de dorsos de cisnes una ala abierta para el pasamano

Gira sobre sí misma como si fuera a morderse

Pero se contenta con abrir bajo nuestros pasos 

    todos sus escalones como gavetas

Gavetas de pan gavetas de vino gavetas de jabón 

    gavetas de espejos gavetas de escaleras

Gavetas de carne con empuñaduras de cabellos

A la hora precisa en que millares de patos de Vaucanson 

    se alisan las plumas

Sin volverte tomabas la llana con que se hacen los senos

Te sonreíamos nos enlazabas por el tallo

Y tomábamos las actitudes según tu placer

Inmóviles para siempre bajo nuestros párpados 

    tal como la mujer gusta ver al hombre

Después de haber hecho el amor.

 

 De Le revolver à cheveaux blancs

 

 Traducción de César Moro

 

 Letras de México, núm. 27, 1ro de mayo 1938, p. 261; y, Antología de la poesía surrealista de lengua francesa; selección de Aldo Pellegrini (Fabril Editora, Buenos Aires, 1961). Imagen: Breton en el Palacio Ideal del cartero Cheval, 1931. 


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