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martes, 30 de diciembre de 2014

La columbina



 



Juan Carlos Flores

 

El Síndrome de Down no es enfermedad,
estar exento del Síndrome de Down
es padecer la enfermedad.

Sulamita, mi cabeza, un barquillo
en el que echaron cemento,
guajirita, mi cabeza, un barquillo
en el que echaron cemento,
mi cabeza lasqueada, sulamita,
mi cabeza lasqueada, guajirita.

Hombre, aura regordeta del buen Patch,
revendiendo tenis deportivos, suelas y agujeros.

El Síndrome de Down no es enfermedad,
estar exento del Síndrome de Down
es padecer la enfermedad.

Sulamita, mi cabeza, un barquillo
en el que echaron cemento,
guajirita, mi cabeza, un barquillo
en el que echaron cemento,
mi cabeza lasqueada, sulamita,
mi cabeza lasqueada, guajirita.

Hombre, aura regordeta del buen Patch,
revendiendo tenis deportivos, suelas y agujeros.

El Síndrome de Down no es enfermedad,
estar exento del Síndrome de Down
es padecer la enfermedad.

Sulamita, mi cabeza, un barquillo
en el que echaron cemento,
guajirita, mi cabeza un barquillo
en el que echaron cemento,
mi cabeza lasqueada, sulamita,
mi cabeza lasqueada, guajirita.

Hombre, aura regordeta del buen Patch,
revendiendo tenis deportivos, suelas y agujeros.

Al individuo a su alcance se dirige:
seas tú el nacional o seas tú el extranjero,
compra tus tenis deportivos.

Te queden grandes o te aprieten,
poco importa, compra tus tenis deportivos.
Por si vienen rabiosos atomistas,
compra tus tenis deportivos.
Cava otra vía, topo, al limbo.



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