Sr. Director del Hospital de Dementes de Cuba.
Señor:
Cuando Toussaint D'Louvertour (el Napoleón
Negro), fue preso en Bayona por Napoleón I, carecía de todo, pero como tenía el
hábito de fumar, le mandó a pedir al Emperador cigarrillos. El Gran Corso le mandó a decir que el vicio de fumar
sólo era el entretenimiento de los tontos, a lo que respondió el genioso negro,
pero no de los cautivos.
Aplique a mi caso esta anécdota.
Suyo affm., comp. y amigo,
Dr. M.V.M. de O.
Mazorra, Agosto 6, 1929.
N. B. -Un día el Director del
Hospital tuvo que visitar a deshora la Sala donde se encuentra este asilado y
al preguntarle cómo no fumaba, le ofreció escribirle una carta señalando los
motivos. Al día siguiente este enfermo recibió unas cajetillas de regalo de la
Dirección.
Revista de Psiquiatría y
Neurología, Tomo I, Núm. 5-6, Nov. y Dic. 1929, p. 147.
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