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viernes, 11 de noviembre de 2011

Cómo funciona el sistema de alarma




 Al inaugurarse el Banco Nacional de Cuba, el día 27 de este mes, en la esquina de Cuba y Lamparilla, quedará establecido por primera vez en nuestro país, el sistema de alarma contra ladrones. Por este motivo la Caja de Seguridad de esta Institución vendrá a ser la más segura donde se pueda guardar el Tesoro Público, ya que entre los muchos adelantos de que ha sido dotada, se encuentra una conexión que funciona desde distintos puntos del referido edificio hasta la Sección Radiomotorizada de la Policía Nacional. Caso de que el banco sea objeto de asalto, los empleados del mismo aprietan un botón que hace sonar simultáneamente dos timbres de alarma instalados en la Radiomotorizada y en pocos minutos, un número no menor de 25 patrulleros, con personal debidamente equipado con toda clase de armamentos, se presentará inmediatamente en el citado edificio.
 Este nuevo sistema se debe al celo del General Quirino Urías López, Jefe de la Policía Nacional, con el que han cooperado Rafael Casals y Fernández de Cueto, Jefe de la Sección Radiomotorizada y el Teniente Rafael Salas Cañizares, segundo jefe de la Planta de Radios.
 Con motivo de la apertura del nuevo Banco Nacional de Cuba, a propuesta del Ministro de Hacienda, considerando que el inicio de sus operaciones significa para nuestro sistema económico y para el regocijo de la nación, acordó que el día de su inauguración, o sea el 27 de este mes, se declare fiesta oficial y vaquen todas las oficinas públicas, a fin de que los ministros y empleados del Estado, puedan asistir al acto, conjuntamente con el Sr. Presidente de la República, Dr. Carlos Prío Socarrás.
 Hemos podido saber que el Jefe de la Policía, Sr. Quirino Urías, sin previo aviso llevará a cabo un día de este mes –el cual no será señalado- un simulacro de alarma para que se compruebe la eficacia del nuevo sistema y la rapidez de acudir al lugar del hecho de los carros patrulleros con el personal a sus órdenes. 


 El País, abril de 1950. 

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