¡Cosa Buena!—La inagotable
inventiva del Sr. Susini, es una constante amenaza a todos los otros dueños de
cigarrerías que no se muevan como él lo hace, siempre con provecho de la
industria y de sus numerosos parroquianos. Ahora ha "inventado" poner
fotografías de hombres célebres en las cajetillas de cigarros y aun retratos
también fotográficos de personas no célebres. Juan tiene un amigo a quien desea
regalar una onza de cigarros, y para dar mas valía al regalo, va donde Susini y
presentándole una fotografía de aquel a quien ha de obsequiarse le dice:—Quiero
una onza de cajetillas de cigarros que tengan el retrato de este hombre, y al
poco tiempo de hacer esto, puede ir con un carretón a la Fábrica en busca de
los cigarros encajetillados y con fotografías.—Pues a ese paso, la Fábrica La
Honradez, será con el tiempo un conjunto de cosas en que todas las industrias
imaginables vendrán a servir de estímulo a los fumadores. Lo que hace pensar en
que una niña diga:—"Me estoy fumando al gacetillero," cosa que hasta
hoy juzgamos imposible, porque el pobre gacetillero es infumable. De cualquier
modo que sea, esto es una novedad que aplaudimos, porque de este modo irán
desapareciendo de los álbumes de muchas señoritas ciertas marcas cuyas láminas
son un baldón, y podrán formarse en su lugar verdaderos álbumes fotográficos.
¡Bien por el Sr. Susini!
Real Fábrica La Honradez, 1865.
Real Fábrica La Honradez, 1865.
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