Mariano Brull
Quise
encarnar mi ansia en una sola rosa;
En
una forma altiva florecer en belleza;
Que
tuviera un anhelo sutil de mariposa,
Y
que fuera la gracia blasón de su nobleza.
Pero
en mi vida nada se acerca ya a la rosa:
Ni
un tono ni un matiz, ¡oh, la, otoñal tristeza
Que
idealizó el ambiente, y ha puesto en cada cosa
El
alma pensativa que dentro de mi reza!
Se
acerca del rosal la nueva florescencia;
Pronto
la primavera ha de verter su esencia
Mostrándose
fecunda la savia del retoño.
Mientras
llega, da al viento su exquisita elegancia
La
rosa pensativa de mística fragancia
Que
perfumó escondida mi vieja alma de otoño.
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