Eugenio Florit
ESCALERA (Tocata y Fuga) Por
Genaro Estrada.
Ediciones del Murciélago. México, 1929.
Dijo al final de "Crucero", su libro anterior:
"Para seguir la derrota del aire
ven
a ver que va llegado el momento".
Y ya llegó el momento anunciado. Genaro
Estrada —ya casi todo él mismo— construye su escalera para el definitivo salto.
Y aún antes de él, al abandonar cada peldaño, son fugas, también, y ensayos de
la gran fuga final, en la que va a "dejar la tierra por seguir el
viento".
Es un libro —un poema— perfectamente hecho. Completo.
Y personal. Ahora, si le vemos en ocasiones dando el brazo a Góngora, no lo
hace influido por él; gusta de su amistad y no quiere abandonarlo por completo.
Realmente, es tan buen compañero este Don Luis! Pero, eso sí: a ratos, nada
más. Y tan así lo entiende G. E, que va solo en momentos difíciles de su
insomnio, cuando mira
“el avance pausado
de la noche redonda".
y se siente fuerte y dueño
de sí.
“Emulando al nadador preciso que en la
piscina
une en arco los brazos con las manos en
flecha,
me arrojaré en un súbito ademán temerario
en elástico salto, a la fuga del
aire".
Y le servirá de trampolín su misma escalera,
proyectada en un vacío de sombras y silencio.
Porque eso es el libro de G. E.: sombra y
silencio. Inquietud azorada de la noche, cuando vamos a poner
"la mano en la cortina
para salir del mundo".
Y profundidad. Podríamos decir que su profundidad
absorbe las otras dimensiones. Hecho todo el poema con juegos de sombras,
álzase la escalera hundiéndose en un espacio donde
"arcángeles de la ausencia
azules sombras proyectan".
Y es ahí, al extremo de la escalera, al alzar
los brazos para el salto, dentro del silencio del amanecer inquieto de presagios,
cuando el poeta Genaro Estrada se acuerda de su amigo, y le apena irse solo.
—Viene
Ud. conmigo, Don Luis?
Y,
Don Luis: —Voy contigo.
Y, "prendidos en el cable que se ofrece",
escapan "a la inédita aventura" y "en un salto violento", dejan "la
tierra por seguir el viento".—E. F.
Revista
de Avance, Núm. 38, septiembre de 1929, p. 279.
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