La Habana- El pelo largo, los pantalones
ceñidos y la minifalda han sido las últimas víctimas de la "ofensiva
revolucionaria" lanzada hace dos semanas por el primer ministro cubano,
Fidel Castro.
La unión oficial de la Organización Juvenil
Comunista (U.J.C.) ha prohibido el pelo largo y la barba en algunas Facultades
de la Universidad de La Habana y se informa que grupos de jóvenes
revolucionarios se dedican por las calles a cortar con tijeras el pelo a los
melenudos.
Oficialmente, la ofensiva revolucionaria ha
tenido como resultado la nacionalización de todos los negocios privados y el
cierre de todos los bares y clubs nocturnos. Centenares de miles de cubanos
serán llevados a trabajar en el campo a lo largo del mes próximo en el cuadro
de la mayor movilización de mano de obra en la historia del país.
La probibición hecha por la U.J.C. extraña a
los observadores extranjeros residentes en Cuba, donde el propio primer
ministro, Fidel Castro, lleva una bien nutrida.
La única medida oficial contra el cabello
largo y la moda "hippie" fue el reciente cierre de la Galería de Arte
Moderno, sita en pleno centro de La Habana, así como de la cafetería Sala 23, que
era punto de cita de jóvenes extravagantemente vestidos y muchos de ellos con
el pelo teñido. La U.J.C. proclamó la semana pasada su apoyo a la ofensiva
revolucionaria, llamando al "heroísmo espartano".
Por su parte, el diario habanero El Mundo
siguió el proceder de la U.J.C. publicando una caricatura en la que aparecía un
joven melenudo y barbudo, con pantalones ceñidos, huyendo con horror de unas
tijeras, de una hoja de afeitar y de un comunicado de la U.J.C.
Paradójicamente, la prensa cubana muestra una
aprobación evidente hacia las manifestaciones de jóvenes melenudos de otros
países, particularmente cuando tales manifestaciones van dirigidas contra la
guerra de Vietnam.
"Castro prohíbe la barba a los estudiantes cubanos, ABC, 3 abril de 1968.
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