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domingo, 9 de junio de 2019

La danza cubana



Francisco Orgaz


I.

Los aires rompe el ruido
De la nocturna orquesta
Oh! qué impresión es esta....
Qué mágico sonido?...
¿Qué plácida embriaguez?
Es la cubana danza,
Y al escuchar sus sones,
Mis muertas ilusiones,
Mis sueños de esperanza
Despiertan a la vez.

II.

Oh danza! tus acentos
Reaniman mi existencia;
Tu lánguida cadencia
Me inspira pensamientos
De amor y de placer:
Y la gentil cubana
De pie pulido y breve,
Y de cintura leve
Que se columpia ufana,
Pienso a tus sones ver.

III.

Pienso mirar su cuello
A tu compás doblarse,
Sus párpados cerrarse,
Alzar su rostro bello
Bañado de expresión:
O pienso que del piano
Las teclas recorriendo,
Te estoy ¡oh danza! oyendo
Lanzar bajo su mano
Gemidos de pasión.

IV.

Quien de cubano el alma
Y los sentidos tenga,
No es dable, no, que calma,
Ni gravedad sostenga
Llegándote a sentir:
Que el más adusto ceño
Tus sones escuchando
Se mostrará risueño,
O tu compás callando
Procurará seguir.

V.

Ya exhales gemidora
De tórtola el arrullo,
Ya imites el murmullo
De brisa halagadora,
Ya un grito des de amor;
Oh danza! me parece
Que Cuba con sus palmas
A tú compás se mece,
Y son de nuestras almas
Tus ecos el clamor. 


 Imagen: Orquesta de Enrique Peña, 1908. 


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