Peonías
En la villa de las lomas
hay un profesor austriaco
que debe de ser un taco
aficionado a las bromas...
Pues con una sangre fría
que al más animoso
espanta,
asegura que en la planta
llamada la peonía
observa, cual muchos
otros,
inequívocas señales
de que los más fieros
males
se ciernen sobre nosotros.
¡Caramba con la peonía,
cuya sílaba primera
como puede ver cualquiera
no debe oler a ambrosía.
¡Caramba! vuelvo a
exclamar,
aunque conmigo se irriten,
¿conque sus hojas permiten
saber lo que ha de pasar!
Eso afirma seriamente
el austriaco profesor
que, con su aserto, el
terror
ha causado en tanta gente,
sosteniendo día a día
que en Guanabacoa la bella
un auxiliar halló en ella
de la meteorología.
Levántase muy temprano,
obsérvala atentamente
y luego con voz potente
le dice al pueblo cubano:
"Estamos ¡ay! en un
tris
de que en días no remotos
espantosos terremotos
destruyan este país.
El mar se desbordará
inundando el Malecón
y más de algún tiburón
hasta el Parque llegará.
…Aunque hablando
francamente
en diversas ocasiones
el ver en él
"tiburones"
es una cosa corriente.
Diario de la Marina, 30 de abril de 1906.
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