Luz y Caballero abre los ojos llenos de serena claridad y los labios, llenos de enseñanza, como si quisiera hablar a sus discípulos. Es el hombre Maestro o el Maestro hecho hombre. Es el que, como el Bautista los de Jesús, va preparando los caminos de la justicia: "sol del mundo moral" de la conciencia colectiva y del sacrificio patriótico, a lo Martí.
Diario de Marina, 28 de septiembre de 1930.
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