Raimundo Cabrera
De todos los recuerdos que traigo de Londres, el más grato, por lo personal e íntimo, es el haber encontrado allí, después de veinticinco años de ausencia, a un caro amigo de la infancia, Gabriel de Zéndegui, el primer secretario de la Legación de Cuba, que lleva con enaltecimiento esta representación honrosa, el hombre culto y afable de siempre; corazón sencillo y alma levantada, por cuya ingenuidad no pasan los años, y cuya conversación es siempre culta y amena.
Me ha acompañado en muchas de mis excursiones, y su ilustración ha facilitado mi labor. Fenómeno curioso que no ofrecen la mayor parte de los hispano-americanos que pasan largos años en el extranjero, Gabriel de Zéndegui conserva el acento y la frase cubanos, los mismos que le conocí en la adolescencia, cuando estudiábamos juntos en el gran Colegio de don José Alonso y Delgado, ¡hace, ¡ay!, la friolera de cuarenta y dos años!, como si nunca se hubiese alejado del barrio del Cerro. Fuma cigarrillos de papel imitación de habanos. Se deleita cuando se le brinda un genuino de su tierra, y bebe buen café. Sobrio y metódico como siempre, rechaza el whisky y hasta la cerveza, y dice sonriendo.
—¡No me contagian los ingleses! Para ser siempre joven bebo café y agua fresca. Visité, como lo hago en todas partes, la oficina de la legación cubana. Está severa y elegantemente montada, aunque sin lujo; vi en el despacho vacío de nuestro ministro Montoro, un busto de Martí, en yeso, que es una obra exquisita de arte por el parecido; los ojos tienen la vida y expresión soñadora del mártir: sobre el bureau, un retrato del general José Miguel Gómez, nuestro actual Presidente; una selecta biblioteca y un escudo cubano.
Di un
abrazo regocijado á Zéndegui: nos conocimos en la niñez colonos españoles; nos
separamos jóvenes, aún esclavos; nos encontramos de nuevo viejos y fuertes,
bajo la bandera de la patria libre representada por él en el extranjero.
París,
5 de agosto de 1910
Borrador
de viaje, La Habana, Imprenta La Prueba,
1911.
El Fígaro, 17 de octubre de 1920.
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