martes, 19 de julio de 2011

Nota social





Carlos Martínez Rivas


Vi también a las madres
de nuestra América, en París. 
Pasearse
por los Grandes Bulevares
con los cadáveres
de sus hijas
de plumero y tacón. Listas.
Embalsamadas para el matrimonio. 
No he querido negarles 
el lugar que merecen en "El Monstruo
y su Dibujante".



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